bet365

Fiona Pinar, atleta paralímpica: “Cuando no me apetecía salir con mis amigas después de la amputación, mi border collie, Max, tiró de mí, siempre estuvo a mi lado”

Familias famosas

La joven atleta nos presenta a su perro, que era sólo un cachorro cuando ella tuvo el accidente por el que perdió una pierna: “pero gané una vida”, dice

“Cuando volví a casa después de 41 días ingresada, con mis muletas, muy delgadita, mi padre tuvo que sujetar a Max porque quería recibirme con toda su energía; se acordaba perfectamente de mí”

Fiona Pinar, atleta paralímpica

Fiona Pinar, atleta paralímpica

Fiona Pinar

Fiona me atiende desde el coche. Después de entrenar en el CAR de Sant Cugat del Vallès se dirige a estudiar Publicidad y relaciones públicas a la Universidad de Vic y al terminar, irá hasta Ripoll, donde reside con su pareja. “A mi perro Max no lo veo entre semana porque ahora no vive conmigo; cuando nos reencontramos es una fiesta”, dice la atleta paralímpica, de 21 años.

A los 18, la vida le cambió radicalmente después de perder una pierna en un accidente de esquí. En ese momento, sólo se permitió llorar diez minutos por su pierna: estando todavía en la UCI, ya tuvo el aplomo de asegurar a sus padres que iría a los Juegos Paralímpicos de 2024. Cuenta que casi lo más duro de esos 41 días de hospital fue no poder estar con su cachorro Max, aunque sí pudo verlo, cada noche, por videollamada.

Sólo dos años después, la joven logró llegar a la final del certamen en París, donde obtuvo el séptimo puesto en la prueba de los 200 metros. Ahora entrena cinco días a la semana para el Mundial de Atletismo que se disputa en octubre en la India y para los Juegos de Los Ángeles, que se celebrarán en 2028.

Max es un gran apoyo para Fiona

Max es un gran apoyo para Fiona

Fiona Pinar

¿Quién es Max?

Siempre había querido un perro, desde pequeña, pero mis padres se separaron cuando yo tenía cinco años y a mi padre no le gustaban demasiado los perros. Mi madre propuso tener un gato y mi padre lo tuvo que aceptar (risas). Cuando ellos se marcharon a vivir por separado, en casa de mi madre, ya decidimos que llegara el perro.

¿Es un border collie, verdad?

Sí, porque yo antes salía a correrpor la montaña y quería un perro que fuera muy activo para ayudarme a tirar más y para no ir sola. A los tres o cuatro meses de la llegada de Max tuve el accidente. Él tendría entonces como unos siete meses, aún era una bolita de pelo. Y a partir de ese momento, no pude verlo ni tocarlo durante un tiempo porque, claro, él no podía entrar al hospital. A ver, que también lo entiendo, yo estaba baja de defensas y tenía que protegerme de cualquier bacteria, virus… Pero para mí era duro no poder ver crecer a Max.

A los tres o cuatro meses de la llegada de Max tuve el accidente. Él tenía unos siete meses, aún era una bolita de pelo

Fiona Pinaratleta paralímpica

Como los perros crecen tan rápido…

Sí. Estuve dos meses ingresada y en ese tiempo cambió mucho. Pero para no perderme su crecimiento del todo, establecimos la siguiente rutina diaria con mis padres: cada noche, cuando ellos regresaban a casa del hospital me hacían una videollamada para que yo pudiera ver a Max y él a mí. También me daba miedo y pena que no se acordara de mí cuando yo volviese a casa. Estuvimos 41 días separados.

¿Te reconocía Max por la pantalla?

No acababa de entender qué estaba pasando, pero reconocía mi voz y cuando yo lo saludaba, empezaba a saltar y a ponerse contento. Igual que ahora, cuando mi madre me lo pone al teléfono y quiere lamer la pantalla; sabe que soy yo.

¿Cómo fue el reencuentro tras esos 41 días en el hospital?

Tengo un vídeo que es muy emotivo. Él ya me olió desde la calle. Yo salí del ascensor con mis muletas, muy delgadita, porque había perdido 15 kilos y él, imagínate, estaba con toda su energía para recibirme. Entonces mi padre lo tuvo que sujetar porque se me iba a tirar encima (risas). En el vídeo se ve cómo él quiere lanzarse hacia mí y mi padre está ahí cogiéndolo.

¿Y cómo fueron los primeros días en casa con él tras el accidente?

Los primeros días me lamía mucho, como queriéndome cuidar. Mira que los cachorros siempre están nerviosos, pero él entendía perfectamente que algo no estaba yendo como tenía que ir, o que yo estaba más triste o distinta y estaba más tranquilo, intentando apaciguarlo todo.

Lo captan todo, los perretes.

Yo creo que captan la energía que se transmite, las emociones.

Aunque has contado que el disgusto por la amputación te duró poco, imagino que no fue fácil la adaptación a la nueva situación. ¿Te ayudó Max a eso?

Sufrí el duelo por mi amputación los primeros 10 minutos de ver que me faltaba un pie; después siempre he estado bien. A partir de ese momento, me propuse hacer cosas, estaba con mucha energía. Creo que Max lo captó y tiró aún más de mí. También me ayudó al principio porque yo iba con muletas o silla de ruedas y muchas veces no me apetecía salir por ahí con mis amigas por incomodidad. Me tenía que quedar más tiempo en casa y él me hacía mucha compañía, estaba siempre a mi lado. Y esto, con lo nervioso que es un border collie. Y en el hospital, sobre todo, me daba la vida cada vez que lo veía por videollamada. A partir de mi salida, ya pude ver cómo seguía creciendo, que es lo que me ilusionaba.

Fiona y Max son inseparables

Fiona y Max son inseparables

Fiona Pinar

¿Ahora cuántos años tiene Max?

Tres y pico.

¿Y cómo es vuestra relación?

Nos hemos distanciado un poco, porque ahora estoy viviendo con mi pareja y no podemos tener perros en casa, así que Max está en casa de mis padres. Pero lo veo los fines de semana. Es uno más en la familia y para las actividades familiares lo tenemos siempre en cuenta, como salir a comer todos juntos. Cada vez que me ve, se pone eufórico, ladra como un loco. Me hace fiestas de recibimiento cada vez. Cuando entro en el coche familiar, saca hasta la cabecita por el hueco de los asientos para lamerme la cara. A veces toca labio (risas).

Mira que los cachorros siempre están nerviosos, pero él entendía que algo no iba como tenía que ir, o que yo estaba más triste o distinta

Fiona Pinaratleta paralímpica

¿Le sueles dar besos en la boca?

No, no. A no ser que él sea más rápido (risas).

¿Vas a correr con él alguna vez?

Ahora no, porque con la prótesis sólo puedo correr por pista; la montaña es un terreno que me va mal por las pendientes. Y en las pista de atletismo los perros no pueden entrar. Lamentablemente, a las competiciones tampoco puede venir porque tiran un petardo antes de salir y se exalta muchísimo y después es muy complicado calmarlo.

Fiona comparte su vida con Max

Fiona comparte su vida con Max

Fiona Pinar

Desde aquí hacemos un llamamiento para que en las competiciones de atletismo no tiren petardos. Bueno, que no los tiren en ningún lado, ni la noche de San Joan.

No estaría mal.

¿Cuál ha sido el mejor momento que habéis compartido Max y tú?

Diría que dos. Uno, cuando lo vi después del hospital. Mi cara en ese vídeo lo dice todo. Y también un día en la playa, en Italia, mi padrastro es italiano. En aquella playa dejan unas horas para que los perros puedan entrar y bañarse en el mar, a primera hora de la mañana. A Max le encanta el agua, le tiras la pelota y se queda allí mucho rato. Recuerdo verlo tan contento yendo a buscar la pelota, nadando, sacudiéndose. Son momentos felices para mí porque lo veo a él feliz.

¿Y el momento más divertido?

Tenía unos zapatos con la suela de espuma, me pilló uno y de clavarle los dientes lo dejó uno como un colador (risas).

Lee también

Dime que no te ha pillado ninguna prótesis.

Si la llevo puesta, no hace demasiado caso. Pero cuando me la pongo y oye el ruido sí que empieza a ladrarme (risas).

Algo que te haya enseñado Max.

Me ha ayudado a entender el cariño incondicional que nos tienen los perros. Hagas lo que hagas, tengas el día que tengas, siempre está ahí para recibirte, para ponerte feliz.

Háblame de estudios y trabajo.

Ahora estoy acabando la universidad, Publicidad y relaciones públicas. Me la quiero ya quitar de encima porque ya es mi cuarto año y yo ya me estoy dedicando a lo que quiero, que es el deporte. En paralelo, estoy haciendo mucha comunicación en redes porque creo que es importante lanzar el mensaje que quiero lanzar, el de la superación y la normalización del deporte paralímpico. En este país, al final, cuesta un poco vivir deldeporte si no te dedicas al fútbol; vivir del atletismo es complicado y por eso también le estoy metiendo caña a la comunicación, para poder tener patrocinadores y poder dedicarme al deporte. Proyectos deportivos, tengo el mundial este año y algunas campañas de publicidad. En cuanto a la comunicación, me estoy empezando a poner en YouTube y en Twitch para poder crecer y dar mi mensaje a través de estas redes sociales, que permiten expresarte más a fondo que en los vídeos cortos de Instagram o TikTok.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...