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J煤lia Bertran Lafuente: 鈥淣o s茅 si la mujer que don贸 贸vulos para que naciera mi hijo lo pas贸 mal鈥

Vivo

La periodista de TV3 escribe en 鈥楨stimada desconeguda鈥 sobre el dilema 茅tico que le gener贸 recurrir a la ovodonaci贸n y sobre la mercantilizaci贸n de la maternidad asistida

La autora decidi贸 ser madre con 39 a帽os y descubri贸 que era demasiado tarde para optar por la v铆a natural

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La periodista especializada en teatro J煤lia Bertran Lafuente, en la barra del bar de Barcelona donde se desarroll贸 la entrevista

Man茅 Espinosa

鈥淐omo quien roba en el Mercadona o se va sin pagar de un Starbucks鈥, a la periodista J煤lia Bertran, una habitual del 谩rea cultural de TV3, le produc铆a cierta satisfacci贸n 鈥渉ackear el sistema鈥, ser la miembro de su dupla heterosexual que no se planteaba tener hijos. Su novio quer铆a, ella no. Estaba ocupada trabajando, haciendo teatro, ilustraciones, danza, vermuts. Cuando ten铆a 39 a帽os y diez meses algo cambi贸 ligeramente. Decidieron intentarlo. Y como tantas otras parejas, descubrieron que era demasiado tarde para la v铆a natural. Una reserva ov谩rica especialmente baja y un 煤nico intento fallido de fertilizaci贸n in vitro los aboc贸 a la ovodonaci贸n, la t茅cnica que se utiliza ya en casi el 40% de los ciclos reproductivos, pero que a煤n permanece bajo cierto manto de secretismo.

M谩s que duelo gen茅tico (se llama as铆 a la sensaci贸n de p茅rdida que hay que asumir por no compartir todo el material biol贸gico con los hijos) lo que le provoc贸 a Bertran esta posibilidad, la 煤nica que ten铆a si quer铆a ser madre, es una catarata de dilemas 茅ticos y un buen mont贸n de culpa feminista. 驴Para satisfacer su deseo ten铆a que explotar a una mujer, a la que empez贸 a llamar 鈥渜uerida desconocida鈥, que donar铆a sus 贸vulos, seguramente a cambio de dinero? De todo este proceso, de sus lecturas sobre el tema y de sus entrevistas con soci贸logas y antrop贸logas que trabajan en este campo, ha brotado Estimada desconeguda. Desig, 貌vuls, diners, dilemes (La Campana), un ensayo memorial铆stico que quiso escribir 鈥渆n caliente鈥, mientras atend铆a a un beb茅 de meses que, como tantos otros hijos, no se le parece en nada.

Dilemas

Para satisfacer su deseo de ser madre, Bertran Lafuente se pregunt贸 si ten铆a que explotar a una mujer, a la que empez贸 a llamar 鈥榪uerida desconocida鈥

驴Por qu茅 decidi贸 dirigir el libro a esta querida desconocida?

En el libro explico el momento en que decidimos llamarla as铆, para huir de esta sensaci贸n fantasmag贸rica, de esta persona que no sabes qui茅n es ni donde est谩, la donante del 贸vulo. Decidimos humanizarla as铆, para que no se convirtiese en una imagen espectral. Despu茅s tambi茅n me planteo si ha sido una buena decisi贸n o no鈥

Aporta cifras que no son las que se encuentran f谩cilmente en la informaci贸n que facilitan las cl铆nicas. Una es demoledora: solo el 5,5% de los tratamientos en mujeres mayores de 40 a帽os acaba en parto. Las cifras que solemos ver hablan m谩s bien de un 90% de 茅xito.

Eso es un drama. Creo que esto genera desinformaci贸n, genera un imaginario de facilidad reproductiva, cuando ves mujeres embarazadas de 50 a帽os, cuando ves estas tasas de 茅xito que venden las cl铆nicas, te hace pensar que puedes retrasar la maternidad, pero luego te das cuenta de que s铆, quiz谩 lo consigas, pero a base de tratamientos invasivos y que te generan muchas dudas 茅ticas, y de muchas repeticiones.

Da mucho miedo convertir en un privilegio elitista tener hijos, que solo pueda hacerlo quien tenga un m铆nimo de 10.000 euros鈥

J煤lia Bertran LafuentePeriodista

Cita una frase de Esther Vivas: 鈥淟a infertilidad no es un problema ni individual, ni femenino鈥.

Claro, es una enfermedad social. Somos las mujeres quienes tenemos conversaciones, congelamos los 贸vulos y quienes experimentamos los tratamientos. El hecho de que cada vez m谩s mujeres lleguemos a la reproducci贸n asistida por unos l铆mites biol贸gicos, no por un problema m茅dico, hace que las soluciones que ofrece esta industria sean privadas y mercantiles. Eso puede inhibir la necesidad de tomar medidas sociales. Pensamos que la reproducci贸n asistida es una soluci贸n.

Eso es parte de la paradoja espa帽ola. El sector de la fertilidad es especialmente potente y efectivo, lo que aporta muchas soluciones individuales, pero quiz谩 tambi茅n frena medidas colectivas.

Claro, evidentemente, mucha gente ha conseguido tener hijos gracias a este sector, pero al final un problema que es social, y yo intento hablar de esto en el libro, listar estos motivos, hace que confiemos en la reproducci贸n asistida para problemas sociales. Necesitamos soluciones sociales, econ贸micas, pero tambi茅n que las empresas privadas se responsabilicen de esto, que los hombres tambi茅n se responsabilicen. Da mucho miedo convertir en un privilegio elitista tener hijos, que solo pueda hacerlo quien tenga un m铆nimo de 10.000 euros. Yo no tengo claro hasta qu茅 punto se tiene que implicar la sanidad p煤blica, pero me da miedo que se mercantilice tanto.

Me pregunt茅: 驴por qu茅 lo retras茅 tanto y luego me ha explotado en la cara, y mal? Hay muchos aspectos, desde una misoginia interiorizada... todo lo que era femenino lo rechazaba, la maternidad era una losa entonces鈥

J煤lia Bertran LafuentePeriodista

Una de las afirmaciones que hace es: tenemos claro que la maternidad es un constructo social, pero la decisi贸n de no tener hijos tambi茅n puede serlo. Escribe: 鈥淎煤n hay gente que cree que es un acto subversivo no tener hijos鈥.

He reflexionado mucho sobre esto porque me sent铆a muy culpable por llegar tarde a la maternidad con tiempo, porque yo no ten铆a problemas de precariedad econ贸mica. Entonces me dec铆a a m铆 misma: mujer caprichosa, qu茅date en tu casa y no tengas hijos. Tengo claro que la maternidad no es un derecho. Se ha hablado mucho de c贸mo se ha construido el deseo de ser madre, pero a煤n no lo suficiente de c贸mo se ha construido el rechazo. Por eso me pregunt茅: 驴por qu茅 lo retras茅 tanto y luego me ha explotado en la cara, y mal? Hay muchos aspectos, desde una misoginia interiorizada, porque yo me espejaba en los hombres, todo lo que era femenino lo rechazaba, quer铆a tener ambiciones profesionales y vitales. La maternidad era una losa entonces.

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J煤lia Bertran Lafuente habla de deseo, 贸vulos, dinero y dilemas en su reciente libro

Man茅 Espinosa

Habla de la 鈥渢铆a guay鈥

Los que vivimos la adolescencia en los noventa lo vivimos mucho, en una 茅poca de bonanza en la que se extendi贸 la idea de que no hab铆a l铆mites. Cuando te das cuenta de estos mecanismos te planteas qu茅 es lo que nos lleva a rechazar la maternidad.听Es que es verdad, ser madre hoy en d铆a implica renuncias. Me pareci贸 muy interesante un art铆culo de Diana Marre y Bruna 脕lvarez en el que hablan de c贸mo uno de los motivos por los que se retrasa la maternidad es una herencia de ese pensamiento feminista de la transici贸n en el que las mujeres lucharon por sacar a las mujeres del confinamiento dom茅stico, y era l贸gico, era lo que tocaba, pero no se trabaj贸 para dotar de derechos la maternidad. Estaban las madres abnegadas y las mujeres trabajadoras. Lo que nos falta es dar derechos y socializar la maternidad y justo la reproducci贸n asistida va hacia un lugar que no es ese, porque se basa en la industria privada.

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Pasa de esto al momento 鈥渘o me reconozco鈥, del rechazo a ser madre a que se convierta en una obsesi贸n.

No pod铆a entender lo que me estaba pasando. Lo he hablado con muchas mujeres: es un deseo que se te lleva por delante. Piensas: 驴qu茅 me est谩 pasando? Si yo no quer铆a tener hijos.

Escribe: 鈥淟as cl铆nicas de fertilidad est谩n llenas de feministas atormentadas鈥. Una de las cosas que m谩s le cost贸 fue contar la ovodonaci贸n a su grupo de feminismos. Algunas no le respondieron.

Y lo entiendo, yo soy la primera que me cuestiono lo que hice. Este un tema que genera muchas dudas, entiendo que para mucha gente la donaci贸n de gametos sea una l铆nea roja, para m铆 tambi茅n lo fue, hasta que dej贸 de serlo. Entiendo que hay gente que no est茅 de acuerdo y por eso tambi茅n me ha costado mucho escribir este libro. S茅 que habr谩 gente que no estar谩 de acuerdo.

No pod铆a entender lo que me estaba pasando. Es un deseo que se te lleva por delante. Piensas: 驴qu茅 me est谩 pasando? Si yo no quer铆a tener hijos鈥

J煤lia Bertran Lafuente听Periodista

Tambi茅n se pregunta si no estar谩 mordiendo la mano听de un sistema que le ha dado un hijo.

No quiero generalizar porque hay cl铆nicas que lo hacen mejor que otras. Pero es que yo no se帽alo a las cl铆nicas, lo que creo es que nos tenemos que plantear c贸mo est谩 creciendo esta industria, este sistema, en nuestro pa铆s. En otros pa铆ses se hace de otra manera. No se est谩 produciendo esta conversaci贸n p煤blica y hay preguntas que nos tenemos que hacer: 驴las donaciones tienen que existir?, 驴ser an贸nimas?, 驴ser remuneradas?听Hay estudiosas, como Sara Lafuente, que proponen maneras de 鈥渄esmercantilizar鈥, hacer un banco p煤blico de 贸vulos, o el sistema de donaci贸n cruzada que hay en el sistema de salud vasco [en el que cada receptora aporta a una donante no remunerada, que dona 贸vulos para una tercera persona]. A m铆 eso no me parece mal, yo me hubiera sentido m谩s c贸moda. Son cosas que por lo menos se tienen que hablar.

Yo no se帽alo a las cl铆nicas, lo que creo es que nos tenemos que plantear c贸mo est谩 creciendo esta industria, este sistema, en nuestro pa铆s. En otros pa铆ses se hace de otra manera鈥

J煤lia Bertran LafuentePeriodista

Hablemos de la cuesti贸n del matching, la labor que hacen las cl铆nicas de buscar un parecido f铆sico. En su caso no ha funcionado.

隆Tengo un hijo que parece sueco!

Todo est谩 pensado para 鈥渉acer como si鈥.

Por ley, el personal de la cl铆nica est谩 obligado a escoger el 贸vulo de la mujer que m谩s se parezca. De nuevo cito a Sara Lafuente Funes, que escribe en su libro Mercados reproductivos (Katakrak), que el matching se hace intentando buscar hijos veros铆miles, que no se note que han nacido por donaci贸n de gametos. Una vez en la cl铆nica una m茅dico me dijo: 鈥淣o te preocupes porque cuando tengas a tu hijo en brazos te olvidar谩s de que el 贸vulo es de otra mujer鈥. 隆Es que no me quiero olvidar! Por eso el libro est谩 escrito tan en caliente, es deliberado hacerlo casi en paralelo, son procesos que te remueven y te tocan fibras profundas.

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Le habr谩n aconsejado: no lo cuentes

A m铆 no, porque lo ten铆a muy claro. Pero es habitual. El 60% de las mujeres que tienen hijo por donaci贸n de gametos no lo dicen ni a los hijos ni a los parientes cercanos, seg煤n un estudio. Lo entiendo y lo respeto, pero yo con mi hijo ser铆a incapaz de vivir con este secreto.

Conoci贸 a una donante y se lleg贸 a plantear si era la donante del 贸vulo de su hijo.

S铆, porque se parec铆an. Y le dije en voz alta a mi pareja una frase: 鈥淚gual esta chica es la madre de nuestro hijo鈥. Despu茅s me qued茅 paralizada por la frase. Si la madre soy yo, 驴qu茅 estaba diciendo?

De golpe ves que siglos de centralidad gen茅tica a hora de entender los v铆nculos generan algo que llevamos dentro鈥

J煤lia Bertran LafuentePeriodista

Al principio, no se sent铆a c贸moda con la idea de 鈥渄uelo gen茅tico鈥.

Yo pensaba que no me afectar铆a tanto, a priori no me parec铆a importante porque ten铆a claro que los v铆nculos se sostienen por otro lado, gracias a las luchas que nos preceden sabemos que el parentesco puede ser otra cosa. De golpe ves que siglos de centralidad gen茅tica a la hora de entender los v铆nculos generan algo que llevamos dentro. Aceptar el duelo gen茅tico supon铆a aceptar de buenas a primeras que el vac铆o gen茅tico ten铆a que hacerte sufrir, hacerte sentir malestar. Despu茅s s铆 que me ha generado preguntas. Lo digo en el libro: siento lo que no pienso, esta disociaci贸n.

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Bertran Lafuente considera que vivimos en una sociedad con frustraci贸n reproductiva

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Propone tambi茅n el t茅rmino 鈥渇rustraci贸n reproductiva鈥 para referirse a la problem谩tica social en torno a esto.

Espa帽a tiene el child gap m谩s amplio de los pa铆ses del entorno, la diferencia entre los hijos que deseas y los que acabas teniendo. Eso es frustraci贸n reproductiva, 驴por qu茅 la vivimos? porque queremos dos y tenemos uno, porque queremos tenerlos y no los tenemos o porque los queremos tener de una manera y los tenemos de otra.

En el libro aborda tambi茅n la pregunta: c贸mo le explicar茅 esto a mi hijo.

Habl茅 con el grupo AFIN de antrop贸logas de la UAB y el d铆a que fui a hablar con ellas de esto llevaba a mi beb茅 encima, en la mochilita. Me dijeron: 鈥淭煤 ya se lo est谩s explicando, viniendo aqu铆 con tu hijo ya lo estas normalizando鈥. Hasta los seis o siete a帽os las personas crean su marco mental, y si t煤 durante este lapso de tiempo se lo vas introduciendo de manera natural, ellos no lo confrontan. Tambi茅n fui a un grupo de ayuda mutua, que se llama Les Comunitats de Gel, que organiza la artista e investigadora Ona Bros. Ella genera encuentros entre personas que tenemos hijos por donaci贸n de gametos.

Espa帽a tiene el 鈥榗hild gap鈥 m谩s amplio de los pa铆ses del entorno, la diferencia entre los hijos que deseas y los que acabas teniendo. Eso es frustraci贸n reproductiva鈥

J煤lia Bertran LafuentePeriodista

Hay un momento clim谩tico al final del libro en el que habla con Mar铆a Sell茅s, la fundadora de la Asociaci贸n de Hijos de Donantes An贸nimos. La conversaci贸n fue tensa e interesante, por lo que vemos. Para ella, usted representa todo lo que est谩 mal.

Me cost贸 mucho este encuentro. Supe de ella por un art铆culo, estaba embarazada de mi hijo entonces.听Tambi茅n habl茅 con ella porque pensaba: me puede ayudar mucho a saber qu茅 preocupaciones puede tener mi hijo en ese sentido. Seguro que puede aportar informaci贸n muy valiosa, no solo a m铆, a la sociedad.

驴Qu茅 le dijo que no se hubiese planteado antes?

Me habl贸 del conflicto de lealtades. Los hijos por donaci贸n o por adopci贸n no se atreven a contar a los padres sus malestares por miedo a que piensen que no los quieren. Me dijo que la manera de solucionarlo es dar espacio para que puedan salir esos malestares. De aqu铆 el silencio sobre estos hechos, que se ve amenazada tu sensaci贸n de maternidad o paternidad.

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Reconoce que en un momento del proceso le doli贸 un tuit en el que se equiparaba la donaci贸n de 贸vulos a la gestaci贸n subrogada.

S铆, porque me parece que no es justo y es tirar por la brocha gorda. La gestaci贸n subrogada no es una t茅cnica y es equiparar dos cosas que no son comparables, sobre todo por la implicaci贸n de la tercera persona en los procesos, y de las criaturas. No es lo mismo una criatura que un 贸vulo.

驴No hubiera recurrido a la gestaci贸n subrogada?

No, seguro que no, pero tambi茅n digo que con los l铆mites que he franqueado ya鈥 Tenemos que ser cuidadosos tambi茅n. Se est谩n dando soluciones individuales a problemas comunitarios.

La gestaci贸n subrogada no es una t茅cnica y es equiparar dos cosas que no son comparables, sobre todo por la implicaci贸n de la tercera persona en los procesos, y de las criaturas. No es lo mismo una criatura que un 贸vulo鈥

J煤lia Bertran LafuentePeriodista

驴Qu茅 le ha supuesto escribir el libro?

Hablar de esto me est谩 removiendo. Son heridas abiertas. Miro a mi hijo y por un lado pienso: qu茅 milagro, y por otro: qu茅 he hecho contribuyendo a esta industria, y no s茅 nada de la querida desconocida, no s茅 si estuvo ingresada, si tuvo problemas. Son dudas que tendr茅 siempre.

Una cosa es segura: no se ha olvidado de la donaci贸n, como le dijeron.

Claro, yo no quiero olvidar, quiero incluir esta historia en mi vida, y la manera que he encontrado de enfrentarme a estas contradicciones es transformar la culpa sin fisuras que en un momento me asfixi贸 en responsabilidad.

Hablar de esto me est谩 removiendo. Son heridas abiertas. Miro a mi hijo y por un lado pienso 鈥榪u茅 milagro鈥, y por otro, 鈥榪u茅 he hecho contribuyendo a esta industria鈥, y no s茅 nada de la querida desconocida, no s茅 si estuvo ingresada, si tuvo problemas...鈥

J煤lia Bertran LafuentePeriodista

Se leer谩n el libro m茅dicos, sanitarios y gente del sector.

Espero que lo entiendan. Yo no estoy criticando a los sanitarios, ni siquiera a las cl铆nicas, sino a la estructura. Se est谩 creando un gran negocio con inversores internacionales. Recientemente, el fondo de inversi贸n estadounidense KKR adquiri贸 una red de cl铆nicas de origen espa帽ol. Hay tambi茅n inversores de los emiratos 谩rabes que est谩n comprando las cl铆nicas. Esto ya no est谩 gestionado por personal sanitario. Imagino que los propios m茅dicos tienen contradicciones.

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