“La aritmética es la que es. Todas las opciones están abiertas”. Las palabras de la concejala del Ayuntamiento de València Cecilia Herrero -que ha pedido la baja voluntaria de Vox y que ayer denunció un mobbing y acoso del que responsabilizó a la dirección nacional de su partido- resonaron en el Consistorio en los minutos previos a la à que se dispara cada jornada fallera.Un estruendo al que dio la réplica de forma casi inmediata la alcaldesa de València.
María José Catalá, al igual que su todavía compañera de la Junta de Gobierno, confirmó que “todos los escenarios están abiertos”, aunque con otra lectura muy diferente de la situación. Y es que si la ex de Vox está pensando en torpedear la gobernabilidad de Catalá, la alcaldesa lo que ya se plantea, tras la grave crisis interna que ha partido en dos el grupo municipal de Vox, es gobernar en minoría y en solitario como ya hizo al principio de la legislatura.
Hay que recordar que después de hacerse con la vara de mando por encabezar la lista más votada, Catalá (Partido Popular) optó por dejar fuera del gobierno local a Vox. No obstante, a los pocos meses y con la intención de asegurar la aprobación de sus primeros presupuestos, la dirigente del PP decidió hacer hueco en su ejecutivo a la formación de Santiago Abascal y cederles competencias simbólicas, aunque de poco peso.
Ahora, recuerdan en el entorno de la alcaldesa, los presupuestos de 2025 ya están aprobados y tampoco sería un drama que se tuvieran que prorrogar hasta las elecciones de 2027. En esta línea, apuntan las mismas fuentes, Pedro Sánchez gobierna en minoría desde el principio de la legislatura y con las cuentas prorrogadas. Y tampoco hay que ir demasiado lejos, estamos a mediados de marzo, el Consell valenciano tampoco ha presentado las cuentas por miedo a que Vox no se las apruebe.
Opciones
En el PP recuerdan que ya tienen aprobados los presupuestos y que se puede gobernar en minoría
Así las cosas, el escenario de volver al inicio de la legislatura no es para nada descartable en las filas del PP donde siempre se han mostrado incómodos con sus socios de gobierno, especialmente con la figura de Juanma Badenas, el portavoz municipal de la formación. De hecho, si se confirma en los próximos días la salida de Cecilia Herrero del gobierno local -la de Badenas ya se ejecutó en la última remodelación tras ser suspendido cautelarmente de militancia por su partido- los dos concejales de Vox que se quedarían en el gobierno municipal no le asegurarían a Catalá una mayoría sólida.
El PPcuenta con 13 concejales; Vox tiene dos que se mantienen bajo la disciplina del partido y dos que no; mientras que la oposición suma 16 (9 de dzdzí y 7 del PSPV). Por ello, los dos concejales que siguen bajo el mandato de Vox no le aportan estabilidad alguna a Catalá que, para cualquier gran acuerdo, necesitaría convencer a los dos ediles díscolos, ya que lograr pactos con la izquierda parece complicado. Más difícil aún sería el acuerdo entre dzdzí y PSPV y los ediles rebeldes de Vox, lo que le da cierta tranquilidad a Catalá para lo que queda de legislatura. Ninguno de los dos partidos de la oposición se planteaba ayer una moción de censura.

Cecilia Herrero y Juanma Badenas.
En este contexto, la alcaldesa ha pedido a la dirección nacional de Vox (que es quien manda y decide en todo este entuerto) que, primero que nada, aclare la situación de sus concejales antes de tomar una decisión definitiva. Catalá lanzó ayer un aviso al secretario general de esta formación, Ignacio Garriga, y apuntó que la actual situación municipal responde “aproblemas internos que afectan exclusivamente a Vox y que este partido tiene que resolver si quiere ser un socio confiable”. De lo contrario, no parece que a Catalá le vaya a temblar mucho el pulso a la hora de prescindir de dos concejales que ya no le aportan la estabilidad necesaria.