Hoy en día, con las redes sociales, cada vez tenemos más información sobre las personas. La gente se expone de una manera brutal en redes y cuenta detalles o enseña partes de su vida que hace años era prácticamente impensable que nadie revelara. Hoy, en cambio, tenemos más información de muchos ‘desconocidos’ de la que nuestros padres o abuelos tenían de sus propios amigos más cercanos.
Aunque decir que la información es poder puede parecer un tópico muy extendido, la realidad es que es cierto. Cuanto más conocen las personas de nosotros, más daño pueden hacernos, y eso es algo mucho más peligroso de lo que realmente pensamos.
En el pódcast ZZEN, la psicóloga Claudia Nicolasa, experta en perfiles psicópaticos, explica que hay 2 bases que los psicópatas y manipuladores utilizan para poder manipular así a su antojo a las personas, y asegura que la información es la primera de todas: “Lo primero de todo es recabar el máximo de información sobre ti. Cuanta más información tiene una persona de ti, muchos más recursos puede utilizar para manipularte”, explica.
Cuando vas a manipular a alguien, no lo haces en base a lo que para ti es importante o lo que te gustaría
Para representar esto, Nicolasa utiliza la metáfora del pescador, en la que básicamente explica que, de igual manera que cuando vas a pescar no pones en el anzuelo un solomillo, sino que pones un gusano, que es lo que más le gusta al pez, las personas que quieren manipularnos hacen lo mismo con nosotros:
“Cuando vas a manipular a alguien, no lo haces en base a lo que para ti es importante o lo que te gustaría. Primero, estudias a la persona y detectas cuáles son sus miedos, sus carencias, sus anhelos, sus traumas… y ese es el cebo que utilizas”, afirma.

Cuanta más información tiene alguien sobre ti más puede manipularte
La segunda base que todo manipulador utiliza es hacer creer a la otra persona que en todo momento está actuando bajo su propia voluntad. Nicolasa explica que esto es precisamente lo que sucede con los grupos o sectas, en los que la gente que se encuentra inmersa en ellos siempre asegura estar allí porque es lo que quieren.
“Una buena manipulación lo que hace es que tú te creas que no estás siendo manipulado, sino que son ideas que te han inoculado, pero que tú no te has dado cuenta. ¿Qué manipulación más cutre es si la persona se siente obligada a hacerlo?”, sentencia la psicóloga.