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Groenlandia se dota de un Gobierno de unidad ante la presión de Trump

El nuevo escenario geopolítico

El liberal Jens-Frederik Nielsen, futuro primer ministro: “La visita de Vance no es una señal de respeto”

Los cuatro partidos de la nueva coalición suman el 75% de los votos en las elecciones del 11 de marzo en la isla ártica

El liberal Jens-Frederik Nielsen, futuro primer ministro de Groenlandia, tras la presentación del pacto de coalición el 28 de marzo en Nuuk

Leon Neal / Getty

Casualidad o no, la nueva coalición de Gobierno de Groenlandia, surgida de los resultados de las elecciones parlamentarias del pasado 11 de marzo, se presentó oficialmente el día de la incómoda visita del vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance.

Poco antes de que Vance, su esposa Usha y su delegación acudieran a la base espacial estadounidense de Pituffik, en el noroeste de la isla ártica codiciada por Donald Trump, el futuro primer ministro groenlandés, Jens-Frederik Nielsen, del partido liberal Demokraatit (Demócratas), ganador de los comicios, compareció este viernes junto a los otros tres partidos del inminente nuevo Ejecutivo: izquierda verde, socialdemócratas y otra formación liberal.

Los cuatro partidos suman 23 de los 31 escaños del Inatsisartut, el Parlamento de este territorio dependiente de Dinamarca pero con autonomía reforzada desde el 2009. “El 75% de la población está unida a través de esta coalición”, dijo Nielsen al presentar a su equipo, que incluye al actual primer ministro en funciones, el izquierdista verde Múte Bourup Egede, que llevará la cartera de Finanzas. Nielsen será investido primer ministro la próxima semana.

La nueva coalición de Gobierno

Aunque tres de los cuatro partidos son independentistas, el peligro de Estados Unidos lleva a Nuuk a aparcar la independencia respecto a Dinamarca: “Debemos actuar con cautela”

“Es muy importante que dejemos de lado nuestros desacuerdos y diferencias, porque solo así podremos hacer frente a la fuerte presión a la que estamos expuestos desde el exterior”, afirmó Nielsen en la presentación de la coalición en el centro cultural Katuaq, a dos pasos del Parlamento, en la capital, Nuuk. Terminado el acto, Nielsen dijo a la televisión pública danesa DR que, aunque JD Vance “aterriza en unas instalaciones que son de Estados Unidos”, en el fondo “toda esta situación de venir de visita cuando no hay un Gobierno, no es una señal de respeto a un aliado”.

El programa de coalición, según medios locales, dice: “Necesitamos estabilidad y unidad en un momento en que actores externos intentan influir en el desarrollo de nuestra nación; en lo que respecta a la independencia, es importante que actuemos con cautela”.

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Tanto Demokraatit como la izquierda verde de Inuit Ataqatigiit, AI (Comunidad de la gente; inuit significa gente) y los socialdemócratas de Siumut (Adelante) propugnan la independencia en el medio o largo plazo, mientras que el partido liberal Atassut (Solidaridad), prefiere mantener a Groenlandia dentro del reino de Dinamarca.

En la práctica, el amplio acuerdo de coalición aparca la cuestión de la independencia para centrarse en resistir la presión de Trump. El segundo partido más votado, el centrista Naleraq (Punto de orientación), que propugna independencia ya y que además es mucho más tibio que el resto de formaciones en el rechazo al agresivo cortejo estadounidense, se queda así fuera del Gobierno.

Según una encuesta de finales de enero, el 85% de los groenlandeses –la población es de 57.000 habitantes– no quiere que su isla pase ser territorio de Estados Unidos. Esa misma encuesta indica que el 84% desea la independencia de Dinamarca, pero el 45% la quiere solo si no tiene un impacto negativo en su nivel de vida.

Aqqalu Jerimiassen, liberal pro Dinamarca;Jens-Frederik Nielsen, liberal y futuro primer ministro; Múte Bourup Egede, izquierdista verde y premier saliente; y Vivian Motzfeldt,socialdemócrata

Leonhard Foeger / REUTERS

Los groenlandeses de a pie dieron a entender que la delegación estadounidense no encontraría una cálida bienvenida. Inicialmente, Usha Vance iba a ir sin su marido a una popular carrera de trineos tirados por perros en Sisimiut, segunda ciudad tras la capital, Nuuk, adonde iba a acudir también para visitas culturales. Pero la constatación de que la segunda dama no iba a ser bien recibida llevó a Washington a modificar el programa, incluyendo a JD Vance y limitándolo a la base de Pituffik, bajo control de Estados Unidos desde un acuerdo bilateral con Dinamarca de 1951.

Malik Berthelsen, alcalde de Sisimiut, la localidad de 5.600 habitantes que acoge cada año la competición de trineos con perros, rechazó reunirse con la esposa de JD Vance, según informó el diario groenlandés Sermitsiaq. Para zafarse de la presión de la avanzadilla estadounidense que preparaba la visita, Berthelsen alegó que estaba en plena campaña para las elecciones municipales, que se celebran el próximo 1 de abril. Todo apunta a que Washington se dio cuenta de que se dirigía hacia una operación de relaciones públicas que iba a fracasar, y por eso decidió cambiar de planes.