Conseguir viajar desde el Maresme, hasta el Hospital Germans Trias y Pujol de Badalona, popularmente conocido como Can Ruti, el centro de referencia para la atención de pacientes de alta complejidad, para los usuarios es una proeza. El habitual caos en Rodalies hace desistir del viaje en tren, lo que provoca el hastío y la protesta de los pacientes, movilizados para reclamar una conexión entre los municipios del litoral y el hospital.
El viaje desde Montgat (Maresme) hasta Can Ruti en vehículo privado, ejemplifican, no supera los 18 minutos. El mismo trayecto con transporte público puede suponer una epopeya de hora y media “siempre y cuando Renfe vaya a su hora” inciden los impulsores de la campaña para reclamar un transporte público con garantías. En la estación de Badalona sale un autobús cada tres minutos hacia el hospital “pero son vehículos que no están adaptados para gente mayor” lamentan.
Por lo general, a Can Ruti acuden personas de la comarca con patologías graves que precisan de un tratamiento intensivo, como quimioterapia o diálisis y que están obligados a prescindir del vehículo privado “porqué en Can Ruti es imposible aparcar”, incide Gloria Dachs, una vecina de Arenys de Mar, que sólo con su “mano a mano” ha conseguido reunir más de 6.000 firmas en el municipio para reivindicar un servicio de autobús hasta el hospital.
Apuntan igualmente que, “si quieres usar las ambulancias de la sanidad pública” la situación es descrita “como más caótica si cabe, ya que te dejan a las siete de la mañana en una silla de ruedas y te recogen a las siete de la tarde” con lo que suma un nuevo dispendio “como tenernos que pagar el menú”.

ME-HOSPITAL DE CAN RUTI, GERMANS TRIAS DE BADALONA
La opción del taxi, para algunos usuarios es un recurso paralelo “pero con unos costes difíciles de asumir para las economías de pensionistas”. Relatan que un taxi desde Arenys de Mar a Can Ruti “tiene un coste de 150 euros, ida y vuelta” lo que garantizan “no es asumible para todos”.
“La situación es tan deplorable” explican los afectados, que se dan casos inauditos de personas que acuden al centro médico “a las tres de la mañana para garantizarse un aparcamiento” antes de que se colapse el limitado espacio con el que cuenta el recinto hospitalario. “El problema, es que a las siete vienen todos los trabajadores con su vehículo privado” confirman. Las consultas se abren a las ocho y “ya no queda espacio para estacionar” como también reconocen fuentes municipales.
“Preferimos que nos programen visitas a las tres de la madrugada” detalla José Manuel López, uno de los habituales del centro hospitalario: “madrugas, pero evitas hacer sufrir el acompañante y al enfermo, con tanto trasiego”.
Una solución inmediata pasaría por implantar autobuses lanzadera desde el Maresme hasta Can Ruti
Desde el hospital dicen ser conscientes de la problemática e intentan aplicar medidas que hasta el momento “han permitido ganar 150 plazas de estacionamiento”. Además, mantienen recursos de concienciación para los trabajadores, como el Rutibus, el coche compartido o el aparcamiento VAO, pero que cuentan con poca aceptación entre el personal hospitalario.
La zona sanitaria, que también abarca el Institut Gutmann y la Fundació Carreras, está en plena expansión y por tanto precisa de una nueva planificación de la movilidad. En este sentido, el Ayuntamiento de Badalona contempla construir un espacio subterráneo de “74.875 metros para aparcamiento” detalla el segundo teniente de alcalde, Daniel Gracia. Entre tanto “poco más podemos hacer que mantener los buses urbanos con una frecuencia de metro desde la estación Renfe hasta Can Ruti" y planificar nuevas medidas paliativas “desde la mesa de planificación mixta” integrada por el ayuntamiento y los nueve operadores sanitarios implicados, para garantizar que “las 16.000 personas que diariamente acuden al hospital lo puedan hacer con las mayores garantías de movilidad”. La solución, apunta, “es agilizar el gran aparcamiento subterráneo” o, por otro lado “implantar buses lanzadera desde las poblaciones del Maresme”.
‘Bus de Can Ruti’:
La nueva reivindicación vecinal en el Maresme
Lo que empezó como la reivindicación local de una vecina recogiendo firmas por los comercios de Arenys de Mar, tiene visos de convertirse en una nueva lucha vecinal en toda la comarca del Maresme. De la campaña se ha hecho eco la Associació de Veïns d’Arenys de Mar (AVAM) que ha implicado a la Coordinadora en Defensa de la Sanitat Pública del Maresme y ha amplificado la reivindicación en las redes sociales y en la plataforma .
Desde la AVAM, su presidente, Carles Esquerra, recuerda que la ciudadanía “es la titular del servicio” y de la sanidad pública, por lo que también “es quien lo financia” y por tanto "debe poder disfrutar del mismo, con todos los beneficios y ventajas posibles.