Beniamin Netanyahu sumó un nuevo hito en su carrera política: ser el primer líder israelí en despedir a su jefe de la inteligencia interior, el Shin Bet. De madrugada y con el voto unánime de su gabinete, el primer ministro de Israel concretó el despido de Ronen Bar, alegando que había perdido la confianza en él.
A sabiendas de que su salida estaba decidida de antemano, Bar se ausentó del encuentro y, en cambio, envió una explosiva carta a los ministros del Ejecutivo hebreo. En ella, advirtió que la decisión de Netanyahu está “totalmente contaminada por conflictos de intereses” y se sustenta en motivos “fundamentalmente inválidos” que socavan al Shin Bet. Esto se da cuando la agencia avanza una investigación por presuntos pagos irregulares de Catar a asesores del primer ministro para favorecer la imagen del estado árabe.

Ronen Bar, el jefe de los servicios de inteligencia de Israel destituido por Netanyahu (Reuters / Gil Cohen-Magen)
Horas después de la decisión, el Tribunal Supremo israelí emitió una orden cautelar contra el despido de Bar, para escuchar los argumentos de quienes han pedido su anulación. Estas audiencias no podrán extenderse más allá del 8 de abril. La duda es si el gobierno de Netanyahu decidirá finalmente no contradecir a la Corte o mantener el despido. El ministro de Comunicación, Shlomo Karhi, del partido del Likud de Netanyahu, afirma que el Supremo “no tiene autoridad legal para intervenir (en esto)”.
Según comunicó la oficina de Netanyahu, Bar abandonará su cargo el 10 de abril o cuando un sucesor permanente sea aprobado por los ministros, lo que ocurra primero. Sin embargo, los cuatro partidos judíos de oposición y el Movimiento por un Gobierno de Calidad presentaron sendas peticiones al Tribunal Supremo de Israel para que declare nulo el despido del jefe del Shin Bet, una medida que también ha sido rechazada por miles de manifestantes, que se movilizaron incluso de noche y bajo la lluvia en ܲé.
Bar relaciona su despido con la investigación que hace el Shin Bet sobre los vínculos de la oficina de Netanyahu con Qatar. “Huele a intereses extranjeros ”, denunció Bar al referirse a los motivos de su destitución en su carta dirigida a los ministros del Gobierno. Los servicios de inteligencia estaban investigando supuestos pagos de Qatar a exasesores de Netanyahu para crear una campaña favorable al país del golfo. Años antes, el Shin Bet investigó cómo Qatar financió a Hamas sin que Israel lo impidiera.