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Pero mira como beben, los peces en el río

A los valencianos no nos ha hecho falta caer dentro de una marmita para desarrollar súper poderes. Porque desde pequeños estamos rodeados de pociones mágicas que invitan a la euforia.

En mi caso fue a la tierna edad de seis años. La culpa la tuvo una botella de mistela fresquita que había en la nevera de casa; también cogí un buen pepino con vino de misa en los tiempos que ejercía de monaguillo intendente en el colegio. ¡Cómo olvidar aquellos chorrazos de cazalla del tío Juan para desinfectar el agua del botijo! O el brebaje que preparaban nuestras madres cuando estábamos debiluchos: dos yemas de huevo con azúcar y vino de Jerez o Málaga Virgen, “ponche” le llamaban. Más rudimentarias eran las “sopas de burro cansado” en Galicia, homólogas del “pa-vi-sucre” de los valencianos. Por eso no había casos de TDAH.

Mistela de Xaló. El epílogo de las comidas en el restaurante Puigmola de Barx

Mistela de Xaló. El epílogo de las comidas en el restaurante Puigmola de Barx

© Paco Alonso

El alcohol es una droga socio-económicamente tan aceptada que se hace muy difícil esquivar sus chutes. Los fermentados digamos que son un mal menor, si los comparamos con los destilados en edades tempranas, como la adolescencia. Es ahí donde deberíamos ser tajantes y nada permisivos. Lo cierto es que nuestra tribu madruga para beber.

No hay ningún estudio de mercado sobre lo que bebe la gente cuando almuerza, pero a través de la observación hemos detectado que en su mayoría toman vino con gaseosa, seguido de cerveza. También se ven en las mesas botellas de agua y botes de refrescos cuando hay jóvenes. Probablemente el consumo de gaseosa en la Comunidad Valenciana sea el más alto de España, y también de vinos peleones llegados de regiones limítrofes: La Mancha y Cariñena, que a veces en la botella no hay ni datos para identificar su procedencia. Mezclar vino con gaseosa resulta en cierto modo liberador. Los clientes en verano piden vasos con hielo y limón, y prepararan Lambrusco a su gusto. Pocos grados y refrescante. La excepción la encontramos en zonas vitivinícolas autóctonas, donde las cooperativas distribuyen sus vinos y la calidad es más alta, como por ejemplo el rosado de bobal en Utiel-Requena; el Macameu de Vilafamés en Castellón; o el tinto de Monastrell en Villena. En estas tierras la experiencia con el vino es mucho más satisfactoria, aunque tampoco está mal visto que se mezcle con gaseosa. Como solía decir el patriarca de los Valsangiacomo, Arnoldo: “Menos liturgia con el vino, y más gaseosa”. A propósito de esta afirmación, la importancia de la gaseosa en tierras valencianas es notable, por ser una de las regiones pioneras en su fabricación y consumo. Marcas como La Flor de Valencia (Avd. del Puerto, 13) que en 1965 se convertiría en La Casera, pero hay decenas de marcas locales emblemáticas como El Siglo, EKO, Konga, La Señera…

No hay ningún estudio de mercado sobre lo que bebe la gente cuando almuerza, pero hemos detectado que en su mayoría toman vino con gaseosa, seguido de cerveza”

Somos tierra de vinos con 4 denominaciones de origen y media: (D.O. Utiel-Requena; D.O. Vinos de Valencia; D.O Vinos de Alicante; D.O. Cava de Requena y la I.G.P. Vino de la Tierra de Castellón). También es cierto que debido a las altas temperaturas el vino no es la mejor opción, y apetece mucho más una cerveza helada.

Tenemos otras bebidas que alegran nuestra existencia desde tiempo inmemorial. Las hay con propiedades saludables, curativas, alucinógenas, incluso energéticas. Algunas han sido estigmatizadas y prohibidas por su alta graduación. Todas a excepción de la horchata habrían sido perseguidas por Los Intocables de Elliot Ness durante la ley seca. Actualmente podemos disfrutar de todas con moderación. Son bebidas como nuestro pueblo, con sus luces y sus sombras, nacidas de alambique, mixtura, maceración o fermentación, todas sirven para brindar y desear salud al prójimo y a uno mismo. Otra cosa es que bebiendo podamos materializar ese anhelo.

Mis siete magníficas:

CASSALLA O ANÍS PALOMA

Es la bebida de la amistad, del comboi, de la perdición, del preámbulo. Existe la creencia generalizada de que abre el apetito. En algunas comarcas la toman antes de almorzar, en otras después, en otras a todas horas. Acompañada con un vaso de agua o mezclada con el líquido elemento es una paloma. Desde el famoso Anís Tenis de la familia Limiñana, en Monforte del Cid, hay varias prestigiosas destilerías a lo largo de nuestra comunidad que elaboran productos de similares características, como Cerveró (Cullera), Rios (Silla), Ferri (Bellreguard), Vidal (Almassora). Con el boom del almuerzo han aparecido innumerables marcas.

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Paco Alonso
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MISTELA

Es un licor elaborado con la mezcla de mosto recién prensado y la adición de alcohol vínico con una graduación de 15 grados. En la mayoría de casos de sabor dulce, se toma como acompañamiento de postres y pastas. El origen de la palabra mistela – Latin mixtela – mixtus “mezclado”. La variedad moscatel romana que cultivamos en esta tierra nos permite obtener mistelas de inmejorable calidad, como las de Xaló, Dénia, Turís, Cheste, Casinos.

CAFÉ LICOR

Es la bebida típica de las comarcas de L'Alcoià, la Vall d'Albaida, la Marina Alta, la Marina Baixa, la Safor y la Costera. Es una bebida de café con una graduación alcohólica de entre el 15-20%. Nada tiene que ver con el licor café gallego dulzón. También se le conoce con el nombre de “Burret”. Las marcas más conocidas son Cerol, Sancho, Truquet, Murero y Pastor. Sirven para realizar innumerables combinaciones con otras bebidas gaseosas y granizados.

HERBERO DE LA SERRA DE MARIOLA

Se elabora con hierbas expresamente seleccionadas y maceradas en un mezcla de anís dulce y seco al 50%. En la Sierra de Mariola crecen las plantas necesarias para elaborar este licor. Cada familia tiene su fórmula. El Herbero puede llevar: Salvia, manzanilla, poleo, hierba Luisa, raíz de cardo santo, menta piperita, rabo de gato, hierba de Sant Blai, hinojo, anís, melisa, agrimonia, ajedrea, zamarrilla, timó reial, hierba de San Guillermo y cantueso, que es otra variedad de tomillo.

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CANTUESO

Es típico de Elche. Se elabora a partir de la maceración del Cantueso o tomillo alicantino (Thymus moroderi). Hay quien cree que proviene de Monóvar donde hay referencias de su elaboración alrededor de 1800, aunque anteriormente se tomaba como infusión. Se obtiene por la destilación de la flor y pedúnculo de la planta del cantueso y alcohol neutro. Graduación entre 25-35% con contenido en azúcar de 100 gramos por litro.

ABSENTA

Es la bebida maldita y alucinógena que tomaban Edgar Allan Poe, Baudelaire, Munch, Oscar Wilde, Van Gogh, Gaugin o Rusiñol. Fue muy popular en Francia en el siglo XIX sobretodo entre los artistas, porque se decía que estimulaba la imaginación. Es una bebida esencialmente social, y se toma con agua muy fría. Tienía demasiada graduación como para ahora ser legal. En Pego recuerdo absenta “La Loca”, que causó furor en los años setenta.

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Debería ser la bebida de la que más orgullosos nos tendríamos que sentir. El Fondillón es un vino elegante y dulce elaborado en la provincia de Alicante exclusivamente, con uva de la variedad Monastrell. Se caracteriza por alta graduación 18%. A diferencia de otros vinos fortificados, su alcohol procede del azúcar presente en la uva. Afortunadamente varios bodegueros alicantinos han salvado del olvido este tesoro: Primitivo Quiles, Salvador Poveda y Eleuterio Llorca que consiguieron recuperar cubas con soleras de 1871, 1892 y 1948 para producir sus Fondillones. Es un vino excepcional que necesita un proceso de crianza de como mínimo 20-25 años para salir al mercado.

Otro día nos adentraremos en la coctelería valenciana, porque les aseguro que hay vida más allá del agua de València.

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