La presidenta del Congreso, Francina Armengol, accederá, esta vez sí, a cambiar las fechas del pleno de la Cámara Baja que coincidía con el congreso del Partido Popular Europeo que se celebrará en València los días 29 y 30 de abril, coincidiendo con los seis meses de la terrible dana que se ha cobrado la vida de 228 personas.
Según fuentes de la presidencia del Congreso, el PP ha propuesto este cambio y la presidenta de la Cámara ha consultado a la Junta de Portavoces y, como hay mayoría PP y PSOE, la Mesa modificará el calendario y el pleno se celebrará finalmente la semana del 5 de mayo.
El PP temía que el Gobierno aprovechara la ausencia de diputados populares en Madrid, incluso del mismo Alberto Núñez Feijóo, por el congreso del PPE para someter a votación decretos ley en el Congreso que de otro modo no conseguirían la mayoría de la Cámara, y por ello ya solicitó un cambio en febrero. Fuentes del PP señalaron que la respuesta fue “negativa” y “tajante”, ha asegurado. Mientras que, fuentes de la Presidencia del Congreso, indicaron que cuando el PP planteó esta cuestión se decidió por unanimidad que no cabía un cambio en el calendario a esas alturas: “Clama al cielo que también se acuse a Armengol del tema de su congreso cuando el PP apoyó el calendario en las dos Mesas que lo aprobaron hace un mes”, argumentaron.
En dos meses la situación ha cambiado radicalmente. El Gobierno está negociando con el PP su apoyo a las medidas que este martes ha aprobado el Consejo de Ministros para hacer frente a los aranceles impuestos por la Administración de Donald Trump, del 20% en el caso de los productos de la Unión Europea. El cambio de fechas se puede interpretar como un gesto de buena voluntad de la parte socialista de la Mesa de cara al PP.
Los populares incluso habían estudiado la posibilidad de trasladar el congreso del PPE a Madrid en las mismas fechas, también por la incomodidad no manifestada de que fuera precisamente en València, cuando el presidente de la Comunidad, Carlos Mazón, está en la diana de todas las críticas por su gestión de la dana y por sus acuerdos presupuestarios con Vox, formación que culpa a la Comisión Europea, al presidente del Gobierno y al propio PP de la política arancelaria de Trump. Finalmente el PPE rechazó este traslado a Madrid por los costes que hubiera supuesto en indemnizaciones puesto que tenían todas las reservas hechas.