Cuando nos mudamos a un piso o casa debemos plantearnos este proceso como si de un lienzo en blanco se tratase. Poder transmitir en él nuestro estilo y personalidad es esencial, aunque, a veces, puede resultar más complicado de lo que parece.
Conocer las características de la vivienda y los diferentes trucos que podemos aplicar en ella resulta la fórmula perfecta para hacernos con ese hogar que tanto deseamos.
Para completar nuestro tintero de consejos y tips, hoy hemos hablado con las arquitectas y fundadoras de Acto Studio,María Figueras y Cristina Marcos, sobre estrategias que hagan de cualquier vivienda, una que hable de nosotros mismos.

Studio Acto
Según las expertas
Convertir una vivienda en un hogar
Como arquitectas, ¿me podríais decir qué es imprescindible para convertir una vivienda en hogar?
Para nosotras es la posibilidad de que haya recortes en el espacio. Es decir, cuando compartes casa o piso con alguien y tienes una habitación, por ejemplo, rectangular, ves que, inconscientemente, cada persona tiene sus rincones favoritos. Uno prefiere hacerse el café en un rincón, al otro le encanta leer al lado de la ventana... Aunque un espacio sea homogéneo -por ejemplo, en cocinas abiertas- las entradas de luz o los materiales pueden variar, y eso crea lugares que “abrazan”. Estos rincones son lo que hace que un lugar se sienta hogar.
Actualmente, cada vez vivimos en pisos más pequeños ¿Cómo podemos crear estos rincones en espacios reducidos?
Un gran truco es utilizar y adaptar la luz. Con ella podremos generar varios espacios. No una luz específica, sino la forma en que cada una (pueden ser lámparas, luz natural a través de una ventana...) encuentra su ambiente lumínico ideal: si te estás tomando un café y te da el sol en la cara, o si necesitas una luz más directa para leer, ese tipo de situaciones.

Proyecto de Studio Acto
También influye mucho el aspecto térmico, pero no solo en cuanto a temperatura real, sino en sensaciones. Hay materiales o colores que hacen un espacio más cálido, aunque térmicamente no cambie tanto. Por ejemplo, un suelo de madera rojizo transmite más calidez que uno gris, o una cocina hecha en madera oscura se siente más cálida que una en inox.
¿Qué otros elementos nos ayudan a aportar esa calidez?
Las superficies, colores y formas de diseñar son grandes herramientas. Lo que comentábamos anteriormente, una cocina de metal puede resultar fría, mientras que una de madera verde oscura puede ser más acogedora. Los materiales transmiten frío o calor, incluso físicamente: el inox siempre está frío, la madera más cálida, esa es la verdadera guía.

Proyecto de Studio Acto
También cortinas, alfombras… aportan calidez térmica y acústica. Pero es importante no usarlas solo por decoración, sino por funcionalidad: si hay cortinas, es porque entra demasiado sol; si hay una alfombra, es porque el suelo es frío. No decoramos por decorar.
Otro truco es la teoría del color, que dice que cualquier elemento en rojo hace que el espacio se vea más elegante y bonito.
¿Cómo podemos hacer que un espacio pequeño parezca más grande?
Una estrategia es utilizar elementos translúcidos en lugar de opacos. Lo translúcido insinúa que hay algo detrás, y el cerebro completa esa imagen, imaginando lo que no ve. Eso da sensación de profundidad.
Es como la sensualidad: enseñar una parte y esconder otra. Estas “trampitas” son efectivas a la hora de agrandar visualmente un espacio. No se trata solo de eliminar barreras. A veces, insinuar es más poderoso que mostrarlo todo.