El temor irracional a no ser lo suficientemente bueno y que, en cualquier momento, los demás puedan darse cuenta de ello. Este es el día a día de las personas que padecen el síndrome del impostor, una fuente de miedos, ansiedad y desgaste emocional que, principalmente, sufren aquellos con una baja autoestima y una considerable falta de seguridad en sí mismas. Aunque a menudo se vincula al mundo laboral, este fenómeno también afecta a otros ámbitos de la vida, como pueden ser las relaciones de pareja.
Incluso en los vínculos en los que existe responsabilidad afectiva, estabilidad y una dinámica saludable es posible que una de las dos partes sufra este síndrome del impostor. Si a pesar de que todo parece ir bien sientes que es “demasiado bueno” para ser real o tienes dudas sin un fundamento real detrás, podrías estar lidiando con un síndrome del impostor.
¿Cómo saber si padeces el síndrome del impostor con tu pareja?
En las relaciones de pareja también se puede dar una dinámica en la que una de las dos partes sufra el síndrome del impostor. La psicóloga Maria Esclapez explica cuáles son las señales que delatan estos casos, que se basan en la creencia o el temor que se padece a no ser suficiente para la otra persona.
Claves para reconocer el síndrome del impostor en la pareja
1
No crees ser lo suficientemente bueno para la otra persona. Uno de los pensamientos más comunes entre quienes padecen el síndrome del impostor dentro de la pareja tiene que ver con la sensación de no ser suficiente. Esto no tiene por qué significar que la otra parte lleve a cabo actitudes que infravaloren o minimicen a su pareja, sino que es una duda constante que siempre está ahí.
2
Piensas que estás engañando a tu pareja. Esto tiene que ver con un sentimiento de culpa en el que la persona con el síndrome del impostor siente que está engañando a la otra parte al hacerle creer que merece su amor.
3
Tienes miedo de que la otra persona decida buscar a alguien mejor. Siguiendo con lo anterior, las personas con este síndrome temen que, en cualquier momento, su pareja pueda “darse cuenta” de que no son lo suficiente y prefieran fijarse en alguien que sea “mejor”. A pesar incluso de que la otra parte sea responsable afectivamente y no descuide la relación.
4
Te exiges muchísimo para “compensar”. Una persona con síndrome del impostor que no se siente suficiente tratará de dar mucho más de sí y aumentar lo que aporta a la relación, lo que supone un gran desgaste emocional.
5
No disfrutas de la relación. Los miedos, las dudas y la tensión opacan las cosas buenas de la relación de pareja y provocan conflictos.
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