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El efecto Aitana Bonmatí: boom del catalán en Granada

Universidad de Granada

Un centenar de estudiantes universitarios en Granada reciben clases de catalán y participan animados en tertulias

El efecto Aitana Bonmatí: boom del catalán en Granada
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Hablar catalán sin estar en Catalunya: los motivos detrás de la decisión de estos jóvenes

El Barça Femenino abre a sus fans caminos insondables. El pasado 30 de marzo jugó en Granada. Entre los fans culés que vitoreaban en las gradas de la Ciudad Deportiva con la bandera del Barcelona se encontraban estudiantes universitarios que han aprendido catalán por su afición y para escuchar los partidos en canales catalanes. “Yo quería entender a Alexia (Putellas) o a Aitana (Bonmatí) cuando las entrevistan”, explica Marta Nieto (Moguer, Huelva) de 21 años de edad.

La Universidad de Granada, reconocida internacionalmente por su enseñanza de lenguas, imparte clases de catalán desde 1963. “Forma parte del plan de estudios del grado de traducción e interpretación como una optativa que los alumnos pueden escoger entre otras muchas (neerlandés, griego, búlgaro, etc.)”, explica Lourdes Sánchez, coordinadora y responsable académica de la facultad, y profesora titular de filología catalana.

También pueden escoger literatura catalana los estudiantes de estudios literarios dentro de la materia, literatura comparada. “En los últimos cursos hemos visto un creciente interés por el catalán. Y hemos abierto más matrículas aumentando los grupos”. En conjunto, hay unos ochenta alumnos estudiando la lengua y unos 20, literatura catalana.

Marta Nieto

“Yo quería entender a Alexia (Putellas) o a Aitana (Bonmatí) cuando las entrevistan”

La centrocampista del Barcelona dio un discurso en catalán cuando recibió el Balón de Oro: la siguieron muchas de las jóvenes, estudiantes de catalán. Marta no solo la escuchó sino que también la ha leído: Totes unides fem força! (editorial Base).“En clase de catalán hemos coincidido unas cuantas chicas aficionadas al Barça”, relata la joven. Llevadas por esta afición y por su interés en la lengua, quedan para ver películas o series como La casa en Flames , à o Crims .

Verónica Surowiec (Katowice, Polonia, 2003) de Erasmus en Granada es “muy culé”. Conoció el catalán en unas vacaciones en Mallorca y le enamoró la lengua y la isla donde quiere vivir. No solo ve el fútbol, también acude a tertulias y escucha canciones. Su favorita es Boig per tu , de SAU.

Lourdes Sánchez, coordinadora académica

“En los últimos cursos hemos visto un creciente interés por el catalán. Y hemos abierto más matrículas aumentando los grupos”

A Eva Palomares (18, Úbeda, Jaén) le gusta cantar ѾDzà , de Rosalía. “Que jo sé que he nascut per ser milionària, com si plogués llençant els bitllets pels aires”. Esta estudiante de filología inglesa, es casi una excepción en su pueblo, barcelonista en territorio merengue. Es seguidora de Pedri, Lamine Yamal, Raphinha o Balde

Fue Natalia Moreno (de 21 años, nacida en Lucena, Córdoba), a la que se le ocurrió crear la lista en Spotify Som Catalanes ( rebautizada como ձú) que ya acumula 80 canciones en catalán de grupos como Manel, Amics de les Arts, Txarango, Oques Grasses, Ginestà, The Tyets...etc. “Me encanta aprender idiomas. ¿Por qué iba a escoger una lengua lejana si aquí, en nuestro país, tenemos una variedad que nos hace ricos y plurales”.

Verónica, Camilo y Natalia

Verónica, Camilo y Natalia

JC

Natalia Moreno, alumna

Ha creado una lista de canciones catalanas en Spotify

Precisamente fue la música lo que llevó a Camilo de Vivo (de 22 años, Nápoles) a apuntarse a la optativa. “Quería entender las letras de mis canciones favoritas”. Políglota, además de su lengua materna, habla inglés, francés, portugués y español y está aprendiendo alemán, árabe y japonés junto a catalán.

Para Míriam Calatrava (de 18, Almería), también del Barcelona, hay una cuestión sentimental: su abuelo es catalán. Sus padres no lo hablan, pero ahora ella sí lo hace. Su abuelo está encantado con la nieta.

Jordi Clopés, profesor

“En septiembre, cuando llegué, me sorprendió ver tantos alumnos matriculados y los vi tan motivados que pensé que tenía que organizar actividades fuera del aula”.

Todos estos estudiantes, como Celia Blázquez (de 21, de Lorca, Murcia) que forjó amistad con unas catalanes en el Erasmus de Amberes (Bélgica) y quiere participar en sus conversaciones, son alumnos de la clase de Jordi Clopés, profesor visitante del Institut Ramon Llull, y asisten a las tertulias que éste organiza en el bar Enebro (las primeras las convocó en el restaurante de la peña del Real Madrid).

Estudiantes en el bar Enebro

Estudiantes en el bar Enebro

JC

“En septiembre, cuando llegué, me sorprendió ver tanto entusiasmo y quise organizar actividades fuera del aula”. En el grupo de whatsapp Tertùlia a través del que el docente cita a los entusiastas a cenas o salidas al mercado hay más de 80 contactos asociados. Los encuentros son de unas 30 personas. “Enseño catalán en Catalunya desde hace años y nunca vi tantas ganas por aprender” dice Clopés que comparte su tarea con Adrià Cervetto.

Pere Almeda, Institut Ramon Llull

Una película, una canción, un libro puede convertirse en un hilo desde el que estirar hacia el conocimiento más amplio de la cultura

En la ciudad se ven sus carteles: “Sant Jordi a Granada. Ruta literària entre versos i acords”.

En el grado de literatura catalán es una optativa de 3º y 4º (se imparte en castellano). “Descubren a los grandes autores catalanes con la sorpresa de no haberlos conocido en bachillerato”, afirma Sánchez. Ese es el lamento de Martha Blanco (Huelva, 2002) que la literatura vasca, gallega y catalana se ignore. Escritores que se desconocen porque no escriben en castellano “limitando la capacidad de entender otra manera de pensar”. Su trabajo de fin de grado es sobre Ángel Guimerà.

¿Prenderá la chispa y tendrá el catalán un futuro como el coreano que aprenden muchos jóvenes occidentales? “Existe mucha curiosidad, no solo en Granada”, explica Pere Almeda, director del Institut Ramon Llull. Una película, una canción, un libro puede convertirse en un hilo desde el que estirar hacia el conocimiento más amplio de la cultura. Los jóvenes, además, se muestran más desacomplejados. “Pero no nos engañemos, Corea tiene una política de Estado detrás de su estrategia. Y aquí, apenas hace unos días que se habla catalán en el Congreso”.

Estudiantes de la Universidad de Granada

Los estudiantes descubren formas verbales, giros lingüísticos y léxico particular. Sus palabras favoritas son: “bombolla”“tanmateix”, “poble”, “lloc”, “mandra” o “maduixa”

JC

El catalán se enseña en varias universidades españolas (las últimas en incorporarlo han sido la Complutense de Madrid, Alcalá de Henares y la Universid del País Vasco). En el exterior, hay 30 países que lo imparten, con unos 5.000 estudiantes. Y está presente de alguna manera (cursos, cátedras, actividades académicas) en 130 campus del mundo

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