Dos de las diez exmonjas del Monasterio de Belorado (Burgos) han defendido este lunes su inocencia ante el Juzgado de Briviesca como investigadas por las supuestas irregularidades cometidas al vender, por 130.000 euros, 1,73 kilos de oro propiedad de la comunidad religiosa.
Susana Mateo (exsor Sion) y Zaida Pinar (exsor Myriam) han afirmado la legalidad de la operación de venta, que gestionó el pasado enero la exabadesa, Laura García de Viedma.

Las exmonjas del Monasterio de Belorado, a su llegado al Juzgado de Briviesca.
Mateo y Pinar son dos de las diez monjas que fueron excomulgadas el 22 de junio de 2024 después de anunciar su salida de la Iglesia católica e hicieran público un manifiesto en el que arremetían contra la Iglesia y todos los papas posteriores a Pío XII, incluido el recientemente fallecido papa Francisco.
Ambas forman parte del grupo de tres monjas que abrieron el mes pasado un restaurante 'de clausura' en el municipio asturiano de Arriondas con un gran éxito de arranque.
“No hay ningún tipo de acto ilícito”
El abogado de las religiosas, Enrique García de Viedma, ha explicado en declaraciones a los medios a las puertas de la sede judicial que Mateo y Pinar han defendido que la operación de venta de oro “está dentro de la normalidad” y que no hubo “ningún tipo de engaño ni acto fraudulento”.
“No hay ningún tipo de acto que entendamos que es ilícito”, ha insistido, tras la investigación abierta por la Policía Nacional después de que en enero Laura García de Viedma vendiera 1,73 kilos de oro, que la comunidad religiosa había comprado en 2020 como una operación de inversión.
66.000 euros en líquido
La venta se realizó por 130.000 euros, de los cuales 66.000 euros fueron los que percibieron en líquido, ya que el resto se destinó a pagar los préstamos de la entidad crediticia depositaria del oro. La exabadesa fue la responsable de gestionar dicha cantidad como representante legal de la comunidad religiosa, representación que está en cuestión desde el nombramiento del arzobispo Mario Iceta como comisario pontificio de los monasterios de Belorado, Derio y Orduña.
El letrado ha asegurado que tanto la compra de oro como la venta se hizo con el conocimiento y el consentimiento de todas las religiosas, y no ha querido precisar por qué se ha llamado a declarar como investigadas a estas dos exreligiosas. García de Viedma ha indicado también que no tienen constancia de que se vaya a investigar a ninguna de las otras exreligiosas, ni que haya más declaraciones previstas.
Aunque las investigadas se dedican ahora a la hostelería y residen en Arrionadas, Susana Mateo ha explicado, a preguntas de los periodistas, que tanto ella como Zaida Pinar han pasado la noche en el convento de Belorado para poder acudir puntuales a la cita ante el juez a las 12.30 del mediodía. “Hemos visto a las hermanas” que residen en Belorado y, tras su declaración, han regresado a Asturias.
Por otra parte, preguntada Susana Mateo por la muerte del papa Francisco, al que las exmonjas acusaban de hereje en el manifiesto católico que acompañó a su anuncio de salida de la Iglesia, ha indicado que venía preparada para la declaración y “de lo demás, la verdad, no le ha dado ni tiempo” a saber.
Una orden de desahucio para junio
De las diez monjas excomulgadas, dos abandonaron el monasterio el pasado verano, y las ocho restantes están distribuidas entre Arriondas (tres), Orduña (dos) y Belorado (tres), donde además atienden a cinco mayores, que no están excomulgadas porque no participaron en el cisma eclesiástico y atraviesan un delicado estado de salud.
Paralelamente, las exreligiosas que aún permanecen en el monasterio de Belorado se enfrentan, además, —a excepción de las cinco monjas más mayores— a una demanda de desahucio interpuesta por el Arzobispado de Burgos, que se hará definitiva el próximo 10 de junio.