Rosa responde al teléfono con esa transparencia y con ese caracterÃstico acento granaÃno al que nos acostumbramos desde que la conocimos en la tele, cuando era una crÃa de apenas 20 años. “¿Te llamas Romina? ¿Sabes que Romi en caló significa “mujer?â€, me explica risueña. De fondo, se escucha un pájaro, un loro o algo asÃ, que entona: “La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar…â€. Rosa se queja de que al pájaro, que es una ninfa llamada Thunder, le dé sólo por interpretar La cucaracha, cuando ella y su pareja, Iñaki, están cantándole todo el rato el Europe’s living a celebration.
Era 2001 cuando un innovador programa de televisión mezcla de concurso y reality reunÃa, de manera imperativa, a toda la familia frente al televisor cada lunes por la noche. De entre los 16 participantes de Operación Triunfo, jóvenes que aspiraban a convertirse en estrellas de la música, destacaron algunos nombres que, enseguida, pasaron a formar parte de nuestro dÃa a dÃa y después, de la cultura popular de este paÃs: David Bisbal, Chenoa, David Bustamante, Manu Tenorio. Y, por supuesto, Rosa, más conocida como Rosa de España, cuyo chorro de voz la propulsó al otro lado de la pasarela como ganadora de la primera edición del concurso. El premio serÃa un contrato discográfico, 90000 euros, un coche y la representación en el festival de Eurovisión de 2002.
Veintitrés años después de aquel cuento de hadas cocinado a fuego rápido que tuvo momentos de piel de gallina, de lágrimas y de risas y muchas canciones que se nos han clavado a fuego, Rosa López es una mujer que sigue haciendo lo que más le gusta, que es cantar, rodeada de lo que más le gusta: (muchos) animales. Acaba de estrenar disco, Doce diamantes negros, el segundo con su propia discográfica. El disco va de valores, los que le enseñó su padre y también los animales, y donde también hay una canción para su perra Lola.
¿Con cuántos animales estás ahora mismo?
Tengo seis perros, cuatro agapornis, una ninfa y seis ratones. Todos son rescatados, excepto los ratones, que compré; valÃan cada uno tres euros y me dieron mucha pena; éstos sirven para experimentos en laboratorio o para el consumo humano. Los pájaros vienen del CRAS, el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Madrid, que es un lugar como de objetos perdidos pero con animales. Allà la gente deja a los animales silvestres heridos o enfermos que encuentra. Luego los recuperan y los liberan en el medio natural o se los quedan y entonces puedes hacerte cargo de ellos. Hay desde perros a ratoncillos, pájaros o hasta serpientes. Es muy importante la labor que hacen, porque nos centramos siempre en los perros, pero todos los animales tienen derecho a una vida digna. Ah, y también vivimos con una paloma.
¿Una paloma de la calle?
Es blanca, de ésas que tienen los magos o echan a volar en las bodas. Se la encontró Iñaki en el borde de la acera de la Elipa, un barrio de Madrid. Y no volaba, se quedaba quieta cuando la iba a coger. Es como si estuviera enseñada. Igual se le habÃa escapado a algún mago.
Yo siempre digo que soy de todos los animales, no te puedo decir que sea de perros o de pájaros o de otra cosa. Hasta los ratoncitos me gustan
¿De dónde te viene este amor por los animales y además por todo tipo de animales?
Yo siempre digo que soy de todos los animales, no te puedo decir que sea de perros o de pájaros o de otra cosa. Hasta los ratoncitos me gustan. También me dan mucha pena; porque tienen una vida muy cortita. Los tengo ahÃ, en una ruletilla, con su agua, su comida, sus caprichos, también.
Pues como te crÃen, Rosa, se te va a llenar la casa de ratones.
(Risas). Yo creo que ahà no hay ninguna hembra, mira lo que te digo, porque no hacen nada entre ellos. Los que sà me han criado han sido los agapornis, que me han puesto cinco huevos. Ya he comprado papilla para las crÃas y en el CRAS nos han dado consejos para alimentarlas. Los agapornis me los llevé a casa porque me dio mucha ternura y mucho amor verlos juntitos, y porque además Iñaki y yo somos como agapornis por cómo nos queremos el uno al otro. Yo iba a adoptar sólo a una pareja, pero me sacaron a otros dos y me los llevé también. Y es muy curioso, porque cada uno tiene su personalidad, diferentes comportamientos, forma de comer… Una pareja se llaman Blue y Yellow y la otra son Romeo, y Julieta, porque son más cariñosos.
¿Qué hay de los seis perros?
Son cinco perras y un perro. Uva, que es la última que ha venido. Se llama asà porque llegó en diciembre. Viene de una camada de ocho hermanos que tenÃa un hombre en un pueblo. Nos dijo que si no nos los llevábamos, los iba a ahogar. Los repartimos entre toda la familia. Luego tenemos a su hermanita Pimi, de Pimienta, y a Nano, que se llama asà por lo chiquitillo que es; parece un gitanillo. Ahora está como loco con el celo de las perras y no me deja dormir. Cuando cumpla un año, iremos a operarlo. Luego está Once y Tori, a quien también iban a matar, la encontraron en la basura. Tori se llama “Torico más su motoâ€, porque mi madre la llamaba Motomami, pero como no hacÃa caso, le cambiamos el nombre, pero le dejamos la moto de apellido y ahora parece japonesa (risas). Shanna es la única que no es rescatada, fue un regalo de un amigo cuando falleció mi perra Lola; yo todavÃa tenÃa un dolor grande. La gente te ve triste, te regala un animal con todo su amor, su cariño, pero esas cosas hay que pensárselas.

La cantante, que estrena disco, convive con seis perros, cuatro agapornis, una ninfa, seis ratones y una paloma
¿Qué perretes son, yorkshires?
Son todos muy pequeños y son mil leches.
¿Cómo os organizáis para cuidar a todos los animales?
Vivimos en un piso sin terraza, asà que es un poco locura, aunque la vivienda es grande e Iñaki me ha hecho un living dedicado a los animales, que era uno de los sueños de mi vida. Allà hemos puesto cuatro jaulas que tienen buen sol y en la parte de abajo hemos colocado unos mueblecillos donde guardamos la comida de los animales, los empapadores de los perros por si llueve mucho y no pueden salir, y tengo los sofás protegidos por si se me mean (risas). La casa es de los animales y de la ropa; tenemos un cuarto entero para la ropa. Iñaki se encarga de la paloma, sobre todo, y yo más de los perrillos y los pájaros.

“La gente se piensa que soy paseadora de perros porque voy con seis. Hasta que me reconocen: “¡Pero si eres Rosa de España!â€, cuenta
Me gusta mucho estar con todos ellos cuando él se va a trabajar y yo me quedo muy sola. Me pongo a dormir con los perros porque son muy chiquitillos. Y para sacarlos a pasear tengo unas correas especiales con gomas, para que vayan unidos. Con tantos perros a la vez, la gente, cuando me ve por la calle, primero se piensa que soy cuidadora o paseadora. Y luego me dicen: “¡Pero si eres Rosa de España!†(risas). Paseando perros se establecen comunicaciones muy bonitas. Hablas de más cosas que de música o del personaje: hablas de animales.
La ninfa vuelve a cantar.
Voy a tapar a la ninfa para que se calle un poquillo y nos deje hablar.
Procuro que los perros coman dos veces al dÃa, alternando pienso con dieta más natural. A veces les cocino yo, pero cuando no tengo tiempo, les doy la comida preparada de salmón y ternera con verdura. También les doy sus premios y sus probióticos.
Y si tengo que viajar, dejarlos más de un dÃa solos me parece una barbaridad. Normalmente nos movemos mucho en furgoneta porque ésa es la única manera de poder irnos todos, excepto los pájaros, claro, que son más independientes.
Con tantos perros a la vez, la gente, cuando me ve por la calle, primero se piensa que soy cuidadora o paseadora. Y luego me dicen: “¡Pero si eres Rosa de España!â€
¿Cómo se llevan los perretes con los pájaros?
Los pájaros están en sus jaulas, colocados muy arriba, asà que los perros jamás van a llegar, pero les gusta mirarlos. Pimi se queda congelada viéndolos muchas veces cuando la subo al living. De momento, no podemos dejar a los pájaros sueltos porque están muy salvajes. Al final, un pájaro es difÃcil que te entienda, no es lo mismo que un perro. Yo ahora estoy experimentando con los pájaros, conociéndolos mejor.
Con tanto animal en casa, alguna te habrán liado…
Tori nos dio un susto porque una vez me regalaron unos chocolates y no sé cómo lo consiguió, pero se subió a la mesa, los enganchó todos, y tuvimos que correr al hospital porque el chocolate puede ser mortal para los perros. Estuvo dos dÃas ingresada. Y luego, a la peque, a Uva, le da por comerse su caca a veces y por jugar con ella y te la encuentras por ahà troceada (risas).
¿Qué te aportan a ti los animales?
Por ejemplo, los ratones saben perfectamente que cuando abro la tapa superior de su casa entra aire y que por allà podrÃan salir, pero no salen porque no pueden, no tienen apoyos para hacerlo y se adaptan a quedarse viviendo en su casita. La filosofÃa de un animal es clara: si tiene hambre, come, si tiene sueño, duerme, si tiene frÃo, busca un sitio para cobijarse. Y no pierde el tiempo con tantas tonterÃas como nosotros. Eso es lo que deberÃamos hacer los humanos, adaptarnos. Vivimos un momento complicado, es la era del teléfono móvil, de abreviarlo todo con un wasap, es la era de la ira, en que todo el mundo está cabreado, la era de la falta de empatÃa. Nos vamos a ayudar a la Dana porque somos muy buenos, pero luego nos decimos “hijo de puta†en la carretera. Hemos de aprender mucho de los animales: nos enseñan a subsistir, a ser felices con poco, a respetar, aunque sea un ladrillo que te encuentres por la calle. Yo respeto ante todo a los animales y por eso soy vegana.

Rosa López es una mujer que sigue haciendo lo que más le gusta, que es cantar, rodeada de lo que más le gusta: (muchos) animales
He tenido a mi Poli, a mi Chispa, a mi Lola, que fue el ser más importante de mi vida. Siempre hemos tenido un perrillo en casa y siempre he aprendido de ellos, de cada uno porque cada uno tiene su carácter, y de cada especie, sea perro o pez o pájaro. En todos estos años que llevo dedicándome a la música, he ido haciendo introspección para aprender a vivir como persona y también como artista, porque yo era derrotista, depresiva, insegura; venÃa de un desconocimiento brutal de la vida y del mundo de la música. Para mà era muy difÃcil conectar con las personas por todo eso, pero no con los animales, que no tienen capas, son puros. En estos 23 años en que me he hecho persona, los animales siempre han estado presentes y han sido mi mayor refugio. Son lo mejor que te puede pasar, de forma egoÃsta y también desde el amor. Hay dÃas en que sólo me apetece llegar a casa y ver a mis animales. A veces me dan ganas de reducirme y de convertirme en perro para abrazarme pechito con pechito con ellos.
En estos 23 años en que me he hecho persona, los animales siempre han estado presentes y han sido mi mayor refugio
Pero aunque te reduzcas a perro, no dejes de cantar, por favor, te lo pedimos. Háblame del disco.
(Risas). El nuevo disco 12 diamantes negros se llama asà porque desde 2019 soy artista independiente y este es mi décimo trabajo, pero el segundo en esta etapa. Ha sido bonito pero también un reto. He retomado la composición, que empecé a los 12 años, pero cuando estaba en una multinacional lo dejé un poco. Ahora, siendo independiente, todo es más duro, pero más enriquecedor. Un dÃa decidà arriesgarme a sonar menos en la radio pero a hacer lo que quiero. Igual voy a seguir sonando, tengo la suerte de tener el cariño del público, que son los que hacen que esa radio no se olvide de ti. ¿Qué puedo perder? Y este disco va de los valores. Hay una canción llamada PWR (Power) sobre la fuerza que todos tenemos, aunque a veces nos sintamos atrapados. En este tema colabora Tracy de Sá, una rapera feminista con la que conecté en el Benidorm Fest. También está Nada, que canto con Naim Thomas, que habla de lo contradictorios que somos: ayudamos en una crisis, pero luego somos egoÃstas. Nada al revés es Dana, y me pareció curioso porque refleja mi sensación de no entender nada de este mundo. Otra de las canciones se llama Fe, y luego hay una canción dedicada a mi Lola, Lolamento. Y una de las más importantes para mÃ, Tu legado, dedicada a mi padre.
Thunder vuelve a cantar. En esta ocasión no es La cucaracha.
Ya tenemos otra vez a Farinelli en acción.
Estoy esperando a que llegue otra ninfa, porque se hizo muy amiga de ella. Juntas, creo que estarán agusto y Thunder se portará mejor. Pero primero tiene que pasar una cuarentena en el CRAS, por si tiene dueño. Estoy pensando en llamarla Sunny. ¿Qué nombre le podrÃamos poner?
Yo siempre soy partidaria de poner a los animales nombres de personas. Mari Carmen o Teresa.
Teresa, la madre que me parió (risas).
Hay dÃas en que sólo me apetece llegar a casa y ver a mis animales
Thunder y Teresa, las dos T. La Tere y el Thunder.
Me mola (risas).
¿Tienes algún otro proyecto?
SÃ, voy a sacar un libro. Es una biografÃa con experiencias de vida. Me hubiera gustado novelarlo para no contar ciertas cosas, pero ya que lo cuento todo, lo cuento bien. Asà ya podré decir que he escrito un libro. Ya planté el árbol y me faltarÃa tener un hijo. Esto último lo veo cada vez más complicado, porque tengo 44 años y porque el mundo está como está. Siento que serÃa un acto egoÃsta tanto si lo tengo como si no.
No es obligatorio cumplir las tres cosas: libro, árbol e hijo.
Al final, mi música es como si hubiera tenido hijos. Desde pequeña supe que la música era mi refugio, pero solo si hacÃa lo que querÃa. La música lo conecta todo sin etiquetas. Para mà no es solo terapia, es mi forma de vivir. Si no me dedico a la música, me marchito como una flor.