El oro no para de brillar. Su precio ha llegado a romper este martes la cota de los 3.500 dólares la onza por primera vez en la historia. El metal dorado consolida su papel de valor refugio en medio de las turbulencias arancelarias, las amenazas de Donald Trump a la Reserva Federal y el miedo a una recesión, con un repunte que ya supera el 30% en lo que va de ejercicio.
Los flujos hacia fondos cotizados en bolsa (ETF) respaldados por lingotes llevan diez semanas en positivo. El papel de los bancos centrales también se hace notar en la cotización. “El oro ha mostrado una tendencia alcista desde mucho antes de la investidura del presidente Trump. Los bancos centrales han sido compradores netos durante quince años consecutivos”, comenta Charlotte Peuron, gestora de fondos especializados en metales preciosos de Crédit Mutuel AM.“La política arancelaria de Trump y los consiguientes riesgos políticos y económicos (recesión, inflación y riesgos sistémicos) han acelerado aún más esta tendencia”, prosigue.
El oro podría ser “el único activo refugio real que queda”, según Jefferies
Los bancos centrales no especulan con sus posiciones, no suelen vender con las subidas como un inversor, por lo que ayudan a consolidar los niveles. Además, “los bancos centrales de los emergentes han contribuido significativamente a esta tendencia con sus esfuerzos por desdolarizarse“. ”El rápido ascenso del oro este año me dice que los mercados tienen menos confianza en EE.UU. que nunca”, valora Lee Liang Le, analista de Kallanish.
Los analistas se han mostrado cada vez más optimistas respecto al oro conforme el repunte de este año se ha fortalecido. Goldman Sachs pronostica que el metal podría alcanzar los 3.700 dólares a final de año y los 4.000 a mediados del próximo año.
La entidad anticipa unas compras medias de 80 toneladas mensuales por parte de los bancos centrales, un 13% más de lo previsto hasta hace unas semanas, por el impulso visto en el inicio del año, con cifras que superan las expectativas.
El oro podría ser “el único activo refugio real que queda”, ya que los inversores cuestionan los activos estadounidenses, incluidos los bonos del Tesoro, según Jefferies. El dólar tampoco pasa por su mejor momento. “Creemos que el oro seguirá apreciándose dado el escepticismo generalizado sobre el resultado de las negociaciones arancelarias, la situación del dólar estadounidense y, en general, de los activos estadounidenses”, expone Peuron. Este mismo lunes Wall Street vivió otra jornada para olvidar, con un descenso del 2,5% en los principales índices y un dólar a la baja por las renovadas amenazas de Trump a la Reserva Federal.