“貹ñ está muy por debajo”, declaró Donald Trump el mes pasado, en referencia al gasto español en defensa. Por una vez, sus datos eran correctos. Con sólo el 1,28 % del PIB el año pasado, 貹ñ es el país colista en la clasificacion de la Liga OTAN (véase el gráfico).
El Gobierno se defiende con firmeza. Hay que mirar lo que el país hace con ese dinero, es un “socio fiable”, respondió el presidente del gobierno Pedro Sánchez. El gasto está aumentando considerablemente: 貹ñ va camino de cumplir la promesa de Sánchez de alcanzar la cifra objetivo de la alianza del 2% del PIB en 2029; aunque cabe señalar que dicho objetivo se fijó en 2014 y que la mayoría de los demás países de la Unión Europea ya lo ha alcanzado.
El problema es que el objetivo ya está obsoleto. El creciente temor de que Trump le retire a Europa la garantía de seguridad estadounidense hace que 貹ñ esté sometida a una intensa presión por parte de sus socios europeos para gastar mucho más, y más deprisa.

Terreno que recuperar
Miembros de la OTAN, gasto en defensa, % del PIB
2014
2024 (Estimación)
0
1
Objetivo 2%
3
4
Polonia
Estonia
Estados Unidos
Letonia
Grecia
Lituania
Finlandia
Dinamarca
Gran Bretaña
ܳí
Macedonia del N.
Noruega
Bulgaria
Suecia
Alemania
ܲԲí
Rep. Checa
ճܰí
Francia
Países Bajos
Albania
Montenegro
Eslovaquia
Croacia
Portugal
Italia
䲹Բá
é
Luxemburgo
Eslovenia
貹ñ
*Excluyendo Islandia, que no tiene fuerzas armadas
Fuente: OTAN

Terreno que recuperar
Miembros de la OTAN, gasto en defensa, % del PIB
2014
2024 (Estimación)
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1
Objetivo 2%
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Polonia
Estonia
Estados Unidos
Letonia
Grecia
Lituania
Finlandia
Dinamarca
Gran Bretaña
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Macedonia del N.
Noruega
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Alemania
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Rep. Checa
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Francia
Países Bajos
Albania
Montenegro
Eslovaquia
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Portugal
Italia
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Luxemburgo
Eslovenia
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*Excluyendo Islandia, que no tiene fuerzas armadas
Fuente: OTAN

Terreno que recuperar
Miembros de la OTAN, gasto en defensa, % del PIB
2014
2024 (Estimación)
Objetivo 2%
0
4
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Polonia
Estonia
Estados Unidos
Letonia
Grecia
Lituania
Finlandia
Dinamarca
Gran Bretaña
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Macedonia del N.
Noruega
Bulgaria
Suecia
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Rep. Checa
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Francia
Países Bajos
Albania
Montenegro
Eslovaquia
Croacia
Portugal
Italia
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Luxemburgo
Eslovenia
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*Excluyendo Islandia, que no tiene fuerzas armadas
Fuente: OTAN

Quizás resulte sorprendente que la magra dotación del presupuesto de defensa español se remonte a la época del dictador Francisco Franco, quien tras llevar las fuerzas armadas al poder pudo permitirse hacer caso omiso de ellas.
La modernización militar no comenzó hasta que el país se adhirió a la OTAN en 1982, con los gobiernos democráticos. Fueron esos gobiernos los que abolieron el servicio militar, crearon un ejército profesional y compraron aviones estadounidenses. Con todo, los votantes no se muestran entusiastas con el gasto militar; y, en los presupuestos de regidos por la austeridad que siguieron a la crisis financiera de 2008, la partida de defensa se redujo hasta el 0,9% del PIB en 2014, el año en que Rusia atacó por primera vez a Ucrania.
“La política de defensa siempre ha sido un problema para los diferentes gobiernos”, afirma Félix Arteaga, un oficial retirado que ahora trabaja en el Real Instituto Elcano. “Nadie pensó que debíamos aumentar el gasto militar.” No ha sido hasta esta década cuando ha empezado a aumentar de nuevo; sobre todo, desde que Sánchez fue anfitrión de la cumbre anual de la OTAN en Madrid en 2022. Al año siguiente, el presupuesto de defensa aumentó un 26% en términos nominales. Sin embargo, alcanzar el objetivo del 2% requiere casi duplicar el gasto anual (hasta 36.500 millones de euros). En tiempos normales, eso sería difícil.
A diferencia de muchos países europeos donde la economía está estancada, 貹ñ crece al respetable ritmo de un 3% aproximadamente, por lo que debería poder encontrar recursos para la defensa. El problema es político. Sánchez ha presidido gobiernos en minoría desde 2018. No logró obtener el año pasado la aprobación de un presupuesto y quizás vuelva a fracasar este año. Eso dificulta replicar el aumento del 26% en el gasto defensivo que fue posible en el presupuesto de 2023. En su reorganización del gasto presupuestado, el Gobierno anunció este mes unos 400 millones de euros adicionales para aumentar los salarios militares, que son comparativamente bajos. No obstante, la ausencia de un presupuesto plurianual dificulta la planificación de la defensa y los grandes acuerdos de compra.

Militares españoles embarcando en un avión rumbo a su misión en Líbano
En cuanto al tamaño de las fuerzas armadas, 貹ñ se comporta mejor que en el gasto. Con alrededor de 116.000 soldados (a los que se habrán sumado 7.000 más en 2029), el ejército es bastante reducido, pero está bien entrenado y equipado, al menos según los estándares vigentes hasta ahora. Su material incluye aviones de combate Eurofighter, aviones de transporte y buques anfibios diseñados para la proyección de fuerza. Alrededor de 3.500 soldados españoles participan en misiones de la OTAN en Europa oriental, y otros operan en misiones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas. Sánchez ha sido un firme partidario de la resistencia de Ucrania a la invasión rusa. El pasaado 24 de febrero volvió a visitar Kyiv. 貹ñ ha enviado tanques, ha entrenado a 7.000 soldados ucranianos y este año, como el anterior, ha aprobado 1.000 millones de euros para donaciones de municiones y misiles.
Con el fin de hacer frente al deterioro de las perspectivas de seguridad en Europa, 貹ñ necesita sistemas de defensa aérea más potentes, aviones y tanques nuevos y mucha más inversión en drones y ciberguerra, afirma Arteaga. Algunos de esas inversiones están en marcha, pero otras no. Una preocupación particular es Marruecos, que reclama la soberanía sobre los dos enclaves españoles de Ceuta y Melilla. En el primer mandato de Trump, Marruecos se convirtió en un socio estadounidense privilegiado. Ahora quiere hacerse con cazas furtivos F-35 y puede que los consiga. Pese a que Sánchez se ha pronunciado en contra de muchas de las políticas de Trump, sus funcionarios confían en la importancia estratégica que tiene para Estados Unidos la base naval de Rota, donde atracan hasta seis destructores en virtud de un acuerdo renovado en 2023.
En cuanto a la mayor rapidez del rearme, el margen de maniobra del presidente está limitado por sus socios de coalición más izquierdistas, que son antiestadodunidenses y anti-OTAN. El Partido Popular, la oposición conservadora, apoya un gran aumento del gasto en defensa, pero Sánchez se ha mostrado reacio a buscar su apoyo parlamentario. Por encima de todo, el gobierno quiere evitar tener que recortar el gasto social para financiar la defensa, lo que podría romper su coalición de centroizquierda.
Sánchez afirma ahora que el gasto alcanzará el 2% del PIB antes de 2029, aunque no ha concretado cómo. En realidad, 貹ñ se enfrenta a un objetivo variable. Trump habla del 5% del PIB, mientras que Mark Rutte, el nuevo secretario general de la OTAN, quiere que la alianza apruebe algo “considerablemente por encima del 3%” en su próxima cumbre de junio; la cifra preferida es el 3,6% o incluso el 3,7%. El gobierno español insiste en que cualquier cifra superior al 2% debe provenir de fuentes europeas, ya sea en forma de deuda comunitaria adicional o de la reorientación de programas comunitarios existentes. Es posible que algo así suceda ahora. Y eso atraerá, es de esperar, poca oposición interna.
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Traducción: Juan Gabriel López Guix