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'Símbolo: Luz de Nicea' en la catedral de óDz

La Mirada del Lector

Muestra de gran profundidad espiritual y artística, conmemora el 1700 aniversario del Concilio del año 325

'Símbolo: Luz de Nicea' en la catedral de óDz
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La exposición ''Símbolo: Luz de Nicea' en la Mezquita-catedral de óDz cuenta con la participación de Isaura Marcos.

Marta Juvanteny

* La autora forma parte de la comunidad de lectores de bet365

El pasado 5 de abril se inauguró una exposición única en la , que podrá visitarse hasta el 5 de julio de 2025. Bajo el título, esta muestra de gran profundidad espiritual y artística conmemora el 1700 aniversario del Primer Concilio de Nicea, celebrado en el año 325 d.C. en la antigua ciudad de Nicea, actualmente İznik (Turquía).

La Mezquita-Catedral de óDz, lugar emblemático cargado de historia y de valor universal, se convierte así en el escenario de un acontecimiento también de alcance universal. La exposición articula dimensiones museográficas, teológicas, históricas, artísticas y pastorales, recordando uno de los hitos fundacionales del cristianismo.

Destaca especialmente la figura del obispo Osio de óDz, quien presidió aquel primer concilio, convocado por el emperador Constantino I, con el propósito de resolver la controversia del arrianismo, una doctrina que negaba la plena divinidad de Jesucristo.

De aquel histórico encuentro surgió el Credo de Nicea, afirmación de fe en Cristo como “Hijo de Dios, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre”. PeroLuz de Niceano se limita a rememorar el pasado: propone lecturas contemporáneas de aquel acontecimiento que transformó el curso de la cristiandad.

De aquel histórico encuentro surgió el Credo de Nicea y la exposiciónpropone también lecturas contemporáneas

Las piezas expuestas dialogan con esta herencia espiritual. Obras contemporáneas se entrelazan con elementos patrimoniales históricos, artísticos y arqueológicos para mostrar y presentar el significado profundo de la fe, la unidad eclesial y la identidad cristiana, ofreciendo al visitante una experiencia que conecta lo histórico con lo sagrado, lo teológico con el arte sacro actual.

Como parte de esta propuesta expositiva, se celebrará un congreso internacional del 10 al 13 de junio, en el que se abordarán aspectos históricos, teológicos y pastorales, relacionados con el Concilio de Nicea. Un espacio que abrirá un diálogo profundo entre el pasado y el presente, con el arte sacro como telón de fondo, trascendiendo tiempos y conflictos —actuales y pasados— para convertirse en testimonio y vehículo de memoria, símbolo de luz y esperanza en la fe.

Sor Isaura Marcos en la Mezquita-Catedral de óDz, con sus tres fotografías expuestas.

Sor Isaura Marcos en la Mezquita-Catedral de óDz, con sus tres fotografías expuestas.

Marta Juvanteny i Colell

La exposición también remite al Segundo Concilio de Nicea, celebrado en el año 787 en la misma ciudad (İznik), donde se inscribió formalmente el culto a las imágenes sagradas, poniendo fin a la llamada crisis iconoclasta. Desde entonces, el arte sacro se establece como medio para expresar lo divino a través del lenguaje simbólico e icónico, las narrativas visuales y la imagen sacralizada. En este contexto, la exposición traza un recorrido por relatos de fe y esperanza, donde la expresión artística se convierte en memoria viva y puente espiritual entre tiempos y culturas.

El arte sacro se establece como medio para expresar lo divino a través del lenguaje simbólico e icónico, las narrativas visuales y la imagen sacralizada

Entre los ocho creadores contemporáneos presentes, destaca la figura de Sor Isaura Marcos, cuya participación aporta una mirada de admiración y contemplación, cargada de nostalgia, experiencias inolvidables y resonancias espirituales. Su obra nace de un recorrido vital como peregrina del alma en el Monasterio de Pedralbes, lugar que fue su hogar durante más de 49 años y que, tras 699 años de vida monástica, fue inhabilitado y clausurado hace poco menos de dos meses.

Actualmente, Sor Isaura forma parte de la comunidad de fraternidad de Santa Clara de Vilobí d’Onyar (Girona), donde continúa su última etapa de vida monacal. En la exposición, presenta las últimas fotografías tomadas en su antiguo monasterio, reflejo de sus últimas ráfagas de inspiración, testigos de un legado espiritual y artístico que late con fuerza. Son latidos de una fe que mueve y conmueve la esperanza.

Ampliar Sor Isaura Marcos, con el padre Patricio Navascués, el comisario de la muestra 'Símbolo: Luz de Nicea'.

Sor Isaura Marcos, con el padre Patricio Navascués, el comisario de la muestra 'Símbolo: Luz de Nicea'.

Marta Juvanteny i Colell

Su participación subraya esa fusión entre arte y espiritualidad, ofreciendo una mirada contemplativa que conecta la tradición mística e histórica con los nuevos tiempos y la búsqueda de luz interior, en coherencia con el espíritu que inspiró Nicea.

VisitarSímbolo: Luz de Niceaes adentrarse en un espacio de memoria activa, donde el arte sacro contemporáneo se convierte en vehículo de reflexión y resonancia histórica. La exposición se alza como un puente sensorial e intelectual entre la óDz de raíces múltiples —ciudad crisol de culturas y religiones— y aquella Nicea fundacional, donde la cristiandad formuló una de sus profesiones de fe más decisivas.

Más que una muestra, es una interpelación estética y espiritual, una llamada al diálogo entre el pasado y el presente, entre la fe y la imagen, entre la teología y la poética visual. El visitante es invitado no solo a contemplar, sino a transitar los pliegues simbólicos del tiempo y la historia.

Entre los ocho creadores contemporáneos presentes, destaca la figura de Sor Isaura Marcos, cuya participación aporta una mirada de admiración y contemplación

Sor Isaura Marcos retratando detalles de la Mezquita-Catedral de óDz.

Sor Isaura Marcos retratando detalles de la Mezquita-Catedral de óDz.

Marta Juvanteny i Colell

En este marco, el arte sacro contemporáneo no se limita a representar lo divino: lo encarna, lo evoca, lo encuadra y lo revela desde su autonomía. Tal es el caso de la obra fotográfica de Sor Isaura Marcos, cuya cámara no documenta, sino que se deja guiar por la luz en un gesto contemplativo que trasciende la técnica para tocar lo invisible. Su mirada, suspendida entre la memoria monástica y la intuición mística, confiere a la imagen una presencia que vibra más allá del marco: la imagen no muestra, habita.

Símbolo: Luz de Nicease presenta, así como una experiencia de alta densidad simbólica, donde el arte se convierte en umbral y testimonio, en lugar de paso hacia una comprensión renovada de la fe, la historia y el poder transformador de la luz.

Quiero dedicar unas palabras de agradecimiento a todas aquellas personas que, con generosidad, me han abierto las puertas a un mundo de fe diferente al mío, pero que, de una manera u otra, me han guiado a comprender aspectos históricos, artísticos y espirituales a través de sus estructuras narrativas, rituales, luces y esperanzas. Estos elementos, que alimentan los prismas y el espacio mental de nuestras percepciones, son la clave para entender que el saber, verdaderamente, no ocupa lugar.

Sor Isaura Marcos, haciendo fotos en la Mezquita-Catedral de óDz.

Sor Isaura Marcos, haciendo fotos en la Mezquita-Catedral de óDz.

Marta Juvanteny i Colell

Me siento profundamente privilegiada por haber tenido la oportunidad de adentrarme en este viaje, de la mano de mi amiga Sor Isaura Marcos, quien, con su fe y su visión, me ha permitido vivir experiencias que quedarán grabadas para siempre en mi memoria. A lo largo de nuestra relación, siempre he intentado ser respetuosa con la fe de todos y en ese respeto he podido explorar su microcosmos, participando de su vocación espiritual a través de su visor.

Sor Isaura Marcos y Marta Juvanteny, en la Mezquita-Catedral de óDz.

Sor Isaura Marcos y Marta Juvanteny, en la Mezquita-Catedral de óDz.

Marta Juvanteny i Colell

Al mismo tiempo, he compartido la mía a través de mis propias experiencias artísticas, que, aunque distan mucho de las suyas, han generado un espacio común de comprensión, un terreno fértil para el intercambio. No sé exactamente qué nos une, pero lo que sé es que algo profundo ha trascendido entre nosotras, algo que va más allá de lo visible y lo tangible. Compartimos, descubrimos y aprendemos de la magnitud infinita cuando el arte y la espiritualidad se encuentran desde el respeto y la riqueza de las experiencias.

Gracias por abrirme las puertas para formar parte de ello.

Sor Isaura Marcos, camino de óDz, en el AVE.

Sor Isaura Marcos, camino de óDz, en el AVE.

Marta Juvanteny i Colell
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