Hasta hace relativamente poco, necesitábamos a una persona para poder entablar una conversación. Sin embargo, con la llegada de la inteligencia artificial (IA), la comunicación ha cambiado y ahora podemos dialogar con una máquina a través de un móvil o un ordenador. Esta revolución es posible gracias a máquinas como ChatGPT, un sistema de chat creado por una inteligencia artificial.
ChatGPT funciona con Generative Pre-Trained Transformer 3 (GPT-3), un modelo de lenguaje desarrollado a partir de inteligencia artificial. Los algoritmos de este sistema permiten a las máquinas realizar un aprendizaje profundo, adoptar nuevo vocabulario y producir textos que simulan la redacción humana. De esta forma, la máquina está optimizada para entablar conversaciones con personas.
Los usuarios pueden introducir cualquier tipo de información en el chat, ya sea una pregunta o una afirmación, y la IA responde gracias a la enorme cantidad de datos que ha acumulado (tiene más de 175 millones de parámetros). La aplicación genera una respuesta lo más certera posible.
Los algoritmos de ChatGPT son capaces de entender con precisión las preguntas y procesar los adjetivos o variaciones que se introduzcan. Además, el sistema incorpora cada nueva palabra, frase o respuesta en su base de datos y va corrigiendo sus errores, entrenándose para ofrecer la respuesta más coherente.