La pastelería catalana está repleta de grandes nombres reconocidos internacionalmente, desde maestros de la creatividad hasta pequeños artesanos capaces de elaborar las piezas clásicas más deliciosas.
Josep Maria Rodríguez se alzó, siendo muy joven, con el título de campeón mundial de Pastelería en el 2011 y desde entonces su trayectoria ha sido imparable. Basta con entrar en La Pastisseria (Aragó, 288), en Barcelona, para comprobar que todo parece fácil en manos de este genio capaz de llevar la creatividad a otro nivel. Sus pasteles son obras de arte: desde la sara, hasta el remolino de oro.
Christian Escribà también se lo pasa en grande ideando creaciones rocambolescas en sus dos establecimientos Escribà (la Rambla, 83 y Gran Via, 546). En ellos, sus bellísimos anillos de caramelo (si alguien está pensando en pedir matrimonio, que no lo dude) conviven con pasteles personalizados y unos cruasanes icónicos.

El lemon pie de La Pastisseria Barcelona
Otro clásico, Hofmann, demuestra que se puede hacer pastelería de vanguardia durante décadas sin bajar el nivel. Sus locales (Flassaders, 18 y Pau Casals, 5) son templos de la pastelería de autor, que incluyen galletas, chocolates y pasteles para compartir como su Dark Moon o el Romantic. Imprescindible su cruasán.
Si hablamos de lugares con historia en Barcelona, no podemos olvidar la pastelería Mervier Canal (Calvet, 15 y Muntaner, 566), que presume de piezas como un panettone premiado en el 2024 como el mejor de España. Sus adictivas minimagdalenas conviven con chocolates, pasteles y pastas de té. También son de otra liga los panettones, marron glacés y bombones de Foix de Sarrià (Major de Sarrià, 57), un local con historia que fue en su día la casa del poeta J.V. Foix y que basa su recetario en la tradición dulce catalana.
Si hablamos de lugares con historia en Barcelona, no podemos olvidar la pastelería Mervier Canal
En L’Atelier (Viladomat, 140 y Dr. Fleming, 16), Eric Ortuño elabora piezas de inspiración francesa para paladares inquietos. Hay desde churros a croque-monsieur y novedades como su napolitana de choco-café o la tarta Charlotte enamorada. Otro ejemplo de que la tradición pastelera francesa arrasa entre los barceloneses es Morreig (Verdi, 25), que ha conquistado a un público ávido de financiers y pains suisses.
Más allá de Barcelona, si se está en Sant Cugat y se dice la palabra 貹ó , todo el mundo pensará en el best seller de Dolç by Yann Duytsche (Josep Puig i Cadafalch, 50): un bizcocho sacher con cremoso de maracuyá y mousse de chocolate. Su carta incluye clásicos franceses y catalanes y su panetone, a la venta todo el año, ha ganado diversos campeonatos.

Una de las cocas de Sant Joan de Escribà
Por su parte, las elaboraciones de La Xicra (Emili Badiella, 18) son piezas de culto en Terrassa. Tienen pasteles personalizados, con opciones sin gluten y sin lactosa, que conviven con el de queso y mató o con un generoso carrot cake de espelta. Alérgicos e intolerantes también son bienvenidos en La Luciérnaga, en Castelldefels (Pintor Serra Santa, 18), con abundantes opciones sin gluten. Son expertos en granolas y tienen muffins, galletas y bocados salados.
Los amantes de la pastelería francesa de Sant Feliu de Guíxols seguro que conocen Maison Marcel (Major, 5). El pain au chocolat, el muffin de praliné o sus voluptuosas cookies comparten espacio con pasteles clásicos como el tiramisú o la tatin de avellana.
Las elaboraciones de La Xicra son piezas de culto en Terrassa
Y de la Costa Brava al Pirineo. Si estamos por Llívia, nada mejor que visitar Gil (Raval, 38) y probar sus pasteles individuales artesanos elaborados por el maestro David Gil, hijo de sus fundadores. También cuentan con una tienda en la capital de la Cerdanya, Puigcerdà (Alfons I, 7).

Una de las creaciones de Yann Duytsche, cuya pastelería, Dolç, es un éxito
En el mercado de Tarragona, Cal Jan es el rey de los desayunos. Obtuvo el segundo premio al mejor panetone de chocolate en el Campeonato del Mundo del 2023, elaboración que comparte protagonismo con sus pasteles individuales y su bollería clásica. Si lo que queremos es probar la mejor tarta de queso de Catalunya, tendremos que ir hasta Flix, en la Ribera d’Ebre, y visitar pastelería Larrosa (pl. Mercat, 6). Por último, en Tugues, en Lleida (Alcalde Rovira Roure, 5), nos esperan siempre sus buns de cardamomo, el tiramisú casero, las magdalenas artesanas o sus pasteles con frutas de temporada.