Puede que fuera gracias a Netflix y El juego del calamar o a Los parásitos de Bong Joon-ho o a las inquietantes películas de Park Chan-wook o puede simplemente obedecer al proceso de internacionalización de las cinematografías asiáticas, pero el caso es que Corea se ha convertido en una potencia del audiovisual. Y como cualquier industria que se precie tiene a su alcance una larga historia que explotar.
El conflicto civil entre las dos Coreas sirvió a Kang Je-gyu para rodar la mítica Lazos de guerra (2005) y a Jang Hoon para realizar de The front line . Lee Jung-jae, el protagonista de El juego del calamar, se puso tras las cámaras hace dos años para rodar Hunt, una cinta que se adentra en las tensas relaciones entre las dos Coreas en los años ochenta.
Woo Min-ho retrocede ahora un poco más en la historia de su país y se sumerge en los tiempos en que Corea fue una territorio conquistado por ó a principios del siglo XX con Harbin , una cinta que se ha estrenado hoy en el BCN Film Fest. El realizador explora un hecho muy conocido en Corea, el asesinato del presidente japonés Itō el 26 de octubre de 1909 en la estación de ferrocarril de Harbin, en Manchuria, a manos del líder nacionalista coreano An Jung-geun.
Harbin arranca con la ocupación japonesa de Corea. Los coreanos se resisten a ser conquistados. Algunos se quitan la vida al entender que es una cuestión de honor. Otros se resignan. Pero un buen grupo se une para crear una resistencia armada. El ejército independentista se enfrenta a las fuerzas japonesas en una batalla en 1909 y vence. An Jung-geun decide desarmar y luego dejar en libertad a los generales enemigos llevado por su generosidad.
Pero no tarda en arrepentirse, porque los militares liberados consiguen rearmarse y aniquilar a buena parte de los independentistas coreanos. Deseoso de venganza, An Jung-geun articula un plan para acabar con la vida del presidente japonés Itō, quien prevé viajar a Manchuria precisamente para firmar el acuerdo de la anexión definitiva de Corea a ó.
A partir de ese momento, Woo Min-ho da un recital de auténtico cine de espías. A Harbin no le falta de nada. Hay intriga, traidores, rivales de por vida, torturas, amenazas, escaramuzas por sorpresa y todo ello amenizado con una estética impecable y una música de primera. Los conspiradores coreanos recorren oriente desde las provincias del norte del país hasta Vladivostok pasando por los desiertos de Manchuria decididos a triunfar con su arriesgado plan.
Hyun Bin, Park Jung-min, Jo Woo-jin, Jeon Yeo-been, Yoo Jae-myung, Park Hoon y Lee Dong-wook componen el reparto de esta película de aventuras como las de toda la vida que compite en la sección oficial del BCN Film Fest, que mañana dará a conocer su palmarés.