La tecnologíainvade cada vez más facetas de nuestras vidas, lo que nos puede llevar acreer que es omnipotente, y que, gracias a ella, cualquier tareaen la que antes intervenía una persona, ahora es posible dejársela a una máquina,a alguno de los dispositivosa los que estamos perpetuamente conectados o a un algoritmo. Y no solo eso. Además, nos convencemos o nos convencen de que la tecnología, en especial la inteligencia artificial (IA), puede hacer cualquiera de estas cosas mucho mejor que el más entrenado y cualificado de los seres humanos. Y todavía no. Quizás algún día, pero definitivamente, aún no.
Pongamos como ejemplo la asistencia psicológica, donde en pocos meses, una ola de robots de terapia con IA ha inundado el mercado.“TerapIA, Terapeuta IA, Brain, Panda (Earkik), FeelBetterBot, Abby, La IA Psicóloga... son solo algunas de las primeras opciones que oferta un convencional gugleazo. Y las grandes IA conversacionales como ChatGPT o Gemini también ofrecen asistentes virtuales de psicología”, explicaba Mayte Rius hace unos días en bet365. Algunas han ofrecido resultados prometedores para personas con depresión, ansiedad o riesgo de desarrollar trastornos alimentarios..

El perro robot por las calles de Barcelona
Therabot ha sido desarrollada por un equipo de psiquiatras y psicólogos de la Facultad de Medicina Geisel del Dartmouth College (Estados Unidos) y según los resultados, publicados en el New England Journal of Medicine, muestran una reducción del 51% en los síntomas de quienes sufrían depresión, de un 31% entre quienes padecían ansiedad y del 19% en los que estaban preocupados por su imagen corporal. Esos resultados, según los investigadores, se asemejan a los obtenidos en ensayos controlados aleatorios con 16 horas de tratamiento con un psicoterapeuta humano. Claro, estos buenos resultados no implican que todos los psicobots sean igual de efectivos. Pero no se vayan, que aún hay más.
Los psicólogos y psiquiatras advierten que este sigue siendo un recurso que debe ser supervisado y que muestra límites con los pacientes de mayor complejidad, como por ejemplo los que tienen riesgo de suicidio. Y estos especialistas remarcan, además, que hay que separar claramente los resultados de las investigaciones “de las posibles exageraciones y el marketing” de quienes ofrecen estas herramientas, que si se usan con fines terapéuticos “deberían estar monitorizadas en todo momento por un especialista con amplia formación en psicoterapia”. Incluso hay profesionales de la salud mental para los que plantear el uso de IA como alternativa al tratamiento psicológico para trastornos mentales “es un atrevimiento imprudente que tiene una motivación económica”. Subrayan que estas herramientas pueden servir de complemento o de apoyo al tratamiento psicológico, pero en ningún caso sustituirlo.
· Perro robot. La robótica social puede ayudar a las personas mayores y con diversidad funcional, pero también hacer compañía a quienes se sienten solos. Enrique Lucea (Barcelona, 1996) ha comprado un perro robot, que pasea habitualmente por el Eixample de Barcelona, con la intención de programarlo para que pueda ayudar a niños con diversidad funcional o mayores con demencia. Se trata de un modelo originalmente pensado para un uso industrial, ya que es capaz de hacer inspecciones de fugas de químicos en fábricas o de efectuar rescates en zonas de emergencia.
· Depresión paterna. ú un estudio publicado en el American Journal of Preventive Medicine por Kristine Schmitz, profesora adjunta de pediatría en la facultad de medicina de la universidad de Rutgers, y otros investigadores de las universidades Priceton y Rider (Estados Unidos), los niños expuestos a la depresión paterna a los cinco años -en la etapa de preescolar- tienen peores calificaciones de los maestros en cuanto a comportamiento y habilidades sociales a los 9 años, en la escuela primaria.
· Del reality al quirófano. Clínicas estéticas usan influencers o personajes de programas como La isla de las tentaciones para dar a conocer sus operaciones a través de internet. “Se presentan los tratamientos de forma idealizada, mostrando solo resultados inmediatos y positivos, sin evidenciar cómo evolucionan en el tiempo ni los posibles efectos adversos”, dice una doctora.
Y ADEMÁS

Una familia que tuvo un embarazo múltiple (gemelas).
· Embarazos múltiples. “Me quedé en shock”, dice Noelia Valls, madre de trillizos, de 36 años. Así recuerda el momento en el que su médico le dijo, siete años atrás, que estaba esperando a tres hijos al mismo tiempo. En pleno shock, lo único que le salía a Noelia en ese momento, era repetir: “No puede ser, no puede ser, no puede ser”. Luego empezó a reír, nerviosa.
· Extravagante, diferente, raro. La fascinación por lo “único y diferente” está en auge: la mitad de las personas de la generación Z que usan aplicaciones de citas intiman solo con quienes comparten su manera genuina de ver y entender el mundo.
ENTREVISTA

José Luis Belmar, psicólogo y escritor
· José Luis Belmar, psicólogo. “No hay que cederle a la mente el control de nuestra vida”. En su ensayo Más allá de la mente, reflexiona sobre por qué pensar demasiado nos condena al sufrimiento y nos invita a conectar con el ahora para experimentar la realidad sin interferencias mentales
INSPIRACIONES
· Radio Caliu. Ateneu Divers, una pequeña entidad sin ánimo de lucro del barrio de Gracia, impulsa desde hace casi 20 años un espacio radiofónico creado y conducido íntegramente por personas con discapacidad intelectual.
· Gimnasio nómada. Las aplicaciones tipo ClassPass fomentan ir probando clases de entrenamientos de moda, tipo barre, hot core o pilates reformer, frente al modelo de socios del centro de barrio.
· Deporte y autoestima. No todos los niños pueden ser Lamine Yamal. Una campaña en redes sociales apunta a los ‘padres hooligans’ que depositan expectativas demasiado altas o generan una enorme presión sobre los hijos para que su deporte favorito sea algo más que una diversión.