Las manchas de guardado, esas que aparecen en ropa perfectamente limpia y doblada tras pasar un tiempo en el armario, son una de las grandes frustraciones domésticas. Lo sabe bien Begoña Pérez, más conocida como La Ordenatriz, quien ha recibido numerosos mensajes de futuras madres y abuelas muy disgustadas por este problema. La buena noticia, asegura, es que rescatar esas prendas es posible: “Rescatar esa ropa es bastante sencillo, aunque hay que tener paciencia”.
En su último vídeo de Instagram, la especialista en orden y limpieza no solo explica cómo eliminar esas antiestéticas marcas, sino que también lanza un mensaje claro: no hay que tirar prendas con valor emocional sin haber intentado antes recuperarlas. “Desde que avisé que estaba grabando el vídeo, unas cuantas de vosotras me habéis dicho que habíais tirado toda esa ropa porque creíais que no tenía solución. Y ahí sí que me entra a mí una pena enorme: no solo es el valor económico de esa ropita, ¡es el valor sentimental! Muchas de esas prendas pasan incluso de abuelos a nietos”.
Mucha paciencia
Un método paso a paso, con pausa
El procedimiento que propone Begoña Pérez se basa en dos pilares: el uso de percarbonato sódico, un potente blanqueante sin lejía, y la paciencia. La rutina comienza con un lavado largo a 30°C con el detergente habitual. Cuando la lavadora lleve al menos 30 o 40 minutos funcionando, es el momento de hacer la primera pausa: “La estamos dejando en remojo con jabón después de frotar un poco”.
Después, se reanuda el programa hasta finalizar. Sin sacar la ropa, se añaden dos cacitos de percarbonato, se activa un nuevo ciclo largo a 40°C —para que el producto haga efecto— y se repite el proceso: “Nueva parada de dos horas. Remojo en percarbonato”.
Finalmente, se pone de nuevo en marcha hasta el final del programa. El resultado: prendas visiblemente más limpias y listas para volver a usarse, sin manchas ni necesidad de productos agresivos.
“Recuerda que la primera norma es la PACIENCIA”, recalca Pérez. “Son manchas muy persistentes, así que si es necesario, repite, o incluso hazlo a mano (sin que le dé el sol ni en el remojo ni al secar) con la paz y paciencia que tenían nuestras abuelas”.
Reposo
¿Y si mi lavadora no tiene pausa?
No todas las lavadoras permiten interrumpir un programa, pero 'La Ordenatriz' tiene una solución: apagarla directamente y dejarla en reposo durante el tiempo necesario. “En algún modelo desaguará al reiniciar, pero el lavado y remojo estará hecho”, señala.
Su método, además de eficaz, apela a la tradición y al valor de las cosas hechas con mimo, como aquellas prendas heredadas que, más allá de su función práctica, conservan recuerdos familiares. Ropita de bebé, mantelerías bordadas, camisones antiguos... Nada merece acabar en la basura por una mancha si se puede evitar.
La solución no está en desechar, sino en cuidar. Como hacían nuestras abuelas.