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Hola, Aitor. A veces el aguacate me sale con unas fibras en la carne, no cremoso, y no está tan rico. Me gustaría saber cómo diferenciar un aguacate fibroso de uno cremoso desde el súper. Gracias (Soraya Marín, lectora)
Hola, Soraya.
Esa situación que describes muchas veces es frustrante, porque ya no solo tenemos mucha incertidumbre para saber si el aguacate que vamos a abrir lo vamos a encontrar oxidado o no, también es posible que tenga esas molestas hebras. Los motivos por los que aparecen son muy variables, aunque no siempre podemos hacer todo por evitarlo, te cuento alguna de ellas.
La variedad del aguacate es crucial. Dentro de los más valorados encontramos la variedad hass, que suele ser además la más cara. Este tipo de aguacate suele ser cremoso y presentar menos fibra. Suele ser la mejor elección, pero el precio es superior.

Aguacates rellenos con salmón
Esto es algo que sí podemos controlar, pero hay otras cuestiones sobre el cultivo que es muy difícil conocer solo con el aspecto del aguacate: La edad del árbol, sus condiciones de crecimiento, si lo han recogido antes de tiempo… Todo ello puede contribuir a que sea un aguacate más fibroso, pero no tenemos garantía de detectarlo por fuera. Ojalá hubiera un método infalible, pero sería como deducir el dulzor de una naranja solo por su aspecto, muy difícil.
La mejor forma es comprar los aguacates en una frutería o supermercado donde te suelen salir buenos, porque eso significa que ese proveedor y ese distribuidor están trabajando correctamente todo el proceso.
Recuerda que lo que sí puedes controlar es la ܰó: un aguacate está perfecto para comer cuando al apretarlo ligeramente cede un poco (no hace falta presionar demasiado), y también cuando el pedúnculo (el pequeño tapón que lo une al tallo) se suelta al tocarlo ligeramente. Recuerda no arrancar este pedúnculo antes de tiempo porque convierte al aguacate en más atacable por microorganismos y se puede poner malo antes.
¿Qué tipo de alimentación es mejor para los estudiantes? (Cris M., lectora)
Hola, Cris.
No hay un tipo de alimentación específica que podamos resumir que sea la mejor para estudiantes, pero sí que hay algunos consejos de alimentación que son clave para el rendimiento intelectual. Son los siguientes:
Sin ninguna duda, la prioritaria sería la hidratación: beber agua de manera regular durante las clases y durante las sesiones de estudio. Un buen criterio para saber cuánto beber es seguir nuestra sed, eso sí, siempre y cuando tengamos agua disponible delante. Si, por el contrario, la tenemos en otra habitación o nos tenemos que levantar a alguna fuente o grifo, es posible que nos dé pereza y no bebamos tanto como necesitamos. Por supuesto, también podemos hidratarnos con otras bebidas como é o infusiones, pero es deseable que no sean azucaradas.
Esto nos lleva al segundo punto, qué es el hecho de no abusar de alimentos azucarados o ultraprocesados. Lejos de lo que se suele recomendar de tomar azúcar para mejorar nuestro rendimiento, es mucho mejor evitar picos de azúcar que puedan interferir en nuestra concentración. Podemos tomar algún dulce de forma eventual, pero no acostumbrarnos ni depender de ello.

Los ultraprocesados pueden entorpecer el estudio
Este mismo criterio habría que tomar con los excitantes. Mucha gente consume bebidas energéticas o é para estudiar: uno o dos és al día puede ser una opción, pero sin hacernos dependientes de ello. Si lo tomamos por la tarde puede interferir en nuestro descanso y también en la calidad del sueño, haciendo que la memorización sea mucho peor. Si notas que si no tomas é te entra mal humor o no rindes, quizás deberías reducir las dosis o estar un tiempo sin consumirlo, dado que parece ser que has creado mucha tolerancia.
También es buena idea tomar comidas ligeras, y es que evitar atracones es una de las estrategias más útiles para no enfrentarnos a la pereza de ponernos a trabajar después de comer o la bajada de concentración de la tarde. Tendremos mejor circulación y nuestro cerebro podrá oxigenarse mejor.
No podemos olvidar que en época de estudios a veces sacrificamos la actividad física por falta de tiempo, algo que es fundamental para que nuestro rendimiento no se vea afectado y también desconectar entre sesiones de estudio. Sin duda, el mejor consejo que le podría dar a alguien en época de exámenes, es que practique actividad física en ese momento en el que se encuentre agotado mentalmente, luego volverá con mucha más energía y sintiéndose mejor.