No te tortures en el gimnasio: con dedicar al ejercicio 3 horas a la semana es suficiente
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El traumatólogo estadounidenseHoward Luks advierte que para la mayoría de la gente el riesgo de lesión se incrementa notablemente si entrenan más de 5 horas semanales, mientras que los beneficios son marginales
Un grupo de personas practican ejercicios de fuerza y cardiovasculares en un gimnasio
El cuidado de la salud física se ha convertido en una prioridad para cada vez más gente. Al contrario de lo que sucedía en anteriores generaciones, cuando eran minoría los adultos mayores que practicaban ejercicio de manera habitual, hoy en día es habitual ver en los gimnasios a personas de más de 50, 60 y 70 años. O incluso de más edad. Otras muchas caminan, corren o van en bicicleta con asiduidad. La industria de la longevidad está en pleno auge.
Muchos de quienes se han incorporado a la vida activa, ya sea por convicción o a regañadientes, se hacen la misma pregunta: ¿Cuánto ejercicio físico debo hacer para vivir más y mejor? La respuesta, segúnHoward Luks, un traumatólogo estadounidense de referencia, esque basta con muy poquito. Basta con dedicar al ejercicio tres horasa la semana (máximo cinco):“El mayor beneficio para la longevidad se obtiene al pasar de no hacer ningún tipo de actividad a dedicarle solo de 1 a 3 horas semanales”, asegurael experto en un mensaje publicado esta semana en su cuenta de X.
Las lesiones te arruinarán más rápido que perderte un entrenamiento.Se trata de poder levantarse del suelo. Cargar la compra. Jugar con los nietos.
Para ilustrar su hipótesis (que él mismo advierte que no está basada en datos científicos, pero sí en su amplia experiencia como médico),Luks compara en un gráfico la relación entre los beneficios obtenidos a través del número de horas de entrenamiento y el riesgo de lesión. Su conclusión es que, con al excepción de aquellos que se preparan para competir, no compensa entrenar 10-11 horas a la semana:“El volumen (de horas) importa, pero también la durabilidad.Se trata de poder levantarse del suelo. Cargar la compra. Jugar con los nietos. Evitar la fragilidad. Las lesiones te arruinarán más rápido que perderte un entrenamiento”, reflexiona el cirujano ortopédico y especialista en medicina deportiva.
Las recomendaciones deHoward Luks son especialmente útiles para un perfil de deportista que cada vez abunda más: personas de mediana edad que se toman el deporte como un reto personal, más que como un medio de conservación de su estado físico. El doctor advierte que la meta es mantener la fuerza, la movilidad y la energía que cada uno ya tiene. No es necesario aumentarla. Y probablemente, tampoco es posible a partir de determinada edad. Por mucho que uno entrene: “No necesitas entrenar como un atleta para envejecer como un crack”, sentencia Luks en su publicación.
Aunque la mayor parte de las al post del traumatólogo son elogiosas, algunos de sus seguidores matizan el mensaje. Entrenarse únicamente como medio de “mantenimiento”, observan, pueden quedarse cortas a la práctica. En especial, en los que se refiere a estímulos que van más allá de la meta de estar en forma. Cabe tener en consideración que la actividad física es para muchas personas una vía para mejorar también su salud mental. Encontrar la motivación en apuntarse a una carrera o en jugar a pádel (con el objetivo de ganar) es un motivo tan bueno para hacer deporte como cualquier otro, siempre que uno no exceda sus capacidades.
Las recomendaciones de la OMS