A pesar de sus buenos resultados en las encuestas, después de tres años y medio con un perfil bajo como vicepresidenta, la candidata demócrata, Kamala Harris, es todavía una desconocida para el gran público. Carente de propuestas políticas concretas, más allá de un paquete de medidas económicas destinadas a reducir la inflación y de su promesa de proteger el aborto con una ley federal, no ha desvelado todavía gran parte de su programa político. Esta ambigüedad, y el antagonismo con Donald Trump, le ha servido para mantener la ola de ilusión que viven los demócratas tras la renuncia del impopular Joe Biden a su intento de reelección. Pero la luna de miel ha terminado esta noche.
En su primera entrevista en un mes de candidatura –su primera prueba de fuego sin guion, acompañada de su número dos, el gobernador de Minnesota, Tim Walz– la presentadora de la CNN, Dana Bash, le ha obligado a aterrizar sus mensajes y a dar explicaciones por su cambio de postura en aspectos como la inmigración y la emergencia climática con respecto al 2019, cuando presentó su primera candidatura a la presidencia.

La candidata a la presidencia por el partido demócrata, Kamala Harris, durante una entrevista para la CNN
Harris se ha defendido asegurando que, a pesar del abandono del discurso progresista, sus valores siguen siendo los mismos, y ha apelado al consenso de país ante unas elecciones que define como “las más importantes de nuestras vidas”.
En este sentido, ha anunciado que, si gana las elecciones el 5 de noviembre, está dispuesta a nombrar a un republicano en su gabinete. Es “realmente importante” que su administración represente “diferentes puntos de vista, diferentes experiencias”, ha afirmado: “Creo que es importante crear consenso, y encontrar un lugar común de entendimiento para resolver los problemas”.
Kamala Harris, candidata demócrata
“En esta carrera, soy la única que ha procesado a organizaciones criminales transnacionales que trafican con armas, drogas y seres humanos”
“Creo que el aspecto más significativo de mi perspectiva política y mis decisiones es que mis valores no han cambiado”, ha asegurado. Cuando presentó su primera candidatura, se mostró favorable a una política migratoria “más humana” y defendió repetidamente que “ser inmigrante indocumentado no te convierte en criminal”. Sin embargo, a lo largo de su vicepresidencia, y especialmente desde que es candidata, exhibe en sus discursos un perfil más duro, remarcando su experiencia como fiscal persiguiendo a narcotraficantes provenientes de México.
“Creo que tiene que haber consecuencias para la inmigración ilegal. En este país, tenemos unas leyes que tienen que ser respetadas y aplicadas, que se dirigen a aquellos que cruzan nuestra frontera ilegalmente. Quiero ser clara: en esta carrera, soy la única que ha procesado a organizaciones criminales transnacionales que trafican con armas, drogas y seres humanos. Soy la única que realmente sirvió a un estado fronterizo como fiscal general para hacer cumplir nuestras leyes. Conozco el problema”, ha insistido en la entrevista, en la que ha recordado que los demócratas habían alcanzado un acuerdo con republicanos en el Congreso para aprobar una de las leyes fronterizas más restrictivas de la historia, pero “Trump vio que no le iba a ayudar políticamente y le dijo a sus colegas que retiraran la propuesta: mató un proyecto de ley que habría puesto a 1.500 agentes más en la frontera y que hasta la Patrulla Fronteriza apoyaba”.