El cuidado de la salud física se ha convertido en una prioridad para cada vez más gente. Al contrario de lo que sucedía en anteriores generaciones, cuando eran minoría los adultos mayores que practicaban ejercicio de manera habitual, hoy en día es habitual ver en los gimnasios a personas de más de 50, 60 y 70 años. O incluso de más edad. Otras muchas caminan, corren o van en bicicleta con asiduidad. La industria de la longevidad está en pleno auge.
Muchos de quienes se han incorporado a la vida activa, ya sea por convicción o a regañadientes, se hacen la misma pregunta: ¿Cuánto ejercicio físico debo hacer para vivir más y mejor? La respuesta, segúnHoward Luks, un traumatólogo estadounidense de referencia, esque basta con muy poquito. Basta con dedicar al ejercicio tres horasa la semana (máximo cinco):“El mayor beneficio para la longevidad se obtiene al pasar de no hacer ningún tipo de actividad a dedicarle solo de 1 a 3 horas semanales”, asegurael experto en un mensaje publicado esta semana en su cuenta de X.
Las lesiones te arruinarán más rápido que perderte un entrenamiento.Se trata de poder levantarse del suelo. Cargar la compra. Jugar con los nietos.
Aunque la mayor parte de las al post del traumatólogo son elogiosas, algunos de sus seguidores matizan el mensaje. Entrenarse únicamente como medio de “mantenimiento”, observan, pueden quedarse cortas a la práctica. En especial, en los que se refiere a estímulos que van más allá de la meta de estar en forma. Cabe tener en consideración que la actividad física es para muchas personas una vía para mejorar también su salud mental. Encontrar la motivación en apuntarse a una carrera o en jugar a pádel (con el objetivo de ganar) es un motivo tan bueno para hacer deporte como cualquier otro, siempre que uno no exceda sus capacidades.
Las recomendaciones de la OMS