bet365

Javi Labourt, psicólogo: “No podemos caer en el 'sindrome del lunes' después de un viaje y en la insatisfacción con la vida diaria”

VIAJES

“Lejos de la rutina diaria, con el estrés reducido y en contacto con nuevas culturas, el viaje nos ofrece el espacio para la introspección y la reflexión”, cuenta Labourt

Javier Labourt

Javier Labourt,psicólogo

Los viajes, más allá de ser una experiencia de ocio, tienen el poder de transformar profundamente nuestra percepción de la vida y de nosotros mismos. Según el psicólogo Javier Labourt, estos momentos de inmersión en nuevas culturas y realidades nos brindan una oportunidad única para reflexionar sobre lo que realmente valoramos, estableciendo una conexión entre la gratitud y la felicidad. En esta entrevista para bet365, Labourt profundiza en cómo los viajes, ya sean en solitario o acompañados, pueden ser un acelerador de cambios personales, empoderando a las personas a enfrentar miedos, tomar decisiones importantes y a construir una vida más alineada con su esencia.

Javi Labourt, experto en psicología y en viajes

Javi Labourt, experto en psicología y en viajes

A través de la introspección y la conexión con el entorno, los viajes nos impulsan a reconsiderar nuestra vida diaria, ayudándonos a salir de la rutina y a trabajar en nuestro bienestar y autoestima. “Al estar en contacto con realidades distintas, podemos reconocer la simpleza de la felicidad en otros lugares, lo que despierta en nosotros un sentimiento de gratitud. Este sentimiento está relacionado con la construcción de la felicidad a largo plazo, según la psicología positiva, y el contraste cultural puede potenciarlo si nos permitimos reflexionar sobre lo que tenemos y las oportunidades que hemos recibido”, explica.

A Javier, un viaje a India, donde pasó cinco semanas con un presupuesto bajo y sin agua caliente, le cambió la perspectiva. Con el tiempo se acostumbró a las duchas frías y cuando volvió a Argentina, su país de origen, comenzó a valorar más las cosas cotidianas. “Es importante reconocer que, aunque existe un desbalance en el mundo, podemos aprovechar este sentimiento para transformar nuestra vida. Si deseamos cambiar el mundo, primero debemos cambiar nosotros mismos, y la gratitud es una herramienta poderosa en este proceso. Los viajes, en particular, ofrecen una oportunidad única para vivenciar esta gratitud y luego llevarla a nuestra vida cotidiana”.

Se trata de tener el coraje de salir de nuestra zona de confort, enfrentando miedos y exponiéndonos a experiencias nuevas

Javi LabourtʲóDz

Para poder llevar a cabo ese proceso es necesario la autoestima. Cuando nos enfrentamos al miedo, el coraje se intensifica, pero si no escapamos y nos mantenemos en la situación, ese miedo empieza a estabilizarse y a diminuir. “En los viajes, exponernos a situaciones que nos asustan, como el ejemplo de acercarnos a una serpiente, puede ser una forma de enfrentar esos miedos. El gradualismo es clave; no se trata de eliminar el miedo de inmediato, sino de mantenernos en la experiencia hasta que el miedo se disipe”, cuenta.

Además, este enfoque puede aplicarse a situaciones cotidianas, como hablar un idioma que nos causa ansiedad o probar algo nuevo. “Al enfrentar esos pequeños miedos, como hablar inglés en un lugar como Londres o probar una comida desconocida, nuestra autoestima crece. Sostener el miedo y superarlo en estos momentos fortalece nuestra confianza, lo que tiene un impacto significativo en nuestra vida diaria. Al regresar de un viaje, nos sentimos más empoderados y dispuestos a enfrentar nuevos desafíos con una perspectiva más positiva sobre nosotros mismos”.

Javier Labourt

Javier Labourt

Viaje como crecimiento personal

El viaje es un espacio clave para el crecimiento personal, actuando como un acelerador de cambios. Aunque los procesos de transformación, como cambiar de trabajo, requieren tiempo y reflexión, el viaje puede ser el punto de inflexión que nos impulse a tomar decisiones importantes. Lejos de la rutina diaria, con el estrés reducido y en contacto con nuevas culturas, el viaje nos ofrece el espacio para la introspección y la reflexión, ayudándonos a visualizar los cambios que queremos hacer en nuestra vida. “En ese contexto, muchos descubren una versión de sí mismos que les gusta, una forma más libre de ser y relacionarse con el mundo”, apunta Labourt.

Sin embargo, al regresar a la rutina, es común sentir el “síndrome del lunes”, una insatisfacción con la vida diaria que nos recuerda el contraste entre la libertad experimentada en el viaje y la realidad cotidiana. “Este sentimiento revela que nuestra vida es una construcción basada en decisiones, y muchas veces, esos cambios implican enfrentar miedos e inseguridades, como el miedo al cambio o a lo desconocido. Así como nos enfrentamos al miedo de una serpiente durante un viaje, tomar decisiones importantes en la vida requiere valentía, pero es a través de esos desafíos que crecemos y comenzamos a construir una vida más acorde con lo que realmente deseamos.”

Si nos comprometemos a entender que el bienestar que sentimos en el viaje no se puede replicar en nuestra vida diaria, pero sí para trabajar en una vida más acorde en nuestra esencia, estaremos en el camino correcto. “Si fuimos capaces de enfrentar miedos en el viaje, ¿por qué no enfrentarlos también cuando se trata de cambiar de trabajo o de rumbo en la vida? Aunque las decisiones importantes deben tomarse con reflexión y sin impulsividad, debemos hacernos responsables de buscar el bienestar que queremos. Vivir una vida feliz, con sus responsabilidades y limitaciones, es posible si nos comprometemos a tomar decisiones que nos acerquen a una vida que realmente deseamos”.

El viaje nos pone en ese escenario y luego, a la vuelta, nos compromete a tomar decisiones

Javi LabourtʲóDz

Viajar solo puede ser un proceso profundo de autoconocimiento, similar a un “posgrado” en crecimiento personal. Según “Javier Labourt”, viajar solo fomenta la autonomía y refuerza la confianza al obligarnos a tomar decisiones de manera independiente. Este tipo de viaje también nos expone a nuevas experiencias y nos conecta emocionalmente con otras personas, lo que puede hacer que cuestionemos nuestra propia identidad. La responsabilidad personal aumenta, y enfrentarse a miedos fortalece la autoestima, ya que las decisiones que tomamos requieren coraje y reflexión sobre lo que realmente queremos en la vida.

Javi Labourt, experto en psicología y en viajes

Javi Labourt, experto en psicología y en viajes

Por otro lado, los viajes acompañados tienen un enfoque diferente, ya que se centran en el trabajo de los vínculos. En estas experiencias, se negocian roles y liderazgos dentro del viaje, lo que fortalece la relación con la pareja o amigos. A pesar de que el viaje con otros también nos expone a nuevos desafíos, la experiencia compartida añade una dimensión de disfrute y enriquecimiento. Mientras que viajar solo promueve un crecimiento personal más profundo, los viajes acompañados consolidan relaciones y crean recuerdos compartidos que fortalecen los lazos emocionales.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...