Eloi, nombre de pila del testimonio que explicaremos a continuación, lleva más de veinte años conduciendo a diario un scooter por Barcelona. Es una Honda SH de 125 cc, es decir, uno de los modelos más robados en la ciudad. Un día de abril de 2014 fue al gimnasio y la dejó aparcada en la calle con las llaves puestas. Al salir del centro deportivo, la moto ya había desaparecido.
Los Mossos d’Esquadra recuperaron su Honda SH robada en un control realizado durante la verbena de Sant Joan
Tras hacer la pertinente denuncia, esperó un mes y medio antes de comprarse otra, una Piaggio Liberty. En la noche de Sant Joan del año siguiente, de madrugada, recibió una llamada de los Mossos d’Esquadra diciendo que habían recuperado su vehículo en un control realizado durante la verbena. Salvo algunos rasguños, la moto estaba en correcto estado. Así, decidió vender el modelo italiano para seguir usando el japonés.

Eloi, a lomos de su moto Honda SH 125i, robada en dos ocasiones, pero siempre recuperada
Poco le duró la alegría a Eloi. A mediados de julio de 2017 acudió a una cena en el centro de la capital catalana. Estacionó su Honda en la calle Muntaner y cogió las llaves (desde su fatídico descuido, admite que ya no se las había olvidado más en el contacto). Sin embargo, cuando regresó el vehículo ya no estaba. La buscó por las calles colindantes por si la noche le había confundido y en realidad la había dejado en otro lugar, pero nada. Se había esfumado. Bueno, mejor dicho, la habían hecho desaparecer. “No podía creer que me estuviera pasando de nuevo: me habían robado la misma moto dos veces”, se lamenta.
En comisaría le explicaron que uno de los métodos que utilizan los ladrones es cargar la moto en una furgoneta para llevársela. Y en estos casos no es tan fácil recuperarla porque a menudo la despiezan y la sacan del país. Tras las vacaciones, decidió comprarse otro scooter, nuevamente una Piaggio Liberty.

Las motos aparcadas en la calle tienen más riesgo de ser robadas
Ocho meses después recibió una llamada de la policía. Habían encontrado su SH abandonada en un polígono. Seguramente, la intención era dejarla allí solo unos días por si tenía algún geolocalizador que permitiera a su propietario encontrarla. Sin embargo, por algún motivo, los ladrones nunca volvieron a buscarla. Así, Eloi vendió su -segunda- Piaggio y se quedó nuevamente con la Honda, que aún sigue utilizando para sus desplazamientos urbanos. Aunque se dice que “no hay dos sin tres”, él confía en que no se la robarán de nuevo.
En 2023, se robaron 2.587 motos en Barcelona; solo 4 de cada 10 se han podido recuperar y devolver a sus propietarios
Si recuperar una moto robada es difícil. Recuperar la misma dos veces aún lo es más. Seguramente, el caso de Eloi es atípico. Según datos facilitados por los Mossos d’Esquadra, solo el año pasado se sustrajeron 2.587 motos en Barcelona. De ellas, se pudieron recuperar un 40% (1.028), por lo que seis de cada diez no se han devuelto a sus propietarios.
Operación Senda para generar “inteligencia policial”
Para poder generar “inteligencia policial” sobre los grupos criminales que hay detrás de los robos de motocicletas, los Mossos pusieron en marcha el pasado 16 de mayo el dispositivo Senda -nombre homónimo al del modelo que Derbi lanzó al mercado en 1993- en el área de Barcelona. Durante casi dos semanas, controlaron un total de 1.331 íܱDz, 16 de los cuales habían sido sustraídos y se recuperaron. En este tiempo detuvieron a ocho personas, dos de ellas por el robo y uso de motocicleta.