Caerse no es lo complicado. Lo difícil viene después, cuando toca elegir cómo hablarse a uno mismo. Porque ahí es donde empieza todo, en esa conversación interior que puede levantar o hundir. Hay quien se llama torpe, quien se insulta sin miramientos, como si el error definiera toda su vida. Pero también hay quien se dice que ha aprendido algo. En esa diferencia, muchas veces, está lo que algunos llaman suerte.
En una intervención emitida en RTVE, Mario Alonso Puig planteó una pregunta que va directa al fondo del asunto. Mientras explicaba cómo influye el lenguaje interno tras cometer un fallo, hizo referencia a una idea que le impactó hace años, procedente de uno de los nombres más conocidos en la historia de la psicología: William James.
Metáfora poderosa
¿Qué te vas a decir después?
Para contextualizar su argumento, Puig recordó cómo el pensador estadounidense diferenciaba dos tipos de caída: “Eres tú, con tu forma de hablarte cuando te caes, el que determina si te has caído en un bache o en una tumba”. Después de citar esa frase, añadió otra en la que resumía la encrucijada con la que se encuentra cualquiera que mete la pata: “¿Qué te vas a decir cuando has cometido un error?”.
El planteamiento gira en torno a una cuestión muy sencilla, aunque cargada de consecuencias. Puig contrastó dos posibles respuestas ante un error, sin necesidad de adornos ni explicaciones largas. Por un lado, describió la opción que lleva a machacarse con etiquetas como “fracasado”. Por otro, ofreció la alternativa que invita a analizar lo ocurrido desde otro ángulo, con esta frase que completó su reflexión: “O vas a decir, oye, lo he intentado, puedo aprender”.
Aunque se presentaba en un contexto de desarrollo personal, el mensaje se puede aplicar a muchas situaciones del día a día. No hace falta estar en una crisis vital para que el diálogo interno tenga peso. A veces, basta con un error pequeño, uno de esos que ocurren a menudo y que desencadenan un juicio inmediato. Lo que propone Puig no es ignorar lo que ha pasado, sino preguntarse cómo se reacciona después.