Tremenda la final de Copa de esta temporada, el ç-Madrid no solo supone un título para uno de los clubs, sino que también marcará anímicamente a ambos de cara a su enfrentamiento de Liga en Barcelona. Esta claro que futbolísticamente llegan los blaugrana mucho mejor situados. Tanto por su trayectoria global como por los enfrentamientos entre ambos equipos esta temporada. Pero ya sabemos que en este tipo de encuentros la trayectoria anterior no suele ser decisiva.
El Barcelona ha mostrado un gran despliegue futbolístico, una gran ambición y un úٲDZ muy moderno. No le ha importado nunca, y menos frente al Madrid, mantener un bloque adelantado, incluso dejando espacios importantes para jugadores como Vinícius o Mbappé. Tratando siempre de que el fuera de juego fuese una herramienta que anulara los posibles despliegues de los merengues. Seguramente el mejor futbolista que existe en Europa actualmente, como es Pedri, junto a Joan García, será un elemento clave para ganar el trofeo. El centro del campo del Madrid –cuesta mucho definir cuál es su juego– sufrirá a no ser que Carlo Ancelotti establezca una fórmula que minimice el juego del canario.

La Cartuja de Sevilla, sede de la final de la Copa del Rey entre el ç y el Real Madrid
Futbolísticamente, el destino está mucho más en manos del ç. Sus prestaciones determinarán el final
Pero los blaugrana puntualmente han mostrado ciertos bajones. Y es este aspecto el único argumento que le da alguna oportunidad al Madrid. Bajones siempre relacionados con cierta desconexión. Y esto es importante porque las desconexiones, si existen, ya están en la mente de los jugadores días antes del encuentro. Y si es así, no es fácil devolverlos a la senda adecuada 24 horas antes. Me imagino que Flick habrá sabido ya desde hace días tratar que el día a día se viva con intensidad.
El Madrid no solo está lejos de ser un equipo sólido, tampoco ha encontrado una fórmula que nos dé a entender que tiene un sistema de juego definido y que garantice una victoria. Es cierto que en sus enfrentamientos salió muy penalizado en los fuera de juego. No supo en ningún momento enfrentarse a ellos. Pero existen mecanismos para combatirlo, tiene hombres para hacerlo. La mejor manera de aprovecharse de un equipo que utiliza esta estrategia es realizar pases largos cruzados, y en este aspecto la combinación del lanzamiento de Valverde a la espalda de Koundé para la llegada de Vinícius debería ser algo a utilizar. Si la presencia de Mbappé es posible, algo similar debería organizarse.
Pero futbolísticamente el destino está mucho más en manos de los culés. Serán ellos y sus prestaciones los que determinen el final. No se pueden dejar superar por la ansiedad y deben comprender que su victoria debe basarse en desplegar el buen juego que les llevará al gol. La obsesión por el gol puede que les dé la iniciativa, pero nunca les otorgará el control del partido.