Pocas experiencias videolúdicas pueden equipararse a la impresionante sensación de escalar hasta lo más alto de una monumental pagoda y vislumbrar desde allí el bello paisaje del Japón feudal. En efecto, después de años de súplicas y plegarias, Ubisoft ha hecho realidad ese deseo tan largamente esperado por los millones de fans de Assassin’s Creed, el de una entrega ambientada en la época de los samuráis.
Assassin’s Creed Shadows llega a PC, PlayStation 5 y Xbox Series en un momento en que la popularidad de la franquicia hace tiempo que dejó de estar en lo más alto, pero, precisamente por eso, desde la multinacional de origen francés se han tomado el tiempo necesario –y algún que otro retraso– para pulir su nueva superproducción. Después de sumergirnos de lleno en esta ambiciosa aventura, podemos avanzar que este tiempo extra ha dado buenos resultados.
Después de años de súplicas por parte de los fans, Ubisoft ha hecho realidad el tan deseado 'Assassin's Creed' ambientado en el Japón feudal
Uno podría pensar que Ubisoft Quebec –el estudio que ha liderado el desarrollo– ha tomado la plantilla de la saga y se ha limitado a aplicarla sobre el escenario del Japón del siglo XVI, pero lo cierto es que esta nueva entrega hace mucho más que cambiar simplemente de época histórica. Los casi cinco años que han pasado desde el lanzamiento de Assassin’s Creed Valhalla –con permiso de Mirage, la última gran entrega de la saga– han servido para plantear una propuesta que, sin huir de la fórmula de siempre, plantea nuevas dinámicas.
Para empezar, cuenta con dos protagonistas, la shinobi Naoe, que destaca por su agilidad y por su capacidad de moverse de forma sigilosa; y el samurái de origen africano Yasuke, el cual está basado en un personaje real y a la hora de jugar es como llevar un tanque equipado con una katana.

Imagen del videojuego 'Assassin's Creed Shadows'
Yasuke y Naoe ofrecen dos estilos de juego muy diferenciados pero, sobre todo, son dos personajes con carisma y bien construidos
La posibilidad de cambiar entre uno y otro hace que la experiencia sea más variada, pero más importante es el hecho de que se trata de dos personajes con carisma y bien construidos. Precisamente, más allá de la historia principal sobre traiciones, venganza y guerras entre clanes, algunos de los momentos más memorables del juego son también los más tranquilos, aquellos en los que Naoe, Yasuke y sus compañeros exponen de forma más íntima su pasado y sus motivaciones.
La exploración del mundo y la estructura general del juego son otros elementos que han sido puestos al día. Tradicionalmente, uno de los aspectos más criticados de la franquicia ha sido el hecho de llevar demasiado de la mano al jugador y de indicarle con los famosos iconitos donde ir en cada momento. Esta vieja costumbre aquí ha sido replanteada con un sistema de pistas que nunca indican de buenas a primeras el punto exacto al que tenemos que dirigirnos. Así, en lugar de jugar con el piloto automático como si fuéramos un caballo con anteojeras, ahora es necesario prestar más atención al entorno con la nueva función de investigar.

Imagen del videojuego 'Assassin's Creed Shadows'
Esta nueva entrega no lleva tanto de la mano al jugador, se potencia la investigación del entorno
Además de obligarnos a fijarnos de manera más atenta en sus escenarios abarrotados de detalle, otra novedad interesante tiene que ver con los exploradores, una serie de personajes que el jugador va reclutando a medida que avanza en la partida y que puede enviar para que busquen pistas sobre un determinado objetivo, o para que recojan recursos. Madera, minerales, telas y demás materiales que nos servirán para mejorar la base de operaciones de nuestro clan, otra de las novedades de esta entrega ambientada en Japón.
Como era de esperar, Assassin’s Creed Shadows despliega el sinfín de posibilidades por las que es conocida la saga. De nuevo, hay muchas actividades que realizar, habilidades que aprender, misiones secundarias, coleccionables… La progresión está muy bien calculada para que siempre haya algo que hacer, pero debido a esta gran apertura, la narrativa acaba siendo un tanto plana y carente de nervio. De nuevo, se produce ese conflicto que lleva persiguiendo a la saga desde hace unos años, y que no es otro que el choque entre querer ofrecer un producto a rebosar de contenido y, al mismo tiempo, conseguir que este mantenga el interés, cosa que no ocurre siempre.

Imagen del videojuego 'Assassin's Creed Shadows'
Se produce un choque entre ofrecer un producto rebosante de contenido y, al mismo tiempo, conseguir que este mantenga el interés
El trabajo artístico es sobrecogedor. El mundo abierto, además de dinámico, ofrece panorámicas evocadoras. Ahora bien, las concesiones constantes a ese lado jugable hacen que se produzcan situaciones que le restan verosimilitud. Un ejemplo es la forma como continuamente el juego nos anima a asesinar a otros personajes. Es cierto que obedece a la esencia de la saga, pero no deja de resultar contradictorio y extraño con el enfoque más realista que se percibe en esta entrega.
Con sus luces y sus sombras, es indudable que Assassin's Creed Shadows es una de las entregas más sólidas de la saga. A pesar de las concesiones históricas habituales de la serie, aquellas personas que disfruten de este escenario y período histórico apreciarán una infinidad de pequeños detalles y podrán sumergirse en una enorme cantidad de información sobre la época. En definitiva,es fácil dejarse seducir por el sensacional trabajo de recreación del paisaje japonés, pero también es cierto que la necesidad de ofrecer cantidades ingentes de contenido y una acción continua hacen que, más a menudo de lo que debería, también se le acabe notando el cartón piedra.
Assassin's Creed Shadows
★★★★✩
Pٲڴǰ: PC, PlayStation 5 y Xbox Series
‸DZǰ: Ubisoft Quebec
‸ٴǰ: Jonathan Dumont y Charles Benoit