Hola, me llamo Adrián. Mi mujer y yo hace tiempo que le damos vueltas a si queremos tener hijos o no, y a veces nos surgen dudas por todo lo que nos dicen. En principio preferimos no tenerlos por el tipo de vida que llevamos, pero en ocasiones nos hacen dudar. ¿Alguna recomendación? Muchas gracias, un saludo.
Os acabáis de casar o lleváis mucho tiempo como pareja estable y, justo en ese instante, una vez ya habéis pasado a la tercera fase de la relación (siendo la primera conocer a la persona indicada y la segunda ir a vivir juntos), llega el momento en que os empiezan a preguntar: ¿y para cuándo los niños?
Os dais cuenta que vuestros amigas y amigos cercanos están inmersos en el baby boom, y parece que lo que toque sí o sí es tener hijos, ampliar la familia… Pero os dais cuenta que no queréis, que ya estáis bien como estáis y que os gusta vuestra vida tal y como la tenéis montada: viajando, disfrutando, durmiendo la siesta, teniendo momentos para vosotros mismos y para la pareja.
Pero el resto del mundo os hace dudar, os hace pensar que lo que estáis decidiendo es malo, que no es lo correcto, que seguramente os arrepentiréis y además, empiezan a querer saber los motivos del por qué no y a generar una especie de conversación donde os tenéis que justificar por el simplemente hecho de haber elegido un camino minoritario (que por suerte cada vez está más normalizado pero queda mucho recorrido por hacer).
3. Evitar justificarse
Toca luchar contra el pensamiento social de que toda pareja ha de tener hijos y evitar justificarnos ante ella, dado que esto comporta un sentimiento de culpa e infelicidad debido al conflicto interno entre lo que queremos y lo que socialmente parece ser lo correcto. Por tanto, no se debe entrar en la tendencia de responder el porqué, de explicar y justificar la decisión.
4. Analizar alternativas
Si en algún momento hay dudas siempre podemos tomar precauciones para evitar arrepentirnos de la decisión y que sea demasiado tarde, como por ejemplo la vitrificación de óvulos y/o esperma o reflexionar sobre la posibilidad de la adopción (si nos gustaría o no).
Pero, ¿qué sucede si no tenemos problemas en gestionar nuestra decisión respecto al entorno, sino que hay diferencia de opiniones en la pareja? En este caso es muy difícil poder llegar a un entendimiento, puesto que son estilos de vida y proyectos incompatibles, y tarde o temprano tienden a marcar un punto de inflexión. Tampoco es bueno que uno de los dos acepte cediendo, porque a lo único que llevará será al rencor, a la culpabilidad hacia el otro, destruyendo así la base de la pareja.
Algunos datos interesantes
En el debate sobre si tener o no tener hijos, también ayuda conocer cómo evoluciona la sociedad y qué pasa en el mundo. El 20% de las europeas no quieren ser madres, y tan solo un 3% es debido a la infertilidad. El perfil de estas mujeres es de 20 a 40 años con una personalidad independiente y una vida activa.

La exigencia de algunas profesiones contribuye a que muchas mujeres renuncien a la maternidad. Poike / Getty
Hemos de tener presente que esta situación es cada vez más común, pues cada vez hay más mujeres con profesiones absorbentes donde se plantea un conflicto entre producción y reproducción, entre crecimiento y desarrollo profesional y maternidad.
No hay estudios sobre la decisión de paternidad de los hombres, ni sobre parejas de chicos homosexuales. Pienso que aún queda mucho por recorrer ya que ellos también pueden decidir si son padres o no.
Algunos libros que os puedo recomendar sobre esta temática son:
Dos es suficiente: guía para parejas que han elegido vivir sin hijos (Laura Scott)
¿Por qué tener hijos? (Jessica Valenti).