Suits está de moda (otra vez) en Estados Unidos. No han aparecido nuevos episodios. No es que esté disponible en streaming por primera vez. No es que otra persona de su reparto vaya a tener una boda real. Lo que pasa es, como ya ha sucedido en otras ocasiones con series ya emitidas, el factor Netflix: la plataforma de contenidos vuelve a tener los derechos de emisión en su mercado original y, de repente, domina la lista de visionados del país.
La empresa Nielsen, que analiza los datos de consumo del streaming al margen de las notas de prensa de los servicios, informó que la serie de abogados había acumulado 3.100 millones de minutos vistos durante la última semana de junio. Superaba los 2.300 millones de minutos de la semana anterior, cuando se había lanzado en Netflix y los datos demostraban que el público estaba comenzando la serie desde el episodio piloto.
El drama legal bate récords de visionado en Netflix desde que llegó al catálogo en junio
Allí Netflix accedió en junio a las ocho primeras temporadas de Suits, que comparte con la plataforma Peacock de NBCUniversal, que ya tenía los episodios en su catálogo además de la novena y última temporada. Con este dato, Suits tiene el récord de serie adquirida más exitosa de la plataforma superando los 650 millones de minutos que Manifest obtuvo en su momento, y por los que la plataforma se convenció de resucitar la serie y producir una última temporada para cerrar las tramas.
El éxito de una serie finiquitada como Suits, que se emitió entre 2011 y 2019 en el canal de cable USA Network, no se puede decir que sea una sorpresa. Las series que las plataformas compran para tener fondo de armario a veces se convierten en verdaderos narcóticos para los clientes: solo hay que ver que ficciones como Anatomía de Grey o Ley y orden: Unidad de víctimas especiales, con dos décadas de historia y más de 20 episodios por temporada, funcionan de maravilla en la era del streaming, caracterizada por series de temporadas cortas y escaso recorrido.