“Ahora estamos en responder a lo urgente”, advierte Pedro Sánchez ante el agitado curso de la legislatura. El presidente del Gobierno ya resaltó en su última comparecencia en el Congreso que Jean Monnet, uno de los padres fundadores de la actual Unión Europea, dio en el clavo al pronosticar que Europa se forjaría en las crisis y con la suma de las soluciones adoptadas para combatirlas. Pero también los mandatos de Sánchez, desde su imprevisto aterrizaje en el palacio de la Moncloa en el 2018, se están fraguando a golpe de sucesivas e inesperadas crisis sobrevenidas y de los consiguientes planes de reacción urgentes para darles respuesta.
La anterior legislatura se vio inicialmente sacudida por la crisis sanitaria de la pandemia del coronavirus y sus devastadores efectos económicos y sociales, afrontó hasta la erupción de un volcán en La Palma y otras emergencias naturales y climáticas, como el Filomena, y culminó con la invasión rusa de Ucrania y con las consecuencias de una crisis energética y también inflacionaria.
El jefe del Ejecutivo asegura tener ya “bastante contrastado” su buen desempeño en la gestión de crisis
Y el actual mandato de Sánchez, en apenas año y medio de vida, acumula ya una ofensiva política, judicial y mediática ante supuestos escándalos de corrupción que salpican al Gobierno y tratan de afectar a la propia familia del presidente, los desastrosos efectos de la dana de Valencia y, tras el terremoto geopolítico provocado por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la imperiosa necesidad de aumentar el gasto en defensa y seguridad, y con una guerra comercial global en curso. El líder socialista afronta todas estas dificultades con la convicción de que ya tiene “bastante contrastado” su buen desempeño en la gestión de las sucesivas crisis.
Pese a que Sánchez ya consiguió salvar en este mandato algunos proyectos de calado –como la revalorización de las pensiones, la subida del salario mínimo o la renovación del Consejo General del Poder Judicial–, la agria pugna partidista e ideológica con el PP, en un escenario de auge de la ultraderecha, junto a la minoría parlamentaria del Gobierno –entre constantes y crecientes amenazas de Junts per Catalunya o de Podemos–, entorpecen o imposibilitan la aprobación de algunos importantes proyectos inicialmente previstos, desde los primeros presupuestos generales del Estado de la legislatura hasta la eternamente pendiente reforma del sistema de financiación autonómica.

Pedro Sánchez junto al presidente de China,Xi Jinping, la semana pasada
Los programas de reacción a la sucesión de crisis que implementa el Ejecutivo de Sánchez, no obstante, están dotando de contenido a un mandato que no logra desprenderse del sambenito de incierto e inestable con el que nació en noviembre del 2023.
Estos planes de gestión anticrisis, según consideran en el Gobierno, están reforzando el liderazgo de Pedro Sánchez e incluso dando proyección a la actual legislatura para poder culminarla, como pretenden, en el 2027. Y el propio jefe del Ejecutivo asegura que, aún con los presupuestos prorrogados desde el 2023, dispone de “margen y capacidad financiera” para poder dar una respuesta a estas crisis.
Tiempo muerto y acción
Justo ahora se cumple el primer aniversario de los insólitos cinco días de vértigo de abril del 2024 en los que Sánchez pidió tiempo muerto y se retiró de escena, para reflexionar sobre su continuidad en el cargo, después de que el juez Juan Carlos Peinado abriera una investigación contra su mujer, Begoña Gómez, por los presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, a raíz de una denuncia de la organización ultra Manos Limpias.
Un año después de la reflexión de Sánchez sobre su continuidad, el plan de “regeneración” avanza algunos pasos
El jefe del Ejecutivo decidió finalmente seguir en el cargo, “con más fuerza si cabe”, y anunció la puesta en marcha de un plan de “regeneración” democrática. El Gobierno presentó cinco meses después, ya en septiembre, su plan de acción por la democracia. Un extenso programa, con hasta 31 medidas, que se iría aterrizando en iniciativas legislativas –enmarcadas en recomendaciones de la Comisión Europea– en los siguientes tres años, hasta el final de la legislatura, previsto para el 2027. En ello sigue: el último Consejo de Ministros aprobó un anteproyecto de reforma de la ley electoral que incluye dos de las medidas incluidas en el plan: la obligatoriedad de los debates electorales y de publicar los microdatos de las encuestas durante las campañas.
Legislación de emergencia
El Gobierno reaccionó con un nuevo paquete de “legislación de emergencia” ante los devastadores efectos de la gota fría del pasado mes de octubre, sobre todo en la provincia de Valencia, con cuatro decretos y otros acuerdos aprobados por el Consejo de Ministros en las semanas siguientes, con medidas urgentes para paliar los daños causados por esta nueva manifestación de la emergencia climática. Según los últimos datos del Ejecutivo, y pese a las críticas del PP y del presidente valenciano, Carlos Mazón, ya se abonaron 5.006 millones de euros a los afectados por la dana.
Cañones y mantequilla
Ante el abrupto cambio del escenario geopolítico impulsado por el nuevo inquilino de la Casa Blanca, la amenaza de retirar el paraguas de seguridad de Estados Unidos y su urgente demanda de que Europa aumente el gasto en defensa, Sánchez anunció el pasado 26 de marzo la elaboración de un plan nacional para el desarrollo e impulso de la tecnología y la industria de la seguridad y defensa.
La irrupción de Trump ya activó dos proyectos de respuesta, urgente en materia comercial y para junio en defensa
El objetivo es cumplir lo antes posible el compromiso adquirido con la OTAN y la UE de incrementar la inversión en estas materias hasta el 2% del PIB. El presidente aseguró que presentará el detalle de este nuevo plan antes del próximo verano y, ante los recelos de la izquierda por el aumento del gasto militar, garantizó la preservación del Estado de bienestar y que el programa se desplegará “sin tocar un céntimo del gasto social o medioambiental”.
La guerra arancelaria
El pasado 3 de abril, Sánchez anunció igualmente el “despliegue inmediato” de un plan de respuesta y relanzamiento comercial, que movilizará hasta 14.100 millones de euros –con 7.400 millones de nueva financiación– para hacer frente a los impactos negativos de la guerra arancelaria lanzada por Trump, de manera preventiva ya que el escenario aún es muy incierto, con otra quincena de medidas.
Y el Consejo de Ministros del pasado martes ya acordó la activación de los primeros 1.000 millones de euros, con avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO), para mantener la liquidez de las empresas españolas que se vean afectadas por las nuevas tasas de Trump.