Los ԱܳáپDz son un elemento clave en la seguridad de un coche al ser el único punto de contacto del vehículo con el asfalto. Por esta razón es muy importante su mantenimiento, aunque los datos de la patronal de las estaciones de ITV, Aeca-ITV demuestran que los automovilistas no les prestan demasiada atención: dos de cada 10 íܱDz que suspenden la inspección lo hacen por el mal estado de los ԱܳáپDz.
Los ԱܳáپDz hay que sustituirlos cuando se desgastan, por regla general entre los 40.000 y 60.000 kilómetros, aunque varía en función de diversos factores. La calidad de las gomas, el tipo de coche o el estilo de conducción influyen en el desgaste, por lo que las marcas aconsejan inspeccionar los ԱܳáپDz del vehículo pasados seis años desde su montaje, aunque se hayan recorrido pocos kilómetros.

Un hombre infla un neumático de su coche
Uno de los puntos que hay que revisar es el dibujo de la cubierta para cerciorarse de que tenga la profundidad reglamentaria. La normativa establece debe ser de 1,6 mm como mínimo aunque los fabricantes aconsejan que la cifra no baje de los 3 mm.
Uno de los trucos más extendidos para realizar la comprobación consiste en colocar una moneda de un euro en la ranura del neumático y observar si la profundidad del surco cubre el borde dorado. Si el borde no queda oculto se recomienda cambiar el neumático.
Fesvial denuncia que este truco casero es una estrategia orquestada por los fabricantes para sustituir los ԱܳáپDz antes de tiempo
Sin embargo, esta recomendación de medir la profundidad legal del dibujo del neumático con una moneda de un euro es “totalmente desaconsejable”, tanto por motivos de eficiencia como de sostenibilidad, asegura Fesvial (Fundación para la Seguridad Vial), basándose en un estudio.
Esta organización considera que esta recomendación tan generalizada puede ser “un bulo sin fundamento, en el mejor de los casos, cuando no una manipulación intencionada para forzarnos a cambiar los ԱܳáپDz antes de que finalicen su vida útil dentro de los parámetros legales y de seguridad”.