El Patronato de la Fundació La Caixa y su sociedad de inversiones, Criteria, ambos presididos por Isidro Fainé, han aprobado esta tarde en sendas reuniones extraordinarias el retorno de sus históricas sedes sociales a la Diagonal de Barcelona y que estaban ubicadas en Palma de Mallorca desde octubre del 2017. La decisión tiene una extraordinaria trascendencia política y económica.
En el primer caso, porque supone que Fainé valora que las actuales circunstancias, un Govern de la Generalitat presidido por el socialista Salvador Illa, ofrece suficientes garantías de estabilidad como para no albergar temores sobre la independencia de La Caixa. En el ámbito económico vuelve a dibujar a Catalunya y Barcelona como un ámbito normalizado para la actividad y el desarrollo pleno de sus actividades. La marcha súbita de Catalunya de miles de empresas tras la crisis política de octubre del 2017 tuvo un impacto demoledor sobre el clima de negocios y dio un renovado impulso a la concentración de actividades en Madrid. Ahora, este movimiento introduce una corrección de esta tendencia cuyos efectos finales aún es muy difícil apuntar.
La Caixa es el primer grupo empresarial y financiero de España. En el primer ámbito, a través del holding Criteria, que dirige Ángel Simón y que agrupa participaciones significativas en grandes empresas como Naturgy, ձóԾ, ACS, la recién anunciada en la francesa Veolia, Puig y muy especialmente CaixaBank. Este último es elprimer banco doméstico español, lo que le convierte en uno de los principales operadores financieros españoles.
La convocatoria del patronato y del consejo de Criteria se realizó esta misma mañana para celebrar las reuniones por la tarde con el objetivo de garantizar la máxima discreción y evitar cualquier posible interferencia a la hora de tomar la decisión. El escueto orden del día: “Modificación del artículo 1.4 de los estatutos de la Fundació La Caixa y modificación del primer párrafo del artículo 4 de los estatutos de CriteriaCaixa”.
La sede de las dos sociedades estaba en Palma desde octubre del 2017
Aunque el día elegido para aprobar el traslado ha sido una sorpresa, el retorno de las sedes en sí no lo es tanto. Es una idea que Fainé y su equipo de colaboradores más cercanos ha ido ponderando y preparando desde hace meses.
Desde el punto de vista regulatorio, la vuelta a Barcelona no implica ningún cambio. La Fundació La Caixa, cabecera de todo el grupo económico, valorado en más de 30.000 millones de euros, está regulada por el Ministerio de DzԴdzí a través de la ley de fundaciones bancarias aprobada en el 2012, tras la crisis financiera y el rescate de Bankia. Esa situación, por tanto, se mantiene igual. Criteria, por su parte, es una sociedad anónima cuya situación legal no sufre ningún cambio y opera de igual manera en cualquier lugar del Estado.