En un momento de enorme irracionalidad, con un mundo a la deriva, el comisario de la Bienal de Arquitectura de Venecia, Carlo Ratti, nos propone hablar de inteligencias, de inteligencias colectivas, de inteligencias naturales, de inteligencias artificiales... No sé si es el mejor momento para hablar de inteligencias, pero en todo caso asumimos el reto”, señala el director del Institut Ramon Llull, Pere Almeda, en la presentación deParlamentos de Agua: Arquitecturas Ecosociales Proyectivas, la propuesta del pabellón catalán dentro de los Eventi collaterali. Un proyecto diseñado y comisariado por Eva Franch, Mireia Luzárraga y Alejandro Muiño que aborda la crisis mundial del agua y muestra, a través de una experiencia intelectual y corporal, cómo desde la arquitectura se pueden dar respuesta a las grandes crisis contemporáneas a través de “la imaginación, la especulación crítica y las ideas radicales”.
Parlamentos de Agua ocupará, del 10 de mayo al 23 de noviembre, el antiguo espacio de construcción naval ahora rebautizado Docks Cantieri Cucchini, la sede habitual del pabellón catalán en la Bienal de Venecia. La idea es transformar la nave en un parlamento de agua donde el visitante pueda reflexionar sobre el papel de este recurso en la configuración de nuestro entorno. “Porque toda arquitectura es arquitectura de agua”, defiende Franch. “No solo es un recurso a consumir, sino que desde los materiales que utilizamos hasta las infraestructuras que construimos (sistemas de alcantarillado a mecanismos de refrigeración) el agua está presente a todos los niveles”. El problema, añaden, es que durante demasiado tiempo las infraestructuras han estado ocultas a la vista y eso “nos ha alejado de las consecuencias ecológicas de nuestras acciones”, reflexionan.
El pabellón catalán en la Bienal de Arquitectura propone una experiencia corporal e intelectual
El proyecto que se verá en Venecia, la ciudad por excelencia del agua, comenzó de hecho hace seis meses, con la realización de diferentes laboratorios de futuros llevados a cabo en distintos puntos de Catalunya, València y las Baleres, en cada uno de los cuales participaron entre quince y veinte personas de diferentes ámbitos (agricultores, antropólogos, climatólogos, activistas, arquitectos....), para conocer in situ las controversias que hay en cada uno de los territorios. La voces de los participantes se escucharán en el pabellón, donde se abordarán siete casos de estudio, las arquitecturas proyectivas del título, con las que se da una respuesta críticas cuestiones urgentes como la sequía, la modificación de masas de agua a través de las presas o el extractivismo alimentario que hace por ejemplo que el agua de lluvia que riega la tierra donde crecen las peras de Lleida viaje 20.000 kilómetros hasta un supermercado de Nueva Zelanda (proponen unas banderolas con una “denominación de destino” que revele poéticamente el viaje oculto de cada gota de agua). También desde la arquitectura tratarán de aportar soluciones a la imprevisibilidad de los fenómenos meteorológicos y en concreto a las inundaciones catastróficas de València, donde unas puertas hidráulicas que se abrieran en las dos direcciones, y no solo hacia afuera como exige la normativa española de seguridad, habrían salvado muchas vidas.
Aunque los comisarios prefieren no hablar de “experiencia inmersiva”, lo cierto es queParlamentos de Aguaconsiste en una gran instalación construida a partir de una membrana de tejido tensado, en cuyo interior se creará una atmósfera acuosa y cambiante, con ciclos de niebla , descargas de vapor y un juego multisensorial de luces y sombras. “Los espacios en la bienales a menudo son tremendamente tensos, abusan incluso de cierto intelectualismo, es decir, tienes que estar mucho rato en cada pabellón para acabar de entenderlo, y nosotros entendemos que esta parte reflexiva tiene que estar, pero también ha de poder vivirse a nivel corporal. Es decir, el visitante estará envuelto en agua en suspensión, con lo que podrá tener una experiencia tanto intelectual como corporal”, concluye Luzárraga. El proyecto cuenta asimismo con una publicación, 100 Paraules per a l’aigua: un vocabulari, que recoge otros tantos términos desarrollados por pensadores de todo el mundo.