No seré yo quien niegue que nunca hubo vocación política manifiesta, excepto en los años de la transición, por conmemorar que los valencianos recuperamos el autogobierno en los años 80 que nos fue arrebatado tras la batalla de Almansa, el 25 de abril de 1707. Confrontación bélica, que incluyó el incendio de àپ, que permitió a Felipe V instaurar un régimen jacobino tras aniquilar el sistema institucional del antiguo Reino de Valencia. Como periodista he asistido, casi todos los años, al evento que en las Corts Valencianes se ha celebrado cada 25 d'Abril para recordar aquella trágica derrota y para celebrar que, aunque siglos después, volvemos a tener Estatut d' Autonomía y, con él, la Generalitat Valenciana y les Corts Valencianes. Eventos que, a decir verdad, siempre se han celebrado con excesiva contención y con casi nula repercusión social, más allá de algunos titulares de prensa.

La Batalla de Almansa, obra de Ricardo Balaca y Orejas Canseco (1862)
Pero este año no habrá celebración. Vox, formación que quiere acabar con el Estado de las Autonomías, y que por lo tanto rechaza la fórmula de autogobierno que recoge la Constitución del 78, se ha salido con la suya ante la incapacidad del PP. La derecha extrema, hay que reconocerlo, está logrando, poco a poco, imponer su marco político en la Comunidad Valenciana, doblegando el ideario liberal de los populares (vean el caso del negacionismo climático o la criminalización de los menores no acompañados migrantes) y forzando que se aniquilen todas aquellos elementos que, de alguna manera, forman parte de la identidad de los valencianos, como su lengua o instituciones culturales como À Punt, la AVL o el CVC, todas tildadas como “catalanistas” tanto por Vox como ahora por el PP. Lo asombroso es que los de Santiago Abascal lo consiguen con enorme facilidad frente a un PP incapaz de oponerse, necesitado de garantizar la estabilidad de Carlos Mazón a cualquier precio, y con una izquierda fracturada a la que la falta de reflejos (dzdzí no supo defender este evento en la Mesa de Les Corts el pasado lunes) comienza a ser inquietante.
Lo dijimos hace tiempo. Es la nuestra una periferia muda por nuestra incapacidad de interferir en el proceso de toma de decisiones en el Gobierno (la lista es larga, desde la financiación autonómica a las infraestructuras) pero, principalmente, por nuestra manifiesta incapacidad, como valencianos, de establecer consensos mínimos entre nosotros. Uno de estos, el de defender nuestro autogobierno y aquellos hechos históricos que han conformado nuestra memoria (aquí debemos incluir a nuestros autores e intelectuales) es un buen ejemplo. Con el añadido perverso de que nuestros líderes políticos regionales aceptan esta circunstancia a pesar de que esto les anula completamente para tener voz en Madrid, y con ellos a toda nuestra sociedad civil, incluyendo aquí a los empresarios. Es tanta nuestra debilidad, que una formación como Vox, que es la que menor representación tiene en las Corts Valencianes, está rediseñando todo el marco legislativo valenciano en su beneficio, lo que no deja de ser un reconocimiento explícito de la cómo la fortaleza de los simpatizantes del trumpismo están modificando los resortes institucionales valencianos.
Es tanta nuestra debilidad, que una formación como Vox, que es la que menor representación tiene en les Corts Valencianes, está rediseñando todo el marco legislativo valenciano en su beneficio”
Pero es que encima lo hacen con argumentos que en cualquier otra sociedad madura generarían una contundente respuesta de indignación: la de que no estamos para celebraciones a causa de la dana. ¡Pero si hace pocas semanas estuvimos celebrando unas Fallas que de no ser por la lluvia habrían sido las más participadas de la historia! ¿Creen ustedes que va a cambiar algo la dana en la celebración de les Fogueres de Sant Joan? A este paso, hasta el 9 d'Octubre se acabará convirtiendo en una anécdota; al tiempo. Dice la presidenta de las Corts Valencianes, Llanos Massó, que para celebrar el 25 d'Abril se leerá una declaración institucional (en el pleno del 15 de mayo) y que con eso basta para reivindicar la existencia del parlamento valenciano y la derrota de Almansa. Ya puestos, casi se podía hacer solo un tuit firmado por la cuenta de les Corts Valencianes. Puestos a ocultar nuestra historia, mejor hacerlo a lo grande.