En la última newsletter les contábamos el enorme éxito que había tenido la serie Adolescencia de Netflix que, entre otras cosas, ha vuelto a poner sobre la mesa, si es que no lo estaba ya, el fenómeno de la manosfera. Un concepto que ha evolucionado con el tiempo. Apareció por primera vez allá por los años 90 del siglo pasado. En sus inicios, según explica Lionel S. Delgado, doctor en sociología, su contenido no estaba tan radicalizado. “Pero poco a poco, por el declive de los valores, la posmodernidad, la aparición de la identidad trol [comportamientos fomentados por el anonimato y la impunidad], los algoritmos y una vertiente lucrativa se fueron creando espacios que han ido creciendo y se han convertido en una cloaca ideológica cada vez más polarizada”.
Uno de los especímenes más conocidos de esta manada es Andrew Tate y en menor medida su hermano Tristan. Estos dos angelitos están siendo investigados en ܳí acusados de formar un grupo criminal organizado, trata de personas, tráfico de menores, relaciones sexuales con una menor y blanqueo de dinero. Ambos, por supuesto, han negado cualquier delito, y viajaron a finales de marzo desde Londres en avión privado bajo el lema de que los “hombres inocentes no huyen. Limpian su nombre en los tribunales”, según afirmaron en sus redes sociales.

Llados en una entrevista
En España, nos tenemos que conformar —que no es poco— con Llados, simplificación de su auténtico nombre Amadeo Lladós, todo un fenómeno en redes sociales que algunos no dudan en calificar de secta. Por ejemplo, el psicólogo clínico Miguel Perlado asegura que en su discurso, lleno de palabras como fucking, burpees, panza y mileurista, hay “hay poco heroico y mucha frustración”. En el epicentro de todo, como casi siempre últimamente, internet y las redes sociales, donde los creadores de contenido han visto nicho de mercado en el victimismo masculino y campo abierto para dar rienda suelta a nuevas formas de misoginia.
Sea como sea, ya hace tiempo que las encuestas sobre actitudes de género confirman que crece el número de hombres agraviados que están encontrando acomodo político en la ultraderecha y confort discursivo en la manosfera. Todo esto se ha alimentado, como decíamos, por cientos de vídeos en redes sociales creados por influencers, que difunden un discurso patriarcal sobre cómo deben comportarse los hombres, pero también las mujeres, para alcanzar “su mejor versión”. Contenidos que difunden ideas como que tienes que saber guiar a una persona, en este caso, a tu pareja. Tienes que proveer. De lo contrario, el primero que venga con más dinero te va a quitar a tu chica. Tienes que proteger a tu pareja, si le generas desconfianza. Cuando venga alguien más fuerte y más grande, también te dejará.
- Gafas contra el machismo. Un dispositivo ocular de realidad virtual permite colocar a los estudiantes en la piel de una adolescente en situación de violencia de género. Según la Fundación Anar, la mayoría de los adolescentes que denunciaron una agresión no eran conscientes de que la conducta previa de su pareja o expareja era ya violenta. Para entonces se habían enredado sin darse cuenta en los hilos viscosos que despliega el poder.
- Picante. Poder resistir altas dosis de picante está relacionado con la masculinidad en varias culturas. Los gustos gastronómicos no son ajenos al machismo. En la medida en que relacionamos cuestiones de fortaleza frente al sufrimiento con la masculinidad, se presupone que ‘ser un hombre de verdad’ conlleva aguantar altas dosis de picante.
- íپ. En todo caso, no está de más recordar, una vez más, que el machismo mata... perdón, el machismo asesina. En 2024, 47 mujeres fueron asesinadas a manos de sus parejas o exparejas. La más joven tenía solo 15 años.
Y ADEMÁS

Dos chicas celebran con un beso el día del Orgullo en València
- 'Fake news'. Un estudio revela que la generación Z, las personas de opiniones muy conservadoras y las mujeres son los grupos más propensos a caer en la desinformación.
- Identidad sexual. Más de una cuarta parte de las catalanas de la generación Z se declaran “no heterosexuales”, según un estudio de la Universitat Popmpeu Fabra. La ideología política juega un papel clave en este cambio de tendencias en la identidad sexual: las jóvenes que se declaran “de izquierdas” son mucho más propensas a identificarse como LGTBI+ que las conservadoras.
ENTREVISTA

Jorge Dioni
- Jorge Dioni. “El porno del siglo XXI está en manos de informáticos, es una mina de datos”. El autor publica un ensayo que relaciona la democratización del consumo pornográfico con la creciente importancia del individualismo en la esfera social y privada: “Lo que antes estaba en los extremos, hoy es mainstream.”
MICROMACHISMOS
- Coercitivo. Se producen cuando el hombre presiona a la mujer para imponerse. Para lograrlo, puede ejercer una presión psicológica, moral o económica. Se manifiesta en comportamientos muy sutiles como que el hombre se siente a la mesa y espere que le sirvan de comer, que él controle el mando de la televisión, etc.
- Encubiertos. Son imperceptibles y permiten que el hombre manipule a la mujer para hacer lo que él quiere y no lo que ella quiere. Este tipo de actitudes impiden que la mujer piense por sí misma y reaccione.
- De crisis. Aparecen cuando el hombre se siente amenazado por la mujer. Se trata de lenguaje, estrategias psicológicas y comportamientos que persiguen mantener la desigualdad cuando el hombre se ve amenazado porque la mujer aumenta su autonomía o poder personal.