Siguen las compras milmillonarias en la industria de los videojuegos. Después de la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft y de Zynga por Take-Two, ahora es el turno de Sony y Bungie. Ayer, la compañía japonesa anunció sus intenciones de comprar el estudio responsable de Destiny por 3,6 billones de dólares. Lejos de ser una respuesta en caliente a las acciones de Xbox, con este movimiento PlayStation pretende reforzar su catálogo multiplataforma.
Bungie es un estudio de videojuegos norteamericano situado en el estado de Washington. Se fundó en 1991 y son los responsables de revolucionar el género de los juegos de acción en primera persona. En el año 2000, Microsoft compró el estudio y, de esta unión, nació la franquicia Halo, el buque insignia de la familia Xbox. En 2007, Bungie salió de la empresa de Redmond y empezó un camino en solitario en colaboración con Activision.