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El pasado 23 de marzo se cumplió un año del fallecimiento de la actriz Silvia Tortosa a los 77 años de edad. Una dura pérdida para el mundo del cine y del teatro que se dio de forma inesperada después de su recaída del cáncer que le diagnosticaron en 2019. Tras su fallecimiento, legó a su íntima amiga Ana Congosto su fortuna y sus propiedades, entre las que se encuentra su impresionante mansión en Madrid.

Una vivienda situada en Puerta del Hierro, una de las zonas más exclusivas de la capital, en la que residen personalidades como��Tamara Falcó o Isabel Preysler. Sin embargo, este domicilio es uno de los más llamativos, ya que su exterior está envuelto de una gran mata de hiedra que la dota de una personalidad especial.

Con cuatro plantas, esta mansión envuelta de naturaleza cuenta también con varios toldos de color amarillo con franjas blancas que contrastan con el color del ladrillo gris y marrón. Un lugar “muy caro de mantener”, según desveló su amigo Chema Martín en TardeAR��y que tiene un valor de 1,3 millones de euros. Y es que la heredera universal no dudó en ponerla a la venta durante un tiempo, pese a que ahora tiene todo el proceso paralizado.

Una vez en el interior, una serie de grandes espejos colocados cuidadosamente en las paredes del recibidor dan la bienvenida a los visitantes. A su vez, el color rojo domina las primeras estancias, recubriendo todo el lugar y dando un carácter único a la vivienda de la presentadora fallecida.

A la derecha del pasillo, se encuentra una pequeña sala en la que Silvia Tortosa pasó mucho tiempo y donde dispuso varias estanterías donde descansa su archivo videográfico, que abarca desde sus inicios en 1966. Una especie de despacho en el que también hay un ordenador de mesa y varias sillas de bambú en colores claros.

Pero esta pasión que tenía la actriz por el color rojo se sigue plasmando en la habitación principal de la mansión, en la que los muebles de color blanco rompen con la tónica rojiza. Varios armarios, muebles y estanterías se abren paso por una estancia no muy amplia en la que también hay un espejo redondo, un cabecero de metal y unas lámparas vintage de cristal.

Ya en otra planta de la vivienda, la cocina es completamente diferente al resto de habitaciones principales. Esta vez, la presentadora decidió pintar sus paredes de color amarillo y jugar con los tonos marrones en sus diversos muebles. Entre estos, llama especialmente la atención la isla que tiene en mitad de la estancia y la gran nevera plateada.

Si algo queda claro viendo las imágenes que ha compartido el mencionado programa, es que Silvia Tortosa decidió mantener hasta el final el estilo de la década de los 90 que inunda toda la mansión. Por ello, decidió no cambiar las lámparas colgantes de metal, las cortinas transparentes o el suelo romboide amarillo y blanco.

Y si hay una sala especialmente luminosa, esa es la que conecta directamente con el jardín. Unos grandes ventanales se abren paso, ocupando todas las paredes. Plantas por doquier, un ventilador de techo, una mesita de cristal, un farolillo o un sofá con los mismos tonos que la cocina, son los elementos que dotan de personalidad el lugar.

La piscina de Silvia Tortosa, con medidas casi olímpicas y cinco carriles

Pero si hay algo que llama especialmente la atención es la gran piscina, con medidas casi olímpicas, que se abre paso en el exterior. Un lugar donde Silvia Tortosa pasó grandes horas en verano y al que no dudó en invitar a sus amigos más cercanos.

Y siguiendo en el exterior de la vivienda, el protagonista del jardín es, sin duda, su verde césped y el camino de piedras que se abre paso hasta la zona de barbacoa. Varios árboles, entre ellos frutales, dan la sombra suficiente para que la actriz pudiese disfrutar de su pequeño rincón de naturaleza en mitad de la ciudad de Madrid.

“Lo que quería ella era hacer una hipoteca inversa para que el que cogiera la casa no tuviera este marrón”, comentó��Ana Congosto, la heredera de la actriz, comentando las dificultades a las que se estaba enfrentando para poder hacer frente al mantenimiento del lugar. Por ello, en un futuro cercano volverán a poner a la venta este inmueble que tantos recuerdos guarda entre sus paredes.