Las tareas y obligaciones diarias, aunque a menudo parezcan pequeñas, requieren organización, atención y memoria para completarse con éxito. Hacer la compra, lavar la ropa, vaciar el lavavajillas u ordenar la habitación son algunos de los quehaceres más comunes. Si compartimos estas responsabilidades con la familia o la pareja, se vuelven más llevaderas. Sin embargo, cuando las tareas no se reparten de manera equitativa o falta una comunicación clara, pueden convertirse en una fuente de estrés, reproches y malestar.
Se conoce como corresponsabilidad al principio de compartir de manera equitativa las tareas, responsabilidades y decisiones dentro de una relación, ya sea en el hogar, en la crianza de los hijos o en la vida diaria en general. Esto implica que ambas partes de la relación asuman de manera conjunta la carga de las actividades cotidianas, en lugar de delegar todo el peso en uno de los miembros. Uno de los principales objetivos de este reparto de actividades es aligerar y repartir la carga mental que conllevan todas estas pequeñas tareas.

Cuando las tareas no se reparten de manera equitativa o falta una comunicación clara, pueden convertirse en una fuente de problemas en las relaciones
A pesar de gran parte de la población afirman colaborar en las tareas de casa, sigue habiendo hogares, en que uno de los miembros de la relación, mujeres en gran parte, siente que recae sobre ellas muchas de las responsabilidades asociadas con la casa y la familia. No solo responsabilidades físicas, como por ejemplo llevar al hijo al pediatra, sino también mentales, como acordarse de las fechas de las citas médicas y de la comunicación con el colegio sobre dichas consultas.
No es solo llevar al niño al pediatra, es pedir la cita y saber cuándo le toca la próxima revisión
Esto se debe, principalmente, a que durante mucho tiempo se ha esperado que la mujer se encargara de las tareas domésticas y de cuidado, mientras que el hombre se enfocaba en la parte económica y profesional. Este modelo, por supuesto, no es exclusivo de todas las relaciones, pero sigue siendo una causa de la desigualdad que persiste en algunos hogares.

La corresponsabilidad en pareja es clave para construir un equipo real y equilibrado
Según la óDz María Esclapez, la corresponsabilidad en pareja es clave para construir un equipo real y equilibrado. En uno de sus últimos vídeos en redes sociales, Esclapez señala algunos de los ejemplos más comunes donde suele fallar esta corresponsabilidad.
“Corresponsabilizarse no es solo hacer la compra, es darse cuenta de que la nevera está vacía. No es solo cambiar un pañal, es recordar cuándo fue la última vez que se hizo. No es solo llevar al niño al pediatra, es pedir la cita y saber cuándo le toca la próxima revisión. No es solo sacar la basura, es notar que ya huele y que hay que cambiar la bolsa antes de que rebose”, explica. Y añade que no se trata únicamente de hacer las tareas, sino de compartir la carga mental que implica hacerlas, puesto que la corresponsabilidad es la única herramienta que lo permite.
Claves para ser corresponsables
Reconocer la carga mental: Como ocurre con cualquier problema, el primer paso para solucionarlo es reconocer que existe. En este caso, se trata de admitir que las tareas no solo requieren acción, sino también organización y planificación, y ese esfuerzo mental también debe ser compartido.
dzܲԾó: Es fundamental hablar abiertamente sobre cómo se siente cada miembro de la pareja respecto a las tareas que realiza y cuáles les generan mayor carga mental. Tal vez recordar ciertos datos resulte mucho más complicado para una persona que para otra, y eso también debe tenerse en cuenta.
Reparto de tareas: Es importante repartir de forma equitativa las responsabilidades del hogar y dejarlo por escrito para que no haya malentendidos. Un calendario o una nota compartida pueden servir para dejar claro qué corresponde a cada uno.
Una buena corresponsabilidad es fundamental para el bienestar de la pareja y su crecimiento conjunto. Repartir la carga mental de las tareas del hogar no solo alivia el estrés diario, sino que también permite gestionar mejor el tiempo libre y disfrutar más de la vida en común.