El apoyo cerrado que Vox brindó a Donald Trump tras su victoria electoral y la llegada a la Casa Blanca ha situado a la formación en un escenario incómodo en cuanto a la política arancelaria y su impacto en España, que ayer trató de zanjar. “Es una malísima noticia”, señaló el portavoz económico en el Congreso, José María Figaredo. La formación de Santiago Abascal relativizó en sus inicios la estrategia de Washington, al subrayar –se decía– que cada país tiene derecho a defender sus intereses legítimos. Y se admite que hubo confusión en el mensaje que se trata de corregir.
Ayer, con la decisión consumada y el impacto cuantificado sobre la mesa, Vox quiso trasladar una “crítica absoluta” a la decisión de la Administración Trump. Pero una crítica que se acompañó sobre todo de una carga de fondo contra las políticas fiscales del Gobierno de Pedro Sánchez y también de la Unión Europea capitaneada por Ursula Von der Leyen. Los aranceles, dijo Figaredo, caen sobre una “industria, una España, una Europa debilitadas”. La formación de extrema derecha ponía el foco en el “Pacto Verde y las normas derivadas de la Agenda 2030” al entender que de ellos se derivan políticas fiscales lesivas para la industria y el campo español. Se gira el centro de atención, y a partir del lunes Vox empezará a desgranar las medidas que presentará en el Congreso para “liberar” a la industria española de cargas fiscales y con una especial atención al sector del campo.
Vox traslada al PP su malestar por las palabras de Feijóo, acusando a Abascal de falta de patriotismo
No es que Vox cambie su línea en la política exterior y con respecto a la gestión global de Trump sino que, según se señala desde este partido, hay encuentros y también desavenencias en algunas materias. En este contexto de la relaciones con EE.UU., fueron especialmente mal recibidas las críticas de Alberto Núñez Feijóo a Santiago Abascal, y así se hizo llegar a la sede de la calle Génova. El presidente popular acusó a Vox de mantener un “silencio connivente” y de falta de patriotismo. Abascal le acusó de mentiroso, de “seguir apoyando el Pacto Verde y toda la basura ideológica, de apoyar al socialismo en Bruselas y de seguir “cooperando con el Partido Comunista Chino”. Se le recordó al PP que el enemigo político en España sigue siendo Sánchez.
El portavoz económico había pedido al Gobierno español que abra una negociación con Trump al considerar que es más interesante mantener las relaciones comerciales con EE.UU. que con China. Tras las posiciones confusas sobre los aranceles, Vox quiere volver a subrayar que su política se basa en “proteger a los nuestros”.