A sus 92 años, Liana Romero Swirski sigue sorprendiendo con su historia de vida. Invitada al programa La Revuelta, la que fuera considerada la espía más joven de la Segunda Guerra Mundial compartió una anécdota que ejemplifica la tensión y el peligro con el que creció. Su madre, Larissa Swirski, fue una reconocida espía, primero al servicio de los nazis y luego como agente doble para los británicos, y utilizó a su hija como tapadera en diversas misiones en Gibraltar y Algeciras.
Una infancia marcada por el espionaje y el peligro
La arriesgada misión que casi les cuesta la vida
Uno de los momentos más peligrosos que vivió junto a su madre ocurrió cuando ambas fueron interceptadas en la frontera de Gibraltar mientras transportaban información clasificada. “Mi madre había tomado fotografías de los tanques de combustible destruidos en el puerto”, explicó Romero en el programa, recordando cómo Larissa escondió el carrete dentro de su guante, mientras que a ella le encargó ocultar la cámara en su bota.