Vivió desde primera fila la Copa del Amèrica. Primero, como presidenta de Barcelona Global preparando la candidatura y luego como vicepresidenta del evento. Ingeniera Industrial por la UPC y MBA por IESE, inició su carrera en el mundo de la automoción, para pasar al de la comunicación en la dirección territorial de RTVE y más tarde en el Grupo Recoletos y Planeta. Es consejera en Repsol y Banc Sabadell.
Prestigio
“Gracias a Barcelona la Copa del América tiene ahora más pretendientes”
¿Barcelona debería acoger otra Copa del América?
Podría. Que sea la próxima, está por ver... Hoy parece más que no que sí, pero si no es la siguiente, puede ser otra. Lo cierto es que ha habido una unanimidad. Lo dijo Grant Dalton y todos los equipos. La de Barcelona ha sido la mejor edición que recuerdan. La ciudad se volcó y se ha implicado y ha habido un alineamiento de las tres administraciones de diferentes colores. La Copa ha sido un momento importante. Barcelona ha vuelto a brillar. Barcelona is back.
¿Animaría al sector privado a que financiara otra edición?
El sector privado ya ayudó y apostó mucho. Comprometieron unos avales que luego no hicieron falta, pero que estaban allí desde el principio. Sin el sector privado, igual que sin el sector público, esto no habría prosperado.
¿Qué equilibrio entre aportación pública y privada tendría más sentido?
Esto puede ser un debate. En cualquier caso, también gracias a Barcelona, la Copa del América tiene ahora más pretendientes. Y también cabe la posibilidad que vuelvan a Auckland (Nueva Zelanda).
La última edición allí, en plena pandemia, fue difícil y la marcha del equipo generó polémica...
Bueno... Pero también es cierto que de los seis equipos que competían, cuatro estaban en Europa. Por lo tanto, también tenía mucho sentido cambiar de sede de cara a la afición y al seguimiento. Cuando se celebra en Nueva Zelanda tú te levantas y ya ha pasado....
¿Qué aporta más la Copa a Barcelona o Barcelona a la Copa?
Ha sido un win-win. Ha habido complicidad en los dos sentidos.
Las cuentas
“Tendremos unas cifras muy claras, la UB está ultimando la auditoría”
Entonces, ¿qué pasó en aquella reunión entre Grant Dalton y el primer teniente Jordi Valls?
Yo no estaba... pero no hay que sacar las cosas de contexto... No se han repetido en la misma sede los Juegos Olímpicos y tampoco la Copa del América. Y eso no quiere decir que no la puedas acabar haciendo otra vez.
Aquella reunión tras la que Valls anunció que no habría siguiente edición en Barcelona, sorprendió a mucha gente.
Yo personalmente preferiría que se hubiera quedado, evidentemente. Pero tampoco es nada raro cambiar; rotar también es bueno.
¿Cómo ha quedado la relación entre Grant Dalton y la ciudad?
Creo que muy bien. De hecho la ciudad reconoció a Grant Dalton.
Pero se suspendió la ceremonia por la dana de Valencia.
Sí... Pero dos días antes llevamos la Copa al presidente de la Generalitat. Las relaciones son buenas, esto entra en la normalidad y lo importante es disfrutar del éxito.
Se ha hablado de Yida, Estambul o Málaga como opciones para la próxima edición...
También podría ser Auckland o alguna ciudad italiana... Hasta junio posiblemente no se acabará de decidir. Nunca hay que decir nunca pero al terminar la edición le dije a Grant que mi trabajo con la Copa había terminado. Y nosotros, cuando presentamos la candidatura, no es que fuéramos los últimos, es que ya no esperaba a nadie más. Queda mucho camino hasta que se tome una decisión.
¿Cómo vivió aquellos dos meses y medio de preparación de la candidatura?
Con mucha intensidad y un grandísimo equipo. La inspiración nos encontró trabajando. Mi visión y la de Barcelona Global es la apuesta por el talento y por los sectores que aportan más valor añadido. Por eso creamos Barcelona&Partners, una agencia público-privada donde teníamos el apoyo de las tres administraciones y de 30 empresas, desde multinacionales tipo IBM o Enagás, a empresas catalanas. Teníamos un gran equipo liderado por Ángel García. Él y Mateu Hernández y todos trabajaron a contrarreloj para hacer una candidatura atractiva.
La aportación pública se ha visto compensada por el retorno?
Esto se sabrá dentro de poco, la Universitat de Barcelona está haciendo un estudio y se está acabando la auditoría. Tendremos unas cifras muy claras. Yo creo que el retorno será muy bueno.
También se presentó un estudio que aseguraba que la Copa generaría 2,5 millones de visitas...
Te puedo enseñar los papeles con los que se presentó la candidatura y son coherentes. Son coherentes con el público. El mismo Ayuntamiento y el puerto cada día iban consolidando las cifras.
¿Esperaban a más barceloneses mirando la regata?
Mi visión es exclusiva de esta edición. Lo que dice Grant Dalton y los equipos es que fue la mejor edición de la historia.
¿Alguna decepción? ¿Quizás el distanciamiento de la exalcaldesa Colau?
Ella estaba muy convencida en su momento. Si no, no hubiera firmado. Ha sido una copa abierta a todo el mundo. Para ir al campo del Barça tienes que pagar una entrada. Aquí, no. Se situó en el corazón de la ciudad, en el Port Vell y fue muy participativa.
¿Barcelona vive todavía de espaldas al mar? ¿La vela se sigue considerando de cuatro?
¡La vela no es de cuatro! Y con una plancha de surf, que la puede tener todo el mundo, ya se puede salir... Con los Juegos Olímpicos la ciudad se abrió al mar y creo que la Copa ha ayudado un poco a llevar a la gente al puerto y a disfrutar de este frente marítimo que tenemos. Y espero que esto continúe.
¿Cuál es ahora el reto de Barcelona?
Hay dos muy importantes, el relacionado con la inteligencia artificial y la formación y retención del talento. Esto cambia el paradigma. La única ventaja competitiva que no se puede copiar de una compañía es su equipo. Su talento.
¿Se avanza en el buen camino?
Creo que sí. Me parece fantástica la visión y voluntad del ‘Catalunya lidera’. Este cambio de chip. Siempre lo hemos hecho. Tenemos todos los ingredientes para volverlo a hacer.