Hoy se celebra el Día Mundial de la Salud, una jornada impulsada por las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concienciar sobre la importancia de mantener un estilo de vida saludable y el derecho a tener acceso a unos servicios sanitarios públicos y de calidad.
Sin embargo, la realidad es muy distinta. La pobreza y la desigualdad en las regiones más desfavorecidas hacen que millones de personas no reciban la atención sanitaria que necesitan. Esta desigualdad se ha incrementado con la pandemia de covid, que ha dejado atrás a la población de estos países en ámbitos como la vacunación.
Así, una tercera parte de la población mundial todavía no ha recibido ninguna dosis de la vacuna contra la covid, según de las Naciones Unidas. En este contexto, África es la región más afectada: el 83% de la población no ha sido vacunada.

El mapa muestra en tonos más claros los países y regiones con menos dosis administradas.
A día de hoy, la covid ha provocado la muerte de más de 6,1 millones de personas y ha infectado a más de 490 millones en todo el mundo, según los más recientes. En ese sentido, la OMS está preparando un nuevo plan para reaccionar frente a los posibles escenarios de la pandemia.
El escenario más probable es que el virus siga evolucionando y aparezcan nuevas variantes del virus, pero éstas serán menos peligrosas, así que la enfermedad será cada vez menos grave y provocará síntomas más leves y fáciles de tratar. Al mismo tiempo, la inmunidad de la población aumentará gracias a la vacunación y a la reinfección.
Sin embargo, en el peor de los casos, podría aparecer una nueva variante más virulenta y contagiosa que sería más difícil de combatir. Ante esta situación, sería necesario desarrollar nuevas vacunas más efectivas y conseguir que lleguen también a las poblaciones más vulnerables.