El president Salvador Illa dio ayer por cerrada desde Madrid la etapa de la normalización política, institucional y social en Catalunya con la que llegó a la Generalitat hace más de seis meses. Illa quiso ayer lanzar este mensaje de estabilidad al mundo empresarial madrileño en una conferencia en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde expuso las líneas estratégicas de su plan económico que se impulsará en los próximos años para que Catalunya vuelva a ser motor de España y Europa, aunque sus socios, por ahora, no le dejen avanzar al ritmo que desearía.
El president ya anunció en los actos de la pasada Diada en Madrid, un evento institucional que no se desde el 2011, que viajaría por las diferentes comunidades autonómicas para “explicar Catalunya”. La conferencia de ayer en Madrid es un claro ejemplo de esta política de diálogo y aunque Illa no hizo mención expresa a la financiación singular en su discurso, aseguró que “Catalunya no pide ningún privilegio” y reivindicó un modelo económico de “prosperidad compartida” que contrapuso, de forma velada, al de Isabel Díaz Ayuso en Madrid. Lo definió como “un modelo de acumulación insolidaria, de los que quieren también generar prosperidad pero la reservan para unos pocos afortunados de unos determinados territorios”, apuntó sin mencionar en ningún momento a la presidenta madrileña.
El jefe del Govern señala la vuelta de las empresas como uno de los momentos más felices de su mandato
El president quiso atajar en su discurso ante empresarios catalanes y madrileños, ministros del Gobierno de Pedro Sánchez, consellers y representantes de otras administraciones, las desconfianzas que había generado antaño Catalunya para encarar a partir de ahora un diálogo “alejado de los prejuicios”.
“Les pido que no le tengan miedo a Catalunya. En algunas ocasiones –demasiadas– me llevo la impresión de que es así. Les aseguro que Catalunya no le tiene miedo a Madrid. Les pido, por lo tanto, que Madrid no le tenga miedo a Catalunya”, reclamó en su discurso el president.
Para Illa, si a “Catalunya le va bien, a España le irá bien”. Por eso reclamó a los empresarios allí presentes que apuesten por Catalunya, que inviertan en ella ahora que la “seguridad jurídica” y la “estabilidad política” acompañan y han facilitado el regreso de las empresas catalanas que trasladaron su sede social durante el dzé . Regreso de compañías como Ordesa, Cementos Molins, Banc Sabadell, la Fundación ‘La Caixa’ y CriteriaCaixa, citó, y que representa “uno de los logros más felices” desde que fue investido president, aseguró.
Con estos méritos, Illa exhibió el nuevo impulso económico que pretende para Catalunya, con el que pretende recuperar el liderazgo en España y Europa. En esta tarea, el president considera crucial que haya vuelto la “lealtad” y “la colaboración institucional”, y la promoción de políticas que permiten a las empresas y a los proyectos punteros encontrar el mejor entorno en el que desarrollarse. Como ejemplos citó el Supercomputting Center, los congresos del ISE y el Mobile, el futuro polo de salud del hospital Clínic, el futuro hub de Astrazeneca en Barcelona o la implantación del Perte de chips en Catalunya, entre otros muchos proyectos.
Para sustentar las “oportunidades” que se abren en Catalunya, el president también presentó los logros macroeconómicos de la comunidad, entre los que destacó que por primera vez en la historia se han superado los 300.000 millones de euros en términos de Producto Interior Bruto (PIB) (316.728 millones, un 3,6% más, al cierre del 2024), un dato al que adjuntó los del empleo, puesto que Catalunya registra la tasa más baja de paro de España.
Illa también desgranó el plan económico que ya presentó hace semanas en Barcelona arropado por todos sus consellers y empresarios catalanes. Para revertir la fatiga económica de los años del dzé, el president expuso en Madrid su proyecto para movilizar 18.500 millones de euros durante cinco años en un paquete de medidas que incluye 200 actuaciones concretas agrupadas en cinco áreas estratégicas: las infraestructuras, la modernización productiva, el conocimiento y la innovación, el buen gobierno y la igualdad de oportunidades.
En su conferencia de ayer, Illa también hizo referencia al contexto global. Mostró su preocupación por cómo la elección de Donald Trump al frente de la Casa Blanca ha sacudido el tablero geopolítico, pone en jaque la continuidad de la alianza atlántica en términos de seguridad y defensa, y agudiza el riesgo de retroceso de la democracia y el proteccionismo comercial. “No es momento ni de dudas, ni de pusilanimidades ni de egoísmos. Es el momento de comprometerse, de dar un paso adelante y de liderar”, apuntó el president, al tiempo que reafirmó que “Catalunya ha vuelto” para ser líder.
Amplia representación institucional y empresarial
En su conferencia en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, “tenaz puente de entendimiento entre Madrid y Catalunya” según Illa, el president reunió a una nutrida representación política, institucional, económica y empresarial de España. Entre los políticos, miembros del Gobierno como la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; el ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños; el de ʴDZíپ Territorial, Ángel Víctor Torres; la de Transición Ecológica, Sara Aagesen, o el de Industria, Jordi Hereu. Consellers como el de Presidència, Albert Dalmau; la de Economia, Alícia Romero; el de Empresa, Miquel Sàmper, y la de Drets Social, Mònica Martínez Bravo. También asistieron los exministros Javier Solana y Carlos Solchaga, y representantes empresariales como Antonio Llardén (Enagás), Antoni Brufau (Repsol), Carles Torres (BBVA), Emiliano Atxurra (Petronor), Rafael Vilaseca (Celsa); además de Jaime Malet, presidente de la Cámara de Comercio de EE. UU; Maurici Lucena, presidente de Aena; o Josep Antoni Duran Lleida (Asedas).