A estas alturas del 2025 la inteligencia artificial es la principal tecnología de la que el mundo está pendiente, pero hace siete años, no era tan evidente. El economista Xavier Sala i Martín decidió entonces adentrarse en la IA y ahora publica Entre el paradís i l’apocalipsi. L’economia de la intel·ligència artificial(Rosa dels Vents), que explica tanto los orígenes como la actualidad y sus proyecciones de futuro en diferentes ámbitos.
¿Cómo surgió la idea del libro?
Empieza en el 2018, cuando Yuval Harari da una conferencia en Davos, básicamente sobre inteligencia artificial, pero catastrófica. Explica que la humanidad será barrida y seremos la clase inútil. Un escenario que yo, como economista e historiador de la economía, creo que no es verdad.
¿Por qué no?
Porque la historia de la humanidad, es verdad que ha sido lo que los economistas denominamos una historia de creación destructiva, que destruimos puestos de trabajo, pero se crean siempre muchos más. Yo, para analizar las implicaciones económicas de esta tecnología, tenía que entenderla.
Y se puso a estudiar.
Leí libros, fui a Stanford con el profesor Andrew, e hice un máster de IA. Aprendí todo eso para poder pensar después las implicaciones económicas.
¿Qué le sorprendió más?
Me di cuenta de que hay dos tipos de científicos de la inteligencia artificial . Unos que intentan replicar la mente, la inteligencia simbólica, y otros que intentan replicar el cerebro, los conexionistas o las redes neuronales. Y yo no entendía exactamente tampoco qué era el cerebro. Entonces estudié neurología y de aquí salió el otro libro, La inteligencia natural, que explica cómo funciona el cerebro, como salen las ideas, qué tipo de ideas tenemos, las ideas tecnológicas, científicas, sociales y sus implicaciones económicas.
Pero usted es economista, no neurólogo ni experto en IA.
Solo hay dos alternativas para que un experto hable. Una es que los de inteligencia artificial crucen el río y estudien economía, o que los economistas crucemos el río y estudiemos inteligencia artificial. Y este libro es el resultado. No hace falta que os tiréis 7 años, leéis el libro y aprenderéis todo lo que yo he aprendido.

Sala i Martín ha dedicado siete años a su nuevo libro sobre la IA y sus implicaciones en la economía
¿Por qué la IA está entre el paraíso y el apocalipsis?
Estamos en una situación de la inteligencia artificial que, debido a la novedad, hay gente que dice que solucionará todos los problemas, eliminará las enfermedades, e incluso que llegaremos a la inmortalidad, y después hay los catastrofistas que dicen que vamos al apocalipsis. Y el libro habla de la realidad, de la inteligencia artificial y sus implicaciones económicas, sociales y tecnológicas.
Democratización del conocimiento
“Cada vez más gente tendrá acceso a grandes abogados, científicos y médicos. Ahora sólo lo tienen los ricos”
¿Cómo encaja en la economía?
Lo que conseguirá esta tecnología, no la que tenemos ahora, es bajar el precio de la inteligencia. De la misma manera que la revolución neolítica, con la domesticación de plantas y animales bajó el precio de los alimentos, la revolución industrial bajó el precio de la energía. Ahora domesticamos la información. El precio de la inteligencia bajará, la oferta subirá, y habrá cada vez más gente con acceso a grandes abogados, grandes científicos, y grandes médicos. Ahora solo lo tienen los ricos.
Pero la IA sí tiene peligros.
El peligro mayor es creer que es una tecnología que no es. Por ejemplo, que es un psicólogo. Que tengas problemas médicos, le preguntes qué te tomas, y la máquina te diga “métete esto”. Está pasando. Es peligrosísimo. Todo el mundo tiene que entender que la IA actual son modelos estadísticos de hacer predicciones. Son matrices de números.
Y también se puede equivocar.
Probabilísticamente, una de cada 30 veces, la IA se irá hacia un camino equivocado, y la máquina seguirá porque no está preparada para corregir e ir hacia la verdad. Por lo tanto, escribirá muy bien una alucinación. Y eso se combina con un problema psicológico que tenemos los humanos, que se llama pareidolia, que es la tendencia que tenemos a antropomorfizarlo todo. Entonces le pedimos cosas que la máquina no puede hacer.
¿En que estado de desarrollo se encuentra la tecnología?
La inteligencia artificial general no existe. Y la superinteligencia general, tampoco. Y la superinteligencia general con conciencia, todavía menos. ¿Esta con ganas de conquistar el mundo? No tiene ganas de nada. Es como el Excel.
La burbuja de la IA
“OpenAI es una máquina de trinchar dinero. Aquí hay un problema. Eso fallará”
¿Hay una burbuja de la IA?
Sí, claramente. OpenAI es una máquina de trinchar dinere. Tienen unas pérdidas de 5.000 millones anuales. Gastan miles de millones para entrenar un modelo que es esencialmente lo mismo que tenían hace dos años, y que algunos otros están regalando. Aquí hay un problema. Eso fallará.
¿Encontrarán una IA diferente y singular por la vía actual?
La IA de interés general, no vendrá del escalado de los actuales modelos. Habrá otro enfoque.
Hablamos mucho de EE.UU. y China, pero poco de Europa.
Los grandes pensadores de la inteligencia artificial, casi todos son europeos. Pero trabajan en Norteamérica. Estados Unidos, sobre todo, pero también Canadá. Los europeos deberíamos preguntarnos por qué hemos expulsado este talento, o por qué hemos sido incapaces de retenerlo, y por qué nos hemos querido convertir en los líderes de la regulación. De ahí no sacaremos ni un duro. O sea, la regulación no es el progreso.
¿A quién ve más adelantado en cómo plantea la IA ahora?
Mi referente, es François Chollet, que es el que tiene la definición más clara de lo que queremos: la inteligencia artificial es la capacidad de solucionar problemas que no has visto antes, no problemas que te has empollado y los has visto mil veces, y que la máquina claramente lo hará mejor que tú, igual que multiplica mucho más rápido que tú, eso no es inteligencia, inteligencia es el “MacGyver”, es saber ver un problema nuevo que nunca has visto y tener las herramientas para resolverlo.