La nutricionista deportiva Laura Chaparro ha querido desmontar uno de los mitos más comunes en el mundo del entrenamiento y la alimentación: que perder peso es sinónimo de perder grasa.
A través de sus redes sociales, la especialista explicó con claridad que ambos conceptos no son equivalentes y que, en muchos casos, obsesionarse con la báscula puede alejarnos del verdadero objetivo. “¿Es lo mismo perder peso que perder grasa? Te lo cuento, spoiler: no”, comenzó diciendo.
Laura aclaró que el cambio de peso no siempre refleja una transformación real en la composición corporal. “Si realmente buscas un cambio en la composición corporal, a ti el peso te tiene que dar igual ya que es posible que vaya bajando, pero no es el objetivo principal”, explicó.
Solo en casos concretos, como competiciones donde se requiere un peso determinado, el número que marca la báscula cobra verdadera relevancia. “Pero si no es eso, olvídate”, insistió la experta.
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La experta en nutrición detalló cómo el cuerpo almacena los hidratos de carbono en forma de glucógeno, una sustancia que se guarda en los músculos y el hígado.
“Cada gramo de glucógeno almacena unos tres o cuatro gramos de agua”, señaló, añadiendo que esta agua no genera retención visible, ya que permanece dentro del tejido muscular.

Hay que diferenciar entre la pérdida de peso y la pérdida de grasa
Al reducir drásticamente el consumo de carbohidratos, lo que se pierde no es grasa, sino glucógeno y agua. “La báscula dirá que has perdido peso, pero tu grasa corporal puede seguir exactamente igual”, advirtió.
Según Laura, este tipo de pérdida rápida puede llevar a consecuencias poco deseables como baja energía, irritabilidad y reducción del rendimiento físico. “Que haya una pérdida de peso no significa que lo que estemos haciendo esté bien o en pro de nuestro objetivo”, concluyó.