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Antoni Bolinches, psicólogo: “La mejor manera de no necesitar que nos perdonen y perdonar es madurar”

Salud mental

El terapeuta aconseja dejar atrás el resentimiento para evolucionar mental y emocionalmente

Pedir perdón es algo muy complicado, pero liberador.

Pedir perdón es algo muy complicado, pero liberador.

Pexels

Perdonar es un proceso liberador. Quien haya pasado por ello lo sabe, pero quien esté dolido porque alguien le haya herido profundamente, también sabrá que es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Tiene razón; perdonar es uno de los actos más admirables del ser humano, pues implica que no solo se asume ese dolor, sino que se es capaz de dejar el pasado atrás y se mira al futuro desde una nueva perspectiva.

Una liberación para la persona herida, pero también para quien cometió el error. Una oportunidad para que ambos puedan partir de cero.

Pedir perdón es algo muy complicado, pero liberador.

Pedir perdón es algo muy complicado, pero liberador.

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Muchas personas, no obstante, se resisten a conceder ese perdón. Creen que volverán a sufrir o que el que hirió merece pasar por todo lo que ellos mismos han pasado. De lo que no son conscientes, no obstante, es que perdonar no implica aceptar eso que nos hizo la otra persona o que no tenga que asumir el daño que nos hizo; perdonar es un acto egoísta que hacemos por nosotros mismos para hacernos un favor.

El asunto no es justificar el daño, sino aceptar, reconocer y comprender las emociones; tanto de la persona herida como de la persona que ha hecho daño, con sus errores y limitaciones. En ese momento en el que, a pesar de todo ese daño, la persona da el paso de perdonar, llega la liberación emocional, muy por encima del resentimiento; y la transformación personal.

Antoni Bolinches, psicólogo:

Antoni Bolinches, psicólogo: “¿Se debe perdonar una infidelidad? Ese es otro tema. Pero luego, ¿se debe perdonar uno mismo por no amar a esa persona?”.

'Ojalá lo hubiera sabido antes' Podcast

El psicólogo Antoni Bolinches habla en el podcast Ojalá lo hubiese sabido antes de cómo el perdón entra en juego en temas como el amor, donde la confianza debería ser una condición de base en cualquier relación. “Pedir perdón aún teniendo razón es una consigna paradójica”, reflexiona el especialista. “Algunas veces pasa, aunque trates de no ofender a nadie”.

Unos casos que se dan cuando alguien se siente ofendido, engañado o defraudado, según Bolinches. Se acepta la verdad, que duele; los errores. Como dice el experto: “La mejor manera de no tener que perdonar ni que nos perdonen, es madurar. La persona madura ofende poco y se ofende poco. Daña poco y se daña poco. Se ofende poco, pues todavía tiene suficiente con lo que ha recibido antes y lo que ha conservado en sí”.

La vida es un trabajo constante para evolucionar a una versión mejor de nosotros mismos. Perdonar no es sencillo, pero cuando uno se perdona a uno mismo y se compromete, comienza a sanar. “La necesidad de perdón tiene que ver con las vivencias subjetivas y está relacionado con la fortaleza psicológica de quien recibe el mensaje”, reflexiona Bolinches.

El perdón no es para ayudar a la otra persona. Es para dejar atrás la amargura, el rencor, la humillación, la tristeza, el rechazo y la decepción. Es para mejorar tu vida, por ello es indispensable.

Perdonar implica quitar poder a aquello que continúa haciendo daño y dejarlo atrás. Sigue adelante. Eso sí, no es algo que sucede de un día para otro. En realidad, es un proceso que lleva su tiempo y que se debe asimilar.

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